El dramático rescate de Alan, un chico de 13 años que cayó a un pozo en Tolosa

“No puedo borrarme la imagen de la cabeza”. Todavía abrumada por la sensación de pavor que suele aparecer después de un gran susto, la mamá de Alan, el nene de 13 años que cayó a un pozo de tres metros de profundidad, no tiene palabras para agradecer a los hombres que rescataron a su hijo, a quien por fortuna el accidente no le provocó más que unos raspones.

Ahora, después del episodio que alteró a todo el barrio de Tolosa donde ocurrió el accidente, el pozo quedó tapado y, en principio, sin riesgo de que se repita un hecho similar.

Con un adolescente de protagonista, el accidente resultó un momento desesperante. Así lo describieron Carolina Arrieta, la madre de Alan, el alumno de primer año del anexo 1 de la Secundaria 11 que a la salida de clase pisó en falso y se hundió a través de un agujero formado por la falta de tapa de una cámara de desagües, y la vicedirectora del establecimiento educativo, Pamela Galeano. “Fueron unos pocos segundos pero muy intensos; nos llevamos el susto de nuestras vidas”, contó la docente, también muy afectada por lo ocurrido con el adolescente.

Apenas habían pasado dos minutos de las 17.20 del miércoles. Alan salía del colegio de 25 y 527. Lo esperada su mamá, que había ido, como todas las tardes, a buscarlo en moto. La mujer lo vio acercarse a ella, caminando por la vereda junto a un compañero de clase, y de repente el chico se precipitó en el pozo. “Desapareció de mi vista y lo único que atiné a hacer es largar la moto y correr hacia él, pero no lo pude agarrar. Por suerte estaba el papá de otro alumno que cuando escuchó mi grito no dudó en intentar sacarlo”, dijo Carolina.

La escena que se vivió a metros de la entrada del colegio de Tolosa causó una enorme tensión. Como señaló Galeano, el verdadero peligro no se extendió por mucho tiempo, pero lo poco que duró adquirió un cariz de extremo dramatismo. Y es que el adolescente se cayó en un hueco profundo y recargado de líquido, tanto que desde la superficie de la vereda se escuchaba el ruido del fluir del agua. Confluyeron en salvarle la vida su instinto de atinar a apoyar el cuerpo en alguna parte de la cavidad que le permitió mantener la cabeza fuera del agua y la celeridad en que se ideó un plan para el rescate: un padre que estaba retirando a su hijo y un profesor que terminaba su labor en el aula armaron una suerte de cadena humana y consiguieron sacar a Alan de la cámara.

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Galeano activó de inmediato el protocolo que se debe poner en marcha frente a este tipo de emergencias. Se comunicó con el Same, Defensa Civil y la Policía. Todo el barrio se convulsionó.

Gracias a la acción del padre que reaccionó enseguida y del docente de la institución que colaboró con el rescate Alan salió del pozo. Lo subieron a la vereda. Estaba empapado de pies a cabeza. Fue inmediatamente atendido por los profesionales que llegaron en la ambulancia y aunque emocionalmente se manifestó muy impactado por el accidente, a nivel físico solamente se raspó la mano, la panza y una pierna. Debido a su buen estado no se necesitó trasladarlo a ningún centro de salud.

Tranquilo en su casa

Alan fue visitado ayer por el equipo de Orientación Escolar de su colegio secundario. “Por suerte lo encontramos muy bien; había descansado y estaba tranquilo. Esto fue muy traumático, por eso estábamos preocupados”, comentó, aliviada, la vicedirectora de la institución educativa de Tolosa que tuvo como escenario el accidente.

En el anexo 1 de la Secundaria 11 creen que el alumno volverá a clases el próximo lunes.

Según detalló la docente, no hay registros en el colegio desde cuando pudo haber estado esa faltante de cubierta del desagüe, pues el sistema está sobra la vereda y ese sector peatonal suele estar ocupado por vehículos que estacionan ahí. “Por eso no se veía ni nunca había pasado nada hasta ahora”, añadió a la vez que remarcó no querer “ni imaginar” que pudiera haber sucedido algo parecido con niños mucho más chicos. “Está también la escuela primaria y el jardín de infantes. Esto nos pudo en alerta a todos; espero que sirva para genera conciencia y que haya más políticas de prevención”, concluyó.

La delegación municipal de Tolosa fue advertida por las autoridades del colegio sobre el accidente y se le pidió a la repartición una “urgente” intervención para evitar que se produzca un nuevo hecho de esas características. En la tarde de ayer concurrió al lugar personal de la dirección de Hidráulica de la Comuna y procedió a sellar el pozo y cubrirlo con una tapa metálica.

La operación fue confirmada también por el mismo Municipio. “E agujero ya fue debidamente cubierto y sellado, con una nueva tapa”.

antecedentes

No es, claro está, la primera vez que un episodio de estas características pone en alerta a los vecinos sobre los peligros a los que están expuestos en las calles platenses, minadas de trampas urbanas (ver aparte).

Un rápido repaso por algunos de los antecedentes más cercanos muestra que, por caso, hace dos años un niño de 11 años cayó en un pozo cuando caminaba por 1 y 515 bis y por las heridas que sufrió estuvo 24 horas internado. Años antes, un barrio se movilizó por una nena de 5 años que cayó en una cámara -de poco más de un metro de profundidad- de una obra hidráulica sobre la calle 519 en Ringuelet.