Investigan si penitenciarios y policías protegían a la banda narco de “Ioio”

Con todos los presuntos integrantes de la denominada banda del “Ioio” detenidos el viernes por la madrugada, en el equipo de la investigación policial y judicial no dieron por terminado el caso. Más bien todo lo contrario: ahora buscan establecer la presunta conexión que tendrían las actividades de narcomenudeo por las que se acusa a buena parte de la familia Mercado -de Villa Catella- con integrantes de la Policía, para el movimiento de la droga por la Región y con integrantes del Servicio Penitenciario Bonaerense, para que el líder de la organización lograra manejar las actividades con un teléfono, desde la Unidad Nº 9 de Olmos.

“Hubieron varias requisas ¿nunca vieron nada?”, se preguntó ayer

un funcionario cercano a la investigación. La pregunta ilustra un momento de la tarea en la que comenzaron a vislumbrarse las sospechas sobre presuntas revisiones previas al allanamiento el viernes en Olmos donde no apareció el teléfono que luego, con el mega operativo en marcha, se llevaron los policías como prueba para la causa que se investiga en la UFI Nº 1, a cargo de la fiscal Ana Medina y la Ayudantía Fiscal especializada en Estupefacientes (Marcos Vogliolo), con los pesquisas de la Delegación Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de La Plata.

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De fuentes consultadas ayer, este diario pudo saber que en ese teléfono hay información valiosa, entre la que se destaca una lista de alrededor de 40 presuntos clientes de las operaciones que se investigan.

Tras el allanamiento en los lugares de detención de Ezequiel “Ioio” Mercado y su hermano Fabián “Bali”, el Servicio Penitenciario Bonaerense no encontró irregularidades que indicaran la necesidad de una investigación interna, según se informó desde el organismo en el final de la jornada del viernes.

“aprietes por plata”

Los investigadores también avanzan en el análisis de intervenciones de comunicaciones entre sospechosos, que se realizaban desde hace 18 meses y en nuevos elementos que hablarían de un mecanismo de protección de efectivos de la Policía a los distribuidores de la droga. “Hay escuchas referidas a situaciones en las que algún efectivo los cortaba en la calle, pero no para detenerlos sino para apretarlos y sacarles plata”, dijo otra fuente de la pesquisa.