Un joven agoniza y creen que fue baleado cuando intentaba robar en una casa en Punta Lara

Los policías llegaron al Hospital Cestino, de Ensenada, alertados por el caso de un paciente gravemente herido y se encontraron lo que podría ser otro caso en el que una víctima resiste a tiros un robo en medio de la noche. Esta vez, sería en Punta Lara.

Según informaron fuentes judiciales y policiales, el caso se presentó con la internación de urgencia de un joven de 22 años, en la madrugada del domingo. Está indocumentado, pero reside con su familia en inmediaciones de 7 y 128, según la Policía. Según informaron los médicos, llegó al hospital con una herida de arma de fuego que atraviesa el abdomen, de izquierda a derecha.

La lesión obligó a una intervención quirúrgica de emergencia. Según la Policía, el parte médico indica que se encuentra en “estado crítico” con un “coma farmacológico inducido”, asistido con un respirador artificial .

La herida produjo daños significativos en los órganos. El cuadro indica “peligro crítico para el paciente”, detalló una fuente vinculada con la investigación.

Así las cosas, los policías de la Dirección de Investigaciones de La Plata, con instrucción de la fiscal penal en turno, María Eugenia Di Lorenzo (UFI Nº 17) comenzaron a preguntarse en qué circunstancia pudo recibir esa agresión el joven.

En los primeros pasos, recurrieron a los familiares del paciente. Según apuntó la fuente consultada ayer, los detectives hablaron con la madre, la hermana y el padre.

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Se dudaba sobre la posibilidad de que el joven hubiese sido atacado en el contexto de un asalto en la calle. Sin embargo, el rompecabezas que se empezó a formar ayer tras las primeras evidencias parece indicar lo contrario.

La fuente del caso indicó que por estas horas hay una hipótesis en proceso, según la cual el joven habría ingresado a una vivienda con la finalidad de robar y alguien le habría disparado para evitar ese hecho.

Ese relato se basa en una reconstrucción de esas horas, según la cual el joven estaba junto a su hermana, su novia y un amigo, todo menores de edad. “Tuvieron contradicciones pero se pudo establecer que el herido, que estaba alcoholizado y drogado, se metió en un domicilio de la zona de 11 y 114.

El grupo iba caminando hacia la casa de uno de los chicos y el muchacho que está internado se habría metido en una casa, donde habría comenzado a golpear un auto color azul.

Una de las chicas le insistía para que deje de hacer eso y el grupo se habría ido caminando, dejándolo solo ahí”, dijo el Policía consultado por este diario.

La secuencia, armada en base a lo que fueron relatando en sus declaraciones los familiares y amigos, indica que cuando los menores ya estaban a una o dos cuadras de lugar de la intrusión , sintieron detonaciones de arma de fuego.

Uno de los problemas con que se encontraron los policías es que a ni la ubicación donde apareció el herido, ni lo relatos de quienes lo acompañaban ayudaron para determinar cuál es la vivienda a la que supuestamente ingresó.

Los chicos marcaron un punto donde no había una casa o tuvieron contradicciones con la calle donde ocurrió todo.

Por el momento, solo encontraron sospechas de delito en su propia familia, donde se admitió que el joven herido “se dedicaría a robar, llevando un modo de vida peligroso.