Quedó en Banda

Se terminó oficialmente el ciclo de Guillermo Barros Schelotto como director técnico de Boca. A pesar de haber salido bicampeón nacional, quedó en deuda en el plano internacional y las dos finales perdidas ante River, especialmente la última por Copa Libertadores, no le permitieron irse por la puerta grande. “Me voy con la tranquilidad de haber dejado todo”, aseguró ayer en su última conferencia de prensa en Casa Amarilla.

Daniel Angelici, presidente xeneize, fue el encargado de despedirlo: “En medio de un sentimiento amargo que tengo, quiero agradecerle a Guillermo por los campeonatos que hemos ganado y por pelear la Copa hasta el final. El club tenía que tomar una decisión y entendimos que lo mejor para Boca es empezar el 2019 con un cambio, con un técnico nuevo. Sólo es un hasta pronto por lo que ha demostrado Guillermo y por lo ídolo que es”.

El Mellizo asumió como entrenador de Boca el 2 de marzo del 2016 y tras hacer buenas campañas en Lanús.Además contaba con el apoyo de los hinchas, que lo idolatraban por su exitoso paso como jugador.

En ese primer semestre del 2016 el objetivo era claro: ganar la Copa Libertadores. Por este motivo Barros Schelotto dejó a un lado el torneo local, algo que luego le costaría caro ya que al año siguiente no jugaría ningún certamen internacional. En el máximo torneo continental parecía tener todo servido en bandeja, al menos para alcanzar la final, ya que en la semifinal le tocó Independiente del Valle.

Pero el 14 de julio, y bajo una fuerte tormenta, sufrió su primer gran revés al mando del Xeneize: derrota por 3-2 ante los ecuatorianos en La Bombonera y afuera de la Libertadores.

En la temporada 2016/17 apuntó todos los cañones a quedarse con el torneo local y terminó gritando campeón con justicia, ya que se quedó con el primer puesto sumando 63 unidades. El triunfo más resonante lo logró en la fecha 13, cuando se impuso 4-2 ante el Millonario en el Monumental, estadio en el que curiosamente nunca perdió durante su ciclo.

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En el segundo semestre del 2017 arrancó con todo el primer torneo de la Superliga y, a pesar de que aún faltaba mucho para el final, parecía casi imposible que se le escape un nuevo título local. El único lunar de aquellos meses fue la eliminación de la Copa Argentina en manos de Rosario Central, el mismo rival que lo había eliminado la edición anterior.

Este año, al igual que en el 2016, el principal objetivo era obtener la séptima Libertadores, aunque en marzo le apareció un enorme desafío: disputar la Supercopa Argentina ante River el 14 de marzo en Mendoza. El conjunto comandado por Marcelo Gallardo no estaba pasando por un buen momento pero en tierras cuyanas se impuso por 2-0. Otro duro cachetazo para Barros Schelotto.

Con la obtención de la Superliga de punta a punta volvió a tomar aire y, además, pudo inflar el pecho al marcar un récord: 617 días consecutivos como puntero. La consagración del bicampeonato llegó curiosamente en otra de sus casas, el estadio del Bosque.

“Me voy con la tranquilidad de haber dejado todo ”, aseguró Guillermo Barros Schelotto

En la Libertadores se metió por la ventana en los octavos de final pero, en el mercado de pases, la dirigencia le armó un súper plantel que le permitió avanzar hasta la final con contundencia. En el camino quedaron Libertad, Cruzeiro y el Palmeiras, uno de los máximos candidatos al título.

En la serie decisiva le tocó jugar, nada más y nada menos que contra River. El Mellizo sabía que tenía la enorme posibilidad de quedar inmortalizado como el DT que le ganó el máximo torneo continental a su clásico rival, pero no pudo. Tras el 2-2 en La Bombonera, los millonarios se impusieron 3-1 en la vuelta y le dieron la estocada final al ciclo de Barros Schelotto.

Los números finales del Mellizo al mando de Boca son la envidia de cualquier entrenador: 62,7% de los puntos obtenidos con 63 partidos ganados, 31 empatados y 23 perdidos. Pero en los duelos decisivos mano a mano falló y, para colmo, del otro lado tuvo a un River demoledor que le ganó en un mismo año dos finales, una por la Libertadores.