Del “robo consumado” a los 25 tiros entre el policía y la banda

“Regalado”. En palabras de un investigador, así ingresó un joven oficial del Comando de Patrullas al amplio predio de “Coco”, la casa de materiales para la construcción situada en 66 entre 165 y 166. El policía llegaba con una denuncia de robo consumado. Eso quiere decir que ya sucedió todo y solo queda actuar ante el daño. Mientras atravesaba la penumbra, caminando hacia una de las viviendas de los dueños del comercio, vio una figura humana y pensó que era una de las víctimas. En adelante, ocurrió algo que quizás no olvide: en un minuto se tiroteó con cuatro ladrones, repartió cinco balazos en los cuerpos de dos y puso en fuga a los otros dos.

Según el recuento de vainas y plomos que se realizó entre la noche del sábado y ayer, hubo 25 disparos en el enfrentamiento entre la banda de ladrones y el policía que era secundado por otro agente, a varios metros de distancia. Esa fue la escena final de un asalto lleno de violencia, que dejó un delincuente de 33 años muerto por un disparo en el abdomen y otro gravemente herido, de 52, que está internado en el Hospital de Gonnet.

Eso ocurrió alrededor de las 19.30 del sábado, cuando una banda ingresó al corralón, con los bienes de sus propietarios como objetivo. Redujeron a 7 personas y tras amedrentarlas con armas y darle un culatazo en la cabeza a una mujer comenzaban la retirada con un botín conformado por 3 mil dólares.

En la puerta de una de las dos viviendas donde atacaron, uno de los ladrones vio llegar al policía. “El móvil del Comando tenía una denuncia que se hizo al 911 por un robo consumado. Entonces, entró caminando con el arma en la cartuchera. Vio a una persona a lo lejos, porque el lugar es grande y cuando se fue acercando comenzó el tiroteo. El oficial, de 20 años, comenzó a intercambiar disparos con uno y le dio en el abdomen. Luego, aparecieron otros dos y a uno le dio cuatro tiros entre el abdomen y una pierna. Ahí apareció otro más”, contó una fuente de la investigación sobre la reconstrucción de la escena.

Según esa versión, el primer herido fue un hombre identificado como Damián Milei, quien murió más tarde en el Hospital de Romero. El segundo es Francisco Segovia, quien está convaleciente en Gonnet, se indicó.

DE AVELLANEDA A LA PLATA

Ambos son del área de Avellaneda y en la pesquisa calculan que los otros dos que huyeron, que aún no fueron identificados, también son de esa zona del Conurbano.

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“No hay que descartar que haya alguno más. Seguramente llegaron en auto y quizás los estaba esperando un quinto integrante de la banda”, calculó la fuente.

El episodio dio lugar a una investigación de la fiscalía penal en turno (UFI Nº 15), a cargo de la fiscal Cecilia Corfield. La funcionaria se presentó en el lugar y supervisó el inicio de actuaciones en la escena.

La fiscal dispuso el secuestro de las armas. Tanto de los ladrones como del Policía. Ayer, no había reproches para el oficial. Más bien, gestos de asombro por la forma en que actuó en la crisis.

La huida se concretó por el fondo de la propiedad. En medio de un cuadro de alarma entre vecinos de la zona, ayer se empezaban a analizar pistas que condujeran a la gavilla.

Una de las líneas que se seguían era la posible actuación en otros hechos delictivos en la Ciudad. “No tenemos mucha información, pero no descartamos que sea gente del Conurbano que venga a robar por acá”, indicó la fuente consultada.

Según pudo saber este diario, en el Hospital se presentó una mujer como pareja del ladrón que fue abatido en la escena del delito. Su testimonio puso en cuestión la identificación del hombre de 33 años, que ayer se buscaba confirmar a través del sistema de huellas dactilares.

En la reconstrucción se pudo determinar que los ladrones ingresaron al corralón sin ser vistos y se dirigieron a las viviendas de los propietarios del comercio.

Primero, irrumpieron en un quincho donde había dos hombres. Los cuatro estaban con los rostros cubiertos. Tres portaban armas cortas y uno una escopeta.

GOLPE EN LA CABEZA

Con las primeras dos víctimas reducidas ingresaron a una vivienda donde encontraron a una pareja y su hija. También los redujeron bajo amenazas y desde ahí todos se dirigieron a la segunda vivienda, donde había otra pareja conformada por un hombre y una mujer, ambos adultos mayores.

En ese contexto, hubo un intercambio de palabras y uno de los ladrones le dio un culatazo en la cabeza a una mujer. “Vos te hacés el vivo”, palabras más, palabras menos, habría sido la expresión que usó uno de los delincuentes antes de recurrir a la violencia física con el objetivo de mostrar que estaban dispuestos a todo para llevarse dinero.

La violencia se desarrollaba con otros dos ladrones ante las víctimas y con el cuarto parado afuera de la casa, en función de guardia.

Entre los puntos a aclarar está el punto final del terror para las víctimas, dentro de la casa. Se calcula que el inicio del fuego cruzado entre el oficial del Comando y el cuarto integrante pudo haber forzado la retirada.

Unos minutos más tarde, la casa de materiales para la construcción se llenó de ambulancias y móviles policiales.

Según se informó ayer, la víctima del robo que recibió un golpe en la cabeza solo tiene un corte en el cuero cabelludo y está fuera de peligro.

Mientras avanzaban las investigaciones, durante la tarde de ayer en el predio todavía había presencia policial. Aunque en esas horas, según pudo saber este diario, los móviles se alternaban con la finalidad de establecer una custodia.