Otra vez dejó dudas en el juego y el árbitro lo perjudicó con dos penales

Estudiantes perdió su primer partido en la Superliga. No fue un desastre ni su rival lo superó de punta a punta. No fue un partido para agarrarse de los pelos ni para salir corriendo. Pero volvió a jugar mal como la semana pasada ante Aldosivi y por eso el 1-0 ante Banfield le dejó más dudas que certezas a Gabriel Milito y compañía.

Tampoco se puede dejar pasar por alto la tarea del árbitro Nazareno Arasa. Determinante en el resultado final. Porque en siete minutos le cobró dos penales al equipo local que dejaron enormes dudas. El primero, cuando la pelota pegó en el antebrazo izquierdo de Facundo Sánchez, tras un cabezazo de Bertolo. El defensor no tuvo intención e incluso estaba mirando para otro lado. Más polémico fue el que cobró siete minutos después, a los 44. Iván Gómez entregó mal la pelota para atrás, lejos de la posición de Schunke. La aprovechó Nicolás Bertolo, que se metió dentro del área y se dejó caer en su contacto con Mariano Andújar, que tocó la pelota (de hecho salió despedida hacia el costado) antes que al jugador. El primer penal se lo atajó a Jesús Dátolo; pero el segundo, a los 44, acabó en gol, el gol de la injusta victoria del Taladro.

En la cancha se pudo ver a un Arasa totalmente desbordado por la situación. Desde que comenzó el partido los jugadores de experiencia de Banfield le reclamaron absolutamente todas las jugadas, propias y ajenas. Le hablaron tanto que su desempeño quedó la duda de no haberse dejado intimidar tanto. Y sobre todo porque en el complemento trató de compensar al sancionar en favor de la visita cada una de las jugadas polémicas.

Ahora bien, así como ayer el árbitro lo perjudicó, no puede pasarse por alto que hace una semana otra decisión arbitral lo favoreció de sobremanera, porque de haberse convalidado el tanto a Aldosivi el partido hubiese terminado 1-1. Aquella vez el error fue del asistente.

OTRA VEZ EL PINCHA QUEDÓ EN DEUDA CON SU JUEGO

Una vez aclarada la situación del árbitro, es conveniente remarcar que Estudiantes jugó mal y que sería imprudente responsabilidad solamente a Nazareno Arasa.

Como ante Aldosivi, dejó dudas. Muchas dudas que no estaban previstas para esta época del año, luego de un aceptable cierre de semestre pasado, tres meses de receso y la llegada de jugadores de nombre pedidos por el entrenador.

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Pero quedaron en evidencia dos problemas que ya habían sido marcados: la falta de un conductor y las carencias en el sector izquierdo de la defensa. Estudiantes no tuvo un generador de fútbol y otra vez el tridente del medio quedó fuera de lugar. Da la sensación que Gómez, el jugador más regular del semestre anterior, se está descomponiendo jugando lejos del círculo central. Encima, ni Kalinski ni Estévez son jugadores para proponer juego.

#TNTSports | ¡Ahora sí! Nico Bertolo cambió el penal por gol y abrió el marcador para el Taladro.#Banfield 🆚 #Estudiantes pic.twitter.com/cCPBE82j6p

— TNT Sports LA (@TNTSportsLA) August 4, 2019

Aun así el Pincha jugó interesantes primeros 30 minutos. Por derecha Manuel Castro desbordó varias veces y lo mismo hizo Ángel González por izquierda. Y Federico González volvió a mostrar movimientos interesantes. En ese período el delantero tuvo dos chances y Nahuel Estévez desperdició un mano a mano inmejorable.

En la parte final, ya 0-1 en el marcador, no tuvo lucidez para llegar hasta el arco de Conde. Fueron arrebatos individuales que no condujeron a nada, igual que la semana pasada, cuando habían sido Matías Pellegrini y Ángel González los abanderados.

Milito probó primero con Edwar López y Diego García. Pero más allá de las ganas ninguno de los dos pudo hilvanar una jugada con final feliz. En definitiva, poco hubiesen podido hacer, porque el desequilibrio por la punta a veces sirve con un “9” dentro del área, algo que el equipo no tuvo. Y con juego colectivo, otra cosa que careció Estudiantes.

La derrota, además, le volvió a encender las luces de alarma respecto a la lucha por no descender. El lote es grande y son varios los equipos que quieren evitar caer dentro del grupo de tres. Pero la realidad es que entre Estudiantes y el primero equipo que hoy está descendiendo hay apenas seis puntos: 68 a 62. Dos partidos nada más. Por eso, la derrota lo devolvió a una realidad que no le es ajena. Si le tocase una racha negativa como tuvo tiempo atrás con Lucas Bernardi y Leandro Benítez como técnico se embarrará del todo.

Lejos del drama, el presente de Estudiantes amerita un análisis en el Country. Ni los fuegos artificiales de hace unos meses tras la venta de Pellegrini y llegada de algunos refuerzos, ni la preocupación de tiempo atrás, cuando el equipo estaba por el fondo de la tabla. No le sobra nada, tiene mucho por mejorar y debe aprender a minimizar los errores. Por ahora el crédito está abierto pero no debe jugar con fuego.