Con 38 votos en contra y 31 a favor, el Senado rechazó la legalización del aborto

Tras casi 15 horas de debate, el Senado de la Nación  rechazó este jueves por la madrugada convertir en ley el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo que había conseguido media sanción en la Cámara de Diputados. Tal como se venía adelantando desde hace varias jornadas, el proyecto no prosperó debido a los 38 votos negativos contra los 31 votos positivos que emitieron los legisladores de la Cámara Alta en casi diez segundos. 

El peronista Omar Perotti (PJ-Santa Fe), la neuquina Lucila Crexell (MPN) que intentaban negociar un proyecto alternativo para despenalizar el aborto, finalmente cumplieron con lo que venían manifestando y se abstuvieron. La cordobesa Laura Rodríguez Machado (Cambiemos) estuvo ausente.

La maratónica sesión comenzó ayer miércoles a las 10 de la mañana con la mira puesta en un debate que desde el arranque se sabía que iba a pasar las 12 horas. Así lo había señalado el enviado especial de EL DIA, Mariano Spezzapria, quien tras algunos sondeos había indicado que el debate se iba a estirar a 14 horas. Según le contaron, el objetivo era terminar temprano para tratar este jueves los allanamientos a Cristina. 

Según pudo constatar EL DIA en el Congreso, los senadores daban por sentado que el proyecto será rechazado. "Hubiera sido bueno que la ley se pudiera sancionar", dijo Miguel Ángel Pichetto, el jefe del bloque del PJ, uno de los que están anotados para los discursos de cierre, junto a la ex presidenta Cristina Kirchner quien finalmente terminó hablando cerca de la 1.30 de la madrugada. 

Afuera del Parlamento, en la esquina de Entre Ríos, un enorme escenario montado por los organizadores de la campaña Pro-Vida mostraba que ese sector tuvo, en esta oportunidad, una convocatoria más importante que cuando sucedió el debate en la Cámara de Diputados. En tanto, el colectivo que defiende la legalización del aborto se concentraban en la esquina de Callao, donde sobresalieron las consignas de partidos de izquierda, con megáfonos incluidos.

Desde las primeras horas del #8A los pañuelos verdes que simbolizan la lucha a favor de la interrupción voluntaria del embarazo comenzaron a poblar la estación de trenes de La Plata en medio de un clima de expectativas por la posible sanción de la ley a instancias del debate que se llevó a cabo en el Congreso de la Nación en la capital federal. 

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Al mismo tiempo, también dieron el presente en el predio ferroviario de 1 y 44 platenses en contra del proyecto de legalización del aborto luciendo los pañuelos celestes que representan la posición "a favor de la vida".

Mientras la histórica sesión se desarrollaba en el recinto de la Cámara Alta, trascendió que el Gobierno estaría evaluando incluir la despenalización del aborto en la reforma del Código Penal con el objetivo de evitar que la mujer que se someta a una intervención vaya presa aunque los partícipes necesarios del hecho, las parteras, sí serían procesados y encarcelados. 

Varios fueron los hechos que marcaron la jornada. Desde la frase de Rodolfo Urtubey con la que hizo referencia a la violación que fue duramente criticada en las redes sociales y en el recinto, pasando por la extensión de las disertaciones que en muchas ocasiones excedieron los diez minutos estipulados y el posterior reclamo de la presidenta del Senado, hasta el insulto que emitió Gabriela Michetti contra Luis Naidenoff, todos fueron hechos que dieron que hablar entre quienes presenciaron el debate. 

La presencia del ex presidente Carlos Menem, quien llegó al Senado acompañado por su hija Zulemita, también estuvo entre los temas destacados de la jornada debido a que en un momento, el veterano senador generó una gran sorpresa cuando se retiraba del recinto de Senadores antes de la votación. Luego se supo que se había ido a su despacho.

Otro hecho destacado fue el que protagonizó la senadora Inés Blas (PJ-Catamarca), quien puso a disposición la renuncia a la presidencia de la Comisión Banca de la Mujer, tras haber recibido fuertes críticas por su rechazo al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.

En un hecho polémico, una senadora apuntó contra el politólogo Jaime Durán Barba. "Hemos sido enredados en una batalla para servir a tácticas de coyuntura. El 'duranbarbismo', con el cinismo que lo caracteriza y ese modo bastardo de abordar la política, ha generado una fenomenal cortina de humo, en un momento que no era el adecuado", sostuvo García Larraburu durante su relato. 

El otro hecho destacado fue el oficio religioso que tuvo lugar esta tarde en la Catedral Metropolitana, en donde el Monseñor Mario Poli salió a reafirmar la posición de la Iglesia frente a este debate. En una misa que se convocó vía redes sociales bajo la consigna #ValeTodaVida, manifestó abiertamente que “se quiere legitimar por primera vez que un ser humano puede eliminar a su semejante”.

En contraposición a esta misa, que se celebró alrededor de las 19.00, hubo dos sucesos anticlericales que ganaron gran trascendencia en las redes sociales. Por un lado, una suerte de apostasía colectiva que impulsó la Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL). Sólo con la firma, cientos de personas que algunas vez habían celebrado algún rito religioso le pusieron fin a su relación con el clero. Por otro, el protagonismo que ganó el pañuelo de color naranja, el distintivo que, según se supo, representa al colectivo que reclama que el Estado se separe de la Iglesia. 

También hubo otro pañuelo que ganó trascendencia: el rojo. En medio de las mareas verdes y celeste, se podía ver este distintivo que, según sus impulsoras, representa al colectivo que exige al Estado que se agilicen los trámites de adopción a fin de facilitar a miles de niños y papás la posibilidad de formar una familia. 

El incidente que se registró en el Salón de las Provincias, donde se encontraba apostada la prensa, tampoco pasó desapercibido. Allí se registró un pequeño altercado cuando un grupo de diputadas pro-aborto, encabezadas por Victoria Donda y Malena Galmarini, intentó ingresar al recinto del Senado para seguir la sesión. No dejaron entrar al grupo y la diputada de Libres del Sur lo denunció en Twitter. 

El discurso que dio la senadora Gladys González (Cambiemos), quedó también entre los hechos destacados de la jornada. Además de defender la legalización del aborto, se quebró al mencionar los "sueños de las argentinas y de sus hijas"."De corazón lo digo: sueño para las mujeres argentinas lo mismo que para mis hijas. Que se enamoren, que planifiquen tener sus hijos como yo lo planifiqué. Sueño con que no tengan que tomar nunca esa decisión...", sostuvo la legisladora con emoción. 

Mientras en el Senado se debatía el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la gobernadora María Eugenia Vidal visitó un programa televisivo y habló al respecto. "Mi convicción es más que religiosa, es filosófica, es personal", dijo en cuanto a su postura negativa en relación a la iniciativa. Y resaltó que: "Más allá de cómo termine la votación yo quiero resaltar algunas cuestiones positivas. Primero, que a pesar de que haya pensamientos diferentes hay una plaza en paz en este momento".

Pero fue el justicialista salteño Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador norteño, quien salió del registro con una frase muy polémica: "Hay casos que no tienen la configuración clásica de la violencia sobre la mujer, sino que a veces la violación es un acto no voluntario de una persona que tiene una inferioridad absoluta de poder frente al abusador, por ejemplo en el abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violencia pero tampoco se puede hablar de consentimiento", afirmó.