Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Política y Economía |Panorama laboral

Durante 2018, el salario real de los argentinos perdió un 11%

Esta caída resulta superior a la ocurrida en los años 2016 (-9,6%) y 2014 (-3,6%). Asimismo, en la mayoría de las zonas geográficas del país subió la tasa de desempleo

Durante 2018, el salario real de los argentinos perdió un 11%

El buen desempeño del primer trimestre evitó una baja mayor/archivo

Marcelo Capello  - Gerardo García Oro

6 de Enero de 2019 | 03:11
Edición impresa
IERAL

 

Desde hace una década el mercado laboral ha perdido el dinamismo que lo caracterizó en el periodo 2003-2008, en el cual la economía crecía a tasas “chinas”, con recuperación del empleo tras la crisis económica de finales de 2001 y la fuerte caída del salario real ocasionada por la posterior devaluación de la moneda doméstica durante 2002. Con baja utilización de la capacidad instalada y muy bajos salarios reales, durante algunos años el empleo creció a la par de la demanda agregada, hasta que ya no hubo tal exceso de exceso de capacidad ni salarios reales tan bajos (2008), cuando la expansión del empleo privado se estancó, especialmente el provisto por sectores transables.

Tomando como referencia el último nivel de inflación informado por el INDEC para el mes de noviembre de 2018, situado en un 3,2%, y del 48,5% en su variación interanual, queda claro que la mayor parte de los trabajadores asalariados (cuyas actualizaciones retributivas se situaron en un entorno del 28-30% anual) debieron soportar una fuerte caída del salario real.

Esto ocurrió no sólo en entornos informales, sino también entre trabajadores registrados y amparados por la protección gremial correspondiente a cada sector. Sólo resultaron exentos de esta situación aquellos sectores del ámbito público y privado que acordaron la instauración de cláusula gatillo o revisión salarial sujeta a determinadas condiciones (aunque en algunos casos también sufrieron pérdidas parciales debido a ciertos rezagos en la actualización de su retribución).

En el promedio general, los asalariados durante 2018 perdieron un 11% de su salario real en términos interanuales. Esta caída resulta superior a la ocurrida en los años 2016 (-9,6%) y 2014 (-3,6%). Sin embargo, el mejor funcionamiento de la economía durante 2017 (año en el cual el empleo había crecido un 0,7% por encima de la dinámica demográfica) permitió un primer semestre de 2018 que en cierta forma acabó compensando el mal desempeño laboral de la segunda mitad de año, por lo que el resultado acabó siendo una expansión (aunque muy baja) del 0,2% del empleo, también por encima de la tasa de crecimiento vegetativa.

Esto no había sido posible en los años recesivos de 2014 y 2016, en los que junto con el deterioro del salario real también había caído el empleo, a razón del 3,7% y 0,2% interanual respectivamente, aplicando de igual manera la corrección sobre la trayectoria demográfica mencionada.

El salario real en el sube y baja

Ante la inquietud de dónde debería priorizarse la agenda de instrumentos de la cartera de Trabajo, sirve la consideración de lo ocurrido en los años consecutivos a los periodos adversos de 2014 y 2016. En 2015, el salario real tuvo un crecimiento del 3,5% en términos interanuales, compensando totalmente la pérdida ocurrida durante 2014. Fue un periodo en el cual la fuerza gremial logró imponer condiciones en las negociaciones y no se logró el cumplimiento de la pauta de actualización salarial sugerida para entonces por parte del Gobierno Nacional. En igual sentido, también se produjo en este periodo una fuerte expansión del empleo (2,2% por encima de la dinámica demográfica), aunque con un significativo aporte del empleo público, y pese a ello, sin lograr compensar la caída del 3,7% correspondiente a 2014.

Durante 2017, la recuperación del salario real fue del 3,5% en términos interanuales (significativamente inferior a la pérdida del 9,6% observada en 2016) y el empleo tuvo una muy baja capacidad de recuperación (apenas 0,7% por encima del ritmo demográfico).

Así, el año 2019 muy probablemente se caracterice por la conflictividad gremial, en víspera de un año electoral y por el intento gremial de recuperar el salario real, en que es posible que el salario le gane a la inflación por 2 o 3 puntos porcentuales. Sería un escenario que permitiría una leve recuperación del salario y el consumo, sin recuperar toda la pérdida del 2018, Y sin poner en riesgo los objetivos inflacionarios Y de tipo de cambio real que tiene el gobierno.

La administración de los instrumentos de la cartera de Trabajo deberá velar por que se alcance un equilibrio entre ambas partes que defienda los puestos de trabajo vigentes, la competitividad de los sectores y permita la inclusión laboral del creciente bloque de desocupados, al cual se ha incorporado una importante cantidad de personas que provenían de la inactividad laboral y vieron la necesidad de generar una nueva fuente de ingresos para sus hogares.

Más personas buscan trabajo

Al respecto la tasa de actividad o participación laboral correspondiente al tercer trimestre de 2018 (situada en un 46,7% de la población total) se encuentra entre las más altas de los últimos diez años, y esta expansión ha ocurrido de manera conjunta al crecimiento en la tasa de desempleo, situada en un 9,0% de la población económicamente activa (PEA). Esto implica, 2 millones de personas que buscan empleo y no lo consiguen.

En términos regionales, sin embargo, se perciben importantes contrastes en los niveles de participación laboral. Por ejemplo, para el tercer trimestre de 2018, la tasa de actividad más elevada se encuentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con un 53,8% de su población dentro del mercado de trabajo (como ocupada el 91,6% y como desocupada el 8,4% restante, en base a la tasa de desempleo informada), mientras que en el NEA, la tasa de actividad asciende tan sólo al 40,4% de su población. Este hecho, por su parte, redunda en que la tasa de desempleo de esta región encuentre niveles sustancialmente bajos, 4% de su PEA para el periodo considerado.

Sin embargo, y pese a estos contrastes, las tendencias interanuales en participación laboral se acentúan en los casos de las regiones de Cuyo (+1,9 p.p.), Pampeana (+1,6 p.p.) y Partidos del GBA en menor medida (+0,2 p.p.), mientras que se encuentran pequeñas bajas en CABA (-0,1 p.p.) y el NEA (-0,3 p.p.), y caídas de mayor magnitud en el NOA y en la región Patagónica, con una reducción de 0,8 p.p. en su ya pequeña tasa de participación laboral.

Asimismo, exceptuando el caso de Cuyo, NEA y NOA, en las restantes regiones urbanas relevadas por la Encuesta Permanente de Hogares de INDEC, se produjo un incremento en la tasa de desempleo, en línea con el resultado observado en la comparación a nivel nacional.

Por su parte, el deficiente desempeño del mercado laboral también puede observarse a través de la trayectoria errática de la tasa de empleo, calculada como el total de ocupados de la economía respecto a la dimensión de la población total. El último resultado disponible de este indicador arroja que el 42,5% de la población se encuentra ocupada (tercer trimestre de 2018), sin haber logrado progresos significativos en la dimensión del bloque de trabajadores ocupados, a lo largo de más de una década.

Al contexto expuesto, puede añadirse el hecho de que cuatro de cada diez ocupados se desempeñan en entornos laborales de baja productividad, altas dosis de inestabilidad y fragilidad en los ingresos que éstos puestos les generan. En total, son unos 8,2 millones de ocupados que enfrentan condiciones laborales precarizadas y dignas de ser contempladas en las discusiones de las problemáticas que enfrenta el mercado de trabajo.

Para hacerlo, se requiere de estrategias activas que movilicen oportunidades para los trabajadores estructuralmente más desprotegidos, pero también alcanzar consensos para promover la creación de puestos formales en un marco de relaciones laborales flexibles y adaptadas a las nuevas formas de trabajo y organización productiva, que contemplen además las múltiples realidades productivas propias de cada región y las oportunidades estratégicas de empleo con una mirada de mediano y largo plazo.

3,5

Por ciento fue la recuperación del salario real durante 2017. Pero el empleo igual tuvo una muy baja capacidad de recuperación (apenas 0,7 por ciento por encima del ritmo demográfico)

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$650/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$500/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$500.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $3950.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla