Un robo y un paseo en bici a los tiros por el barrio hartaron a los vecinos de Arturo Seguí

En la localidad platense de Arturo Seguí los vecinos ya perdieron la paciencia frente a la sucesión de robos que -denunciaron- vienen provocando un grupo de menores.

Los mismos frentistas aseguraron ayer a este diario que esos chicos tienen “entre 12 y 16 años” y forman parte de tres grupos familiares unidos entre sí por distintos grados de parentesco y una causa común: el delito.

Si bien puntualizaron que el accionar delictivo se acentuó “desde hace más de un año”, en los últimos días hubo dos situaciones en particular que llenaron de bronca a varios vecinos de Seguí.

Por caso, en la tarde del domingo pasado una pareja se ausentó de su casa en 415 entre 151 y 152, para desarrollar algunas actividades solidarias en la localidad de El Pato, partido de Berazategui, y al regresar se llevaron la peor sorpresa.

El matrimonio, que vive allí con sus dos hijas se encontró con las habitaciones revueltas, algunos muebles destrozados, ropa y otros objetos en el piso.

En medio de la angustia por el disgusto, comprobaron que les habían robado “dos bicicletas, dos revólveres calibre 22 que tenemos para defendernos por la inseguridad, un par de zapatillas y nos desarmaron una moto Corven 150”, le contó ayer a EL DIA Mariana Insaurralde (41), damnificada junto a su familia por el escruche.

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“Además tenían envueltos en bolsas a dos televisores y una bordeadora, que prepararon para llevarse y no lo hicieron. Quizá fue porque escucharon ruidos y optaron con escapar”, calculó la vecina.

Sobre cómo entraron a su propiedad, precisó que “por un lateral de la casa de un vecino rompieron un alambrado e ingresaron por el fondo de la mía. Hasta destrozaron una puerta de reja del vecino y por ahí salieron andando con mis bicicletas”.

El episodio contagió de indignación a otros integrantes del barrio, entre ellos Carla, quien mencionó que “pedimos un policía de consigna para proteger que no le roben más cosas a esta familia hasta que regresara, ya que había una puerta rota. Pero no vino nadie”.

Insaurralde aportó después otro factor de enojo por la “impunidad” con que ese grupo de adolescentes se mueve por el barrio. Y al respecto, citó que “luego del robo yo puse un mensaje en una red social y un pariente me llamó para contarme que en ese momento uno de estos chicos andaba en la bici de mi marido, a los tiros con un revólver que se llevaron de mi casa”.

El fastidio de la mujer era evidente y no es para menos. Según contó: “ya entraron a robar en casa cinco veces. En cuatro oportunidades no estábamos y la restante fue una noche en la que estaba durmiendo con mis dos hijas. Por suerte no nos despertaron”.

EVALÚAN CORTAR EL CENTENARIO

Ayer a la tarde, un grupo de vecinos del barrio se reunió en diagonal 145 y 41 bis, donde se encuentra el destacamento policial, y analizó la problemática planteada.

“Quienes vivimos acá estamos analizando cortar el camino Centenario, en ambas manos de circulación, a ver si los responsables de actuar para defendernos toman conciencia de lo que padecemos”, dijo otra vecina que habló con este diario.