El premier italiano amagó con dimitir por las internas entre la Liga y el Cinco Estrellas

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, aseguró hoy que pondrá su cargo "a disposición" si las dos fuerzas que forman el gobierno, la Liga, de Matteo Salvini, y el Movimiento Cinco Estrellas, de Luigi Di Maio, no terminan con los cruces y tensiones al interior del Ejecutivo.

"Las fuerzas políticas que tienen la mayoría deben ser plenamente conscientes de su responsabilidad. Quiero ser claro con los ciudadanos: si no hay una clara asunción de responsabilidad como pido, y si los comportamientos no son coherentes, pondré mi mandato a disposición del presidente de la República", planteó este lunes Conte en un mensaje a los italianos.

El primero en responder de forma positiva al ultimátum de Conte fue el vicepremier Salvini, quien planteó en redes sociales:"La Liga está pronta. Vamos adelante si todos mantienen la palabra, no tenemos tiempo que perder".

Minutos después llegó también el apoyo del otro vicepremier, Di Maio, quien a través de Facebook aseguró que "esta es la única coalición de mayoría posible, seguimos adelante con lealtad y coherencia".

Conte reclamó a las dos fuerzas del gobierno que trabajen en un clima de "leal colaboración" y las exhortó a dar una respuesta "clara, rápida e inequívoca" sobre el futuro de la coalición.

El mensaje de Conte se dio en medio de las tensiones dentro del gobierno de coalición por las posturas encontradas entre la Liga y el Cinco Estrellas sobre política económica e inmigración, exacerbadas durante la campaña al Parlamento europeo de fines de mayo. 

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"Les pido que piensen si quieren continuar con el gobierno o si quieren reconsiderar las posiciones. Yo sigo disponible para continuar trabajando", reclamó Conte, un abogado de 54 años que encabeza el Ejecutivo desde el 1 junio de 2018.

Durante su intervención de este lunes, Conte reconoció que "lamentablemente aún no se apagó el clima electora y todavía vivimos una súper excitación" en la política local.

"Mis relaciones personales son optimas con todos los ministros, así como con los dos vicepremiers", aclaró, aunque pidió frenar las polémicas a través de los medios y reclamó a las fuerzas que "no interfieran" en las acciones que lleva adelante como premier, especialmente en la relación con Europa.

En las últimas semanas, Salvini había tensado la cuerda con Bruselas y había pedido que los organismos continentales "no manden cartitas" con reclamos por el exceso del gasto público italiano.

"Esta experiencia de gobierno tuvo que convivir con varios ciclos y campañas electorales, que resintieron el clima de cohesión que había caracterizado el trabajo de las fuerzas de gobierno. especialmente la campaña para las europeas", argumentó Conte sobre las tensiones generadas en las últimas semanas. 

A fines de mayo, Salvini se impuso con claridad en las elecciones al Parlamento europeo, duplicando los votos del Cinco Estrellas, y planteó que iba a buscar como "prioridad" del Ejecutivo las promesas de campaña de la Liga en detrimento de las de la fuerza de Di Maio.

Según el premier, el resultado electoral generó que fuera "notablemente modificada la relación de fuerzas al interior de los dos partidos que componen el gobierno".

Más allá del fuerte llamado a la Liga y al Cinco Estrellas, Conte lanzó hoy la denominada "fase 2" del gobierno, con la que buscará hacer eje en obras y medidas significativas para dejar "una Italia mejor a las futuras generaciones":

"Hoy inicia la fase 2 del gobierno, que estará fuertemente dedicada a las inversiones y al crecimiento, a través de un plan de reformas estructurales", anunció Conte en una declaración desde la sede del Ejecutivo, en la que explicó que la nueva fase del gobierno estará basada en infraestructura, obras públicas y apoyo a las empresas para crear "efectos virtuosos sobre la ocupación", así como anunció que se transferirán competencias a las regiones. 

En los meses previos a las elecciones al parlamento regional, las dos fuerzas habían marcado sus diferencias de fondo en base a temas como la política inmigratoria, en la que Salvini busca cerrar las fronteras del país, o las grandes obras de infraestructura con las que la Liga busca favorecer al norte italiano y encuentra resistencias del Cinco Estrellas.