Golpe al Bind: mientras buscan a la banda, los investigadores ponen la lupa en el Banco

Como si fuese una torta humeante, el tesoro de la sucursal del Banco Industrial, situada en 15 entre 57 y 58, despedía aroma a peligro en el mediodía del martes, según calculan los investigadores del audaz golpe que en tes minutos de acción, dejó un botín de 20 millones a seis ladrones.

La enorme caja de valores de la sucursal estaba abierta en una situación que no solo abre interrogantes entre policías y funcionarios de la Justicia. También contradecía la orden que la empresa propietaria del Banco le da a sus gerentes. Así lo indicó un funcionario del nivel Zonal, que ayer declaró ante la fiscal del caso, María Eugenia Di Lorenzo (UFI Nº 17).

La entrevista discurrió sobre el sistema de seguridad que aplica la entidad con respecto al acopio de dinero.

Así como el tesoro debe estar cerrado, también las gavetas en las que se guarda la plata cuando ingresa por las cajas. Este último sistema cuenta con un mecanismo regido por un temporizador. En los primeros pasos de la pesquisa se advirtió que cuando llegó la banda, a las 11.30, todo estaba abierto. “Se llevaron la plata del tesoro y también la de las cajas”, contó una fuente vinculada con la investigación.

Decenas de testigos vieron (y las cámaras del Banco lo tomaron) a cinco ladrones entrando al trote tras descender de un Peugeot 208 robado en Glew unos días antes. Los esperaba un chofer, en doble fila. En menos de tres minutos llenaron bolsas con 12 millones de pesos, 100 mil dólares y una cifra no determinada de euros que al cambio dieron un total de 20 millones.

Los ladrones abandonaron el auto en 68 y 14. Nada más se sabe de ellos. Aunque los pesquisas tienen algunas pistas que conducen al sur del Conurbano. Hay datos que hablan de un recorrido por la ruta 6 y un paso por Florencio Varela.

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Dentro de la sucursal golpearon a un gerente sustituto (el titular esta de vacaciones) y también al custodio, quien fue reducido por la banda.

Los videos, del sistema de cámaras del banco los muestran decididos, veloces y con movimientos certeros. Incluso, para amedrentar a decenas de clientes, en su mayoría jubilados que cobran sus haberes allí. Los clientes miraban azorados cómo un integrante de la banda revoleaba un fusil de guerra con ademanes de amenaza.

También estaban pertrechados con una maza que no les hizo falta. Según contó ayer la fuente, no debieron vulnerar materiales anti ladrones.

“Si todo hubiese estado cerrado, no se podrían haber llevado tanto dinero y en tan poco tiempo”, apuntó la fuente. Esos datos son los que siembren dudas con respecto a la actuación del personal del Banco. No hay acusaciones para hacer, pero la investigación ya tiene dos canales principales: la búsqueda de los ladrones y la divergencia entre lo que indica el manual de la seguridad bancaria y lo que se expresó en la escena del golpe.

Así las cosas, no se descartaba ayer la ampliación de la lista citaciones a la Fiscalía, con testigos e integrantes del staff del Banco. “Más allá de las normas del Banco, queremos ver si las cumplen”, insistió la fuente. Eventualmente, la Justicia avanzará sobre las causas del incumplimiento o ablandamiento de esos procedimientos.

En la cuadra del Bind, todavía hay conmoción. “La pasé muy mal. Fue un susto grande para no sólo para la gente del Banco y los jubilados que estaban en ese momento. También para los vecinos, porque eran delincuentes peligrosos y si llegaba la Policía capaz que se escondían en alguna casa de la cuadra. Pero la Policía llegó tarde, cuando los tipos ya habían escapado con muchísima plata”, le contó a este diario una vecina.

La mujer, que pidió reservar su identidad, recordó que su hijo estaba en la vereda cuando aparecieron los ladrones. “Vinieron en un Peugeot 208 y lo dejaron estacionado en medio de la calle. Como es angosta no podía pasar ningún otro coche. Taponaron la cuadra. Luego entraron al Banco a los gritos”.

La vecina apuntó que vio cambios en la seguridad del Banco. “Tiene cámaras y alarma. Hay un solo custodio que ni armado está, me parece”, dijo y añadió que “hace un tiempo había dos policías de la Bonaerense que vigilaban con sus motos en la vereda del enfrente”.

Según la mujer, entre el personal golpeado por la banda también hay una empleada de limpieza. “Le dieron una trompada en la cara y empujaron al piso a una jubilada”, detalló. Tras el asalto “llegaron tres ambulancias. Los policías vinieron después de un buen rato, por lo menos 15 minutos después de que pasó todo. Y los médicos tuvieron que atender a algunas personas jubiladas que estaban con un shock nervioso importante”, dijo la vecina.

Por último, la mujer aportó que a la cuadra volvió la calma y “hoy (por ayer) el Banco trabajó de manera normal en la atención al público”.