La historia de los marinos que se bajaron del viaje del ARA San Juan a último momento

Uno se enteró de que tenía a su madre enferma y solicitó permiso para ir a visitarla, por lo que pidió una licencia especial que lo liberó de embarcar en la última misión del ARA San Juan en Mar del Plata . El otro tenía todas sus cosas a bordo al inicio de la travesía, en la base marplatense, cuando explicó que debía terminar los trámites para comprar su casa y lo eximieron de viajar. Las historias de Humberto Vilte y Adrián Rothlisberger, que llegaron a estar en las listas extraoficiales de ocupantes del submarino perdido y figurar en cadenas de oraciones por todo el país, hoy están en boca de todos por otro motivo: son los dos marinos que se bajaron del submarino perdido a último momento. En tanto, ayer, voceros de la Armada confirmaron que un oficial, un teniente, que viajó desde Mar del Plata a Ushuaia en el último viaje del ARA San Juan, fue reemplazado por otro en esa ciudad porque tenía que cumplir una comisión y no completó el viaje.

los que no subieron

Humberto Vilte nació en Jujuy pero desde hace años vive en Mar del Plata.

Alli estaba, listo para embarcarse en una nueva misión del ARA San Juan cuando recibió una noticia desde su provincia: su mamá estaba enferma, internada y grave.

Cuando Vilte comentó esto a sus superiores no sólo lo eximieron de la misión: también le pagaron el pasajepara que pueda viajar a ver a su madre.

Vilte se enteró ya en Jujuy de la desaparición de la nave donde estuvo a punto de estar cumpliendo funciones. Así que se reunió con familiares de otros compañeros suyos también jujeños y juntos viajaron a Mar del Plata para seguir de cerca el operativo de busqueda y donde todavía espera novedades acerca de la nave.

Rothlisberger es chaqueño, de Villa Angela. Llevaba dos años cumpliendo tareas en el ARA San Juan y lleva ocho como parte de la Armada.

El submarinista, de 26 años de edad tenía todas sus cosas a bordo del submarino para partir en el último viaje, pero la urgencia por realizar unos trámites para comprarse su casa le hicieron pedir un permiso especial.

Sus superiores lo eximieron de la misión a último momento, cuando ya parecía que iba a formar parte de la tripulación, según contó su madre.

“Adrián le había solicitado a su jefe unos días para realizar trámites para comprar su casa. Eso le iba a demandar gran parte de su tiempo, así que lo terminaron liberando del viaje. Ya tenía sus cosas listas y le dieron el permiso momentos antes de subir”, dijo Sandra Alvares, la mamá del marino.

Rothlisberger, después de cumplir con los trámites se reintegró al trabajo, por lo cual en estos días volvió a cumplir tareas en la base marplatense.