Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Espectáculos |DOS MITOS POPULARES QUE CRECEN CON EL TIEMPO

Eternos: Gardel y Rodrigo, marcados por el final

Estrellas sin techo, íconos de sus géneros que trascendieron fronteras, se despidieron un 24 de junio: se cumplen hoy 85 años de la muerte de “El Zorzal Criollo” y dos décadas del fallecimiento de “El Potro”

Eternos: Gardel y Rodrigo, marcados por el final

Aunque en sus respectivos géneros, Gardel y Rodrigo se convirtieron en mitos populares argentinos

24 de Junio de 2020 | 02:57
Edición impresa

El 24 de junio es un día trágico para la música argentina, una jornada en la que dos ídolos populares, de los más grandes que ha dado el país, de los que borraron fronteras, generaron histeria y llenaron estadios, pasaron a la eternidad demasiado jóvenes, con demasiada vida por vivir todavía: hace 20 años, en una madrugada fatídica en la Autopista La Plata-Buenos Aires, Rodrigo Bueno moría en un accidente automovilístico; justo cuando se cumplían 65 años del fallecimiento de Carlos Gardel en un accidente aéreo.

Parece mentira que hayan pasado dos décadas del adiós al “Potro” cordobés: toda una generación recuerda todavía dónde estaba esa madrugada del 24 de junio del 2000 en que se enteró que acá nomás, en la Autopista, en una de esas noches de gira y vértigo que caracterizaron la carrera de Rodrigo, el cuartetero que popularizó el ritmo cordobés en Buenos Aires se estrelló en la camioneta en la que viajaba junto a un grupo de colaboradores y amigos. Tenía solo 27 años.

Rodrigo fue una estrella de rock más que un ídolo cuartetero, y a puro magnetismo instaló el cuarteto en los boliches de Buenos Aires: la vida de Rodrigo, con su vertiginoso ascenso, su encandilante estrellato y la intensidad de cada uno de los acontecimientos que lo rodeaban, pareciera incluso simbolizar aquel viejo adagio punk que sugiere vivir rápido y morir joven, que terminó de tomar sentido definitivo tras aquel trágico accidente.

Rodrigo fue una estrella de rock más que un ídolo del cuarteto cordobés

 

Un accidente que cortó una carrera que, tras años de lucha, lo tenía en el centro de la escena porteña: aunque hacía varios años que venía batallando para conquistar al público porteño, fue recién poco antes de su muerte que el cuartetero comenzó a gozar las mieles del éxito, gracias al irresistible ritmo y las pegadizas melodías de sus canciones, y a su inconmensurable carisma. No había en aquellos días una persona de cualquier edad y clase social que desconociera éxitos como “Lo mejor del amor”, “Soy cordobés”, “El amor sobre toda diferencia social”, “Y voló”, “Cómo olvidarla” y “La mano de Dios”, entre otros.

Pero nadie tampoco era indiferente al fenómeno Rodrigo, un verdadero torbellino que, en vez de mostrarse como un sumiso y agradecido artista del interior, tal como lo hacían varios de sus pares al actuar en Buenos Aires; eligió pasear su halo de estrella de rock, capaz de relacionarse como par con iconos populares como Charly García, Diego Maradona y Susana Giménez.

De esta manera, el artista comenzó a tejer su leyenda, incluso antes del momento fatal, camino a Buenos Aires, a la altura de Berazategui, que como extraña frutilla del postre le permitió acceder al dudoso privilegio de pertenecer al “Club de los 27”, el panteón que reúne a celebridades del rock muertas a esa edad, como Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Brian Jones, Kurt Cobain y Amy Winehouse.

Por esas cosas del destino, Rodrigo pasó a la eternidad el mismo día que otro gran ídolo popular, Carlos Gardel. ¿Coincidencia? Si lo fue, no hizo más que agrandar su leyenda haber muerto el mismo día que “El Zorzal Criollo”, aunque, claro, 65 años después: un 24 de junio, pero de 1935, en un trágico accidente aéreo, perdió la vida Carlos Gardel en la ciudad de Medellín, Colombia, con apenas 45 años.

Gardel se llevó consigo una manera única de crear e interpretar el tango y la canción porteña, una idea que el periodista e investigador gardeliano Norberto Chab graficó en pocas palabras: “Gardel inventó todo, y quienes vinieron después invariablemente abrevaron en él”.

“Gardel fue la bisagra entre el canto criollo y el canto de la calle de una Buenos Aires transformada en urbana e industrial”, indicó Norberto Chab, quien junto a Héctor Larrea realiza los domingos a las 9, por Radio Nacional, “Gardel por Larrea”, un programa dedicado al cantor más grande de tango y de la música argentina.

Gardel se llevó consigo una manera única de crear e interpretar el tango y la canción porteña

 

Nacido en Toulouse (Francia) en 1890, llegó a Buenos Aires junto a su madre Marie Berthe Gardes cuando apenas tenía dos años y tres meses. Grabó a lo largo de su vida más de 900 canciones.

Norberto Chab, uno de los periodistas que más sabe sobre la vida y obra de Gardel, imaginó en el ciclo radial dos posibles teorías sobre el cantor de inalcanzable voz: que Gardel bajó de un plato volador o que mientras todos dormimos él sigue grabando.

“Fue el primero que se lanza a cantar el tango-canción como un género que hasta entonces (1917) no tenía un límite claro. Asume ese riesgo: se lanza a crear algo que no existe. Utiliza tres y luego cuatro guitarras en su acompañamiento; filma una serie de cortos sonoros; graba a dúo consigo mismo; filma en Europa y en Estados Unidos; apuntala la hegemonía de un sello grabador (Odeón) que lo tiene como su artista principal por más de diez años. Llegó antes a todas las innovaciones. Esto, sin hablar de que fue el mejor”, dijo Chab.

El 24 de junio de 1935, un choque entre dos aviones al momento del despegue en el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, provocó la muerte del “Zorzal criollo” y de otras 16 personas entre las que se encontraban el letrista Alfredo Le Pera, y los guitarristas Guillermo Barbieri y Ángel Domingo Riverol. Hubo tres sobrevivientes, uno de los cuales fue el guitarrista José María Aguilar. Fue el final de su vida, y el principio del mito Gardel. Aunque, claro, nos dejó sin todo lo que le restaba por cantar.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$135/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2590

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$190/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3970

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$135.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2590.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla