“Del Sunderland hasta la muerte”: un fracaso que afirmará tu amor por el fútbol

Si el fanatismo por el fútbol estuviera ligado solamente a los resultados, iríamos cambiando de equipo según la tabla de posiciones. Pero no funciona así: en aquellos momentos en en los que son más los partidos perdidos que ganados, y en donde inclusive se mezcla con una crisis institucional, el hincha infla el pecho para reafirmar su sentido de pertenencia con su club. Como decía el personaje de Guillermo Francella en “El secreto de sus ojos”, hay una cosa que no se puede cambiar: la pasión.

“Del Sunderland hasta la muerte” (Netflix) es la serie-documental ideal para todo aquel que fin de semana tras fin de semana sufre siguiendo al equipo de sus amores. Con una segunda temporada recientemente estrenada, cuenta desde adentro como el Sunderland de Inglaterra se derrumba tanto a nivel deportivo como institucional, dejando en evidencia por qué sucedió. Todo aquel que ama el deporte más popular del mundo, y sea del club que sea, se sentirá muy identificado.

El Sunderland Association Football Club se fundó en 1879 y es considerado el mejor equipo del noroeste inglés. Ganó 6 veces la Liga de Inglaterra (1892, 1893, 1895, 1902, 1913 y 1936) y finalizó como subcampeón en cinco ocasiones, un registro solo superado por otros cinco clubes; además gritó campeón dos veces la FA Cup (1937 y 1973) y levantó la Supercopa de Inglaterra (conocida como Community Shield) en 1936. Por otro parte, cuenta con una gran cantidad de fanáticos, ya que es el equipo representativo de la ciudad portuaria de Sunderland, la cual tiene cerca de 300.000 habitantes.

En este contexto, su descenso a la segunda división en el 2017 fue un golpe muy duro y el objetivo era claro: regresar a la Premier League. Es ahí cuando aparece la productora audiovisual Fulwell 72, cuyos administradores son fanáticos del club y hasta se plantearon la idea de comprarlo. Querían mostrar desde adentro el regreso a la máxima categoría y Ellis Short, por entonces propietario del Sunderland, aceptó la propuesta de abrir las puertas con el objetivo de traer a nuevos inversores.

Pero la ilusión de volver a competir contra el Manchester United, Liverpool, Arsenal y compañía no estaba aferrada a bases sólidas y, como una pirámide de cartas, se desplomó. Por ende, la primera temporada de la serie termina mostrando cómo el Sunderland vuelva descender y cae a la League One, la tercera categoría inglesa. Nada sale bien: refuerzos que no dan respuestas dentro de la cancha, entrenadores que no le encuentran la vuelta al equipo, un gerente deportivo que hace malabares con lo que tenía y un propietario que parece importarle poco lo que sucede.

Los hinchas también son protagonistas, ya que se muestra cómo conviven con la desesperanza de ver cómo el club se cae a toda velocidad en un pozo sin fondo. Además la serie plantea, casi sin quererlo, el debate de las sociedades anónimas: un club que ya no es más de los socios y todo depende de un propietario, el cual puede cortar el flujo de dinero como en este caso y hacer estrellar el “auto contra un árbol”. Los fanáticos, que siguen concurriendo en gran número al imponente “Estadio de Luz”, pueden hacer poco y nada.

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SIN CARETAS

Uno de los puntos fuertes de esta serie es que muestra el “detrás de escena” del fútbol sin maquillaje. Son varias las producciones hechas en los últimos tiempos sobre la intimidad de diferentes equipos o deportistas (algunas en Netflix, como la de Juventus o Boca), pero en las mismas siempre hay cosas que se ocultan para dejar bien parados a los protagonistas. En “Del Sunderland hasta la muerte” nadie se salva: se ven peleas, se escuchan comentarios desafortunados y se muestran todos los desaciertos.

Hay apenas unos pocos momentos en los que los protagonistas piden intimidad, pero los productores de la serie se encargan de dejarlo en claro. Por eso, en tiempos donde los planteles de fútbol profesional están más aislados que nunca de la gente, en esta serie rompen las barreras y se encargan de pasar todo lo que ocurre dentro de las instalaciones del club.

Obviamente que no todos quedaron conformes con que todo salga a la luz. Tras la primera temporada, que fue un éxito mundial en Netflix y permitió el estreno de la reciente segunda parte, el entrenador Simon Grayson (tiene el triste récord de haber sido el de menor duración en la historia del Sunderland) quedó enojado por cómo fue retratado, principalmente pensando en el futuro de su profesión. Chris Coleman, su sucesor, tampoco estuvo muy de acuerdo con la idea de que todo se mostrara, menos aún cuando vio que uno de sus dirigidos lo critica frente a la cámaras por sus formas de conducir el plantel.

TODOS SOMOS DEL SUNDERLAND… Y ODIAMOS A JOSH MAJA

Si algo logra “De Sunderland hasta la muerte” es que veamos con cariño aç dicho club. Por eso, en la segunda temporada, nos subimos a la ilusión de los hinchas de ascender a la segunda categoría. Y, junto a ellos, sufrimos a pesar de ya saber cómo va a terminar todo.

Algunos dudaban de si la segunda parte podía atrapar tanto como la primera, pero la misma tiene particularidades que hacen enganchar al espectador. Sin dudas que el gran protagonista (y villano) es el jugador nigeriano Josh Maja. Al igual que los fanáticos que van domingo tras domingo al estadio, nosotros también lo terminamos odiando con el correr de los capítulos (sino la viste aún, te recomiendo dejar de leer a partir de ahora).

Maja se transforma en el goleador del equipo con menos de 20 años (15 goles en 24 partidos) y parece ser la clave para ascender. Pero hay un problema: su contrato se vence y el delantero nigeriano rechaza todas las ofertas del club para renovar. En apenas seis meses quedará libre y varios clubes ya empiezan a contactarlo para negociar de manera personal. Sunderland, sin muchas opciones, decide venderlo un precio muy inferior al Girondins de Burdeos de Francia y pierde a su “9”. El principio del fin en su ilusión por el ascenso.

La tercera parte de la serie, mostrando la temporada actual (la cual tiene el condimento extra de la pandemia del coronavirus), aún no está confirmada. Pero, más allá de si dentro de un año saldrá o no en Netflix, todos aquellos que nos hemos encariñado con el Sunderland seguimos de cerca con nuestro celular su día a día esperando su ascenso. Aunque, nobleza obliga, gracias a sus fracasos recientes se le dio forma a una de las mejores series deportivas de los últimos tiempos. Si te gusta el fútbol, no dejes de mirarla.