Hay un detenido y buscan a un prófugo por el asalto al repartidor

Investigaban un asalto sangriento contra un repartidor de Glovo y se encontraron con una pieza que podría destrabar pesquisas de los últimos meses por denuncias de robos a ciclistas y motoqueros pertenecientes a empresas y comercios que hacen entregas a domicilio en el casco urbano.

Según informó la Policía, ayer se produjo la detención de un joven de 19 años, de cuya identidad se dieron las iniciales P.B., a quien se responsabiliza por el ataque que sufrió Kevin Sanhueza pasada la medianoche del viernes, en 16 entre 42 y 43.

En tanto que se busca al segundo sospechoso, A.R. de 21 años, quien pasó a la condición de “prófugo”. Ambos viven en Los Hornos y suelen movilizarse en motos de alta cilindrada por esa localidad y la zona del ataque del fin de semana, según la información que brindó ayer de una fuente de la investigación.

Sanhueza trabaja para la empresa de envíos Glovo. Recibió un disparo en el tórax en un intento de asalto mientras esperaba frente a un edificio para entregar un kilo de helado. La bala calibre 22 le produjo lesiones por las que permanece internado en el Hospital San Martín.

El ataque fue protagonizado por dos ladrones que se movían en una moto de alta cilindrada, según la investigación policial.

Los pesquisas analizaron imágenes de cámaras de seguridad públicas y privadas, hablaron con vecinos que acudieron en auxilio del repartidor, sumaron datos del mensaje que envió Sanhueza a sus compañeros de trabajo por WhatsApp luego de ser herido y también hablaron con otros repartidores de la misma empresa.

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Con toda esa información realizaron una composición del escenario que condujo a los dos sospechosos, uno de los cuales fue arrestado.

Según la fuente vinculada al caso, ambos podrían estar vinculados con otro robos con la misma modalidad, que pusieron en alerta a los repartidores. “De los compañeros de Sanhueza contaron que el personal de Glovo que hace repartos por esa zona habitualmente sufrían robos por parte de dos sujetos que se movilizaban en una moto grande. Tenían los apodos de esas personas y sospechaban que se trataban de los mismos que atacaron a Sanhueza”, explicó la fuente.

Así, los policías de la Dirección de Investigaciones de La Plata completaron una identificación y dieron con el domicilio de los dos jóvenes. En una caso, el operativo resultó positivo: a las siete de la mañana ordenaron que les abran en la casa de PB y lo arrestaron.

Un desarmadero de motos

En el otro, se encontraron con un panorama que no buscaban: no estaba A.R. en la casa donde se deducía que lo hallarían, pero los recibió un joven de 27 años conocido como “El Príncipe”. Según se informó, estaba rodeado de motocicletas de alta cilindrada con pedido de secuestro activo y numeración de motor y cuadro adulteradas. También había luces de giros, faroles delanteros, ruedas, asientos, chachas plásticas de motos.

Así, se concluyó en que el lugar podría ser un “aguantadero” de motos robadas, donde funcionaría un taller dedicado a desmantelarlas y vender piezas al mercado negro. El joven quedó detenido en una causa pararela por los delitos de robo y encubrimiento.

Al primer arrestado y al prófugo, los investigan por los delitos de “tentativa de homicidio criminis causa por roba calificado por el uso de arma” en perjuicio de Sanhueza, el “glover” que comenzó a trabajar con una bici, llevando pedidos, con el objetivo de juntar dinero para financiarse la carrera de arquitectura que sigue en la UNLP.

El caso generó la reacción de otros repartidores de empresas del rubro (nuclean a unos 600 en total), que el sábado protestaron en Plaza Moreno, en demanda de medidas que garanticen la seguridad.

Todavía estaban bien frescos en la memoria dos asaltos con heridos. El 21 de septiembre, en 42 entre 30 y 31, actuaron 4 sujetos en 2 motos que exigieron al repartidor la entrega de su bici y otras pertenencias y le dieron puntazos en el tórax y en una pierna. El otro caso sucedió hace un mes en 61 entre 3 y 4. Justo cuando la clienta abría la puerta, dos hombres atacaron al repartidor y se llevaron 3 mil pesos.