Claves para vivir de otra manera

“En ocasiones nos encontramos con personas que asocian su estrés al ‘poco tiempo’ que tienen a que ‘le faltan horas’, pero todos los días tienen 24 horas y es así para todas las personas”, según Mendoza y Castro, que comparten algunas recomendaciones para la gestión positiva del estrés:

1.- Pensar en uno

Quererse y ser capaz de demostrarlo. En caso de no estar dispuesto a respetar este punto, difícilmente se podrá gestionar el estrés en positivo. La autoestima es uno de los factores moduladores más importantes de nuestros niveles de estrés.

2.- Ser coherente con los valores propios

Todos tenemos unos valores fundamentales que dan sentido a nuestra vida y son nuestra brújula a la hora de elegir caminos o tomar decisiones. Si no los respetamos, la incoherencia interna que genera nos provocará un desequilibrio que nos llevará al estrés negativo. Si es necesario flexibilizarlos y adaptarlos a cada momento de tu vida.

3.- Equilibrar el ‘quiero-puedo-hago’.

Cuando se quieres algo y se tiene la capacidad para hacerlo pero finalmente no se hace lo que se quiere, eso generará frustración y desequilibrará los niveles de estrés. Esto sucederá también al enfocarse constantemente en lo que se quiere y no se logra tener, en lugar de disfrutar de lo que se tiene.

4.- Mantener una agenda de bienestar

Organizar el tiempo en función de lo que se concluyó con respecto a los tres puntos anteriores, y elegir al menos una actividad que nos motive, nos guste y nos haga feliz. Considerar todo esto como imprescindible e improrrogable.

5.- No prescindir de las buenas relaciones

Las relaciones sociales y las redes de apoyo mutuo son un recurso fundamental que permiten compartir emocionalmente y fortalecer vínculos afectivos que nos dan seguridad en situaciones difíciles. Para ello, hay que cuidarlas dedicándoles el tiempo y la atención necesarios.

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6.- Mejorar la asertividad

Aprende a “decir no” y a delegar. Eso ayudará a aligerar la agenda y crear espacios para actividades que realmente aporten valor a la vida.

7.- Utilizar herramientas para gestionar el estrés

Técnicas como el ‘tapping’ y el ‘mindfulness’ ayudan a relajarse y calmar el cuerpo y la mente. Conviene elegir las que más nos gusten y crear un hábito. Hacer durante el día varias pausas activas para practicarlas.