Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Información General |IMPRESIONES

Ocurrencias: hasta los caballos aprendieron a robar

Ocurrencias: hasta los caballos aprendieron a robar

archivo

Alejandro Castañeda
Alejandro Castañeda

11 de Abril de 2021 | 02:47
Edición impresa

Robaron una bici al trote en Altos de San Lorenzo. El hecho no sólo reactualizó la vieja lucha entre la naturaleza y la máquina; también hizo recordar mañas de aquellos bandoleros de la colonia.

La vuelta de los pingos a las luchas cuerpo a cuerpo de alguna manera puso en valor a una caballada que ha dado en la historia sobradas pruebas de entrega y sacrificio.

El violento episodio tuvo por escenario la calle 15, en pleno mediodía, y reeditó en versión delictiva el entrañable vinculo del corcel y el hombre, toda una hermandad forjada en el trabajo y en la guerra.

Los caballitos de hoy, corridos por ordenanzas municipales y sociedades protectoras, han perdido protagonismo social. Esta deplorable reaparición recuerda a esos salteadores que a punta de facón y rebenque aprendieron a robar y fugar. Pero, claro, ahora la situación está tan peliaguda, que hasta los caballos serviciales tienen que reciclarse.

Sin autos, sin motos robadas, sin bicis, a más de un gaucho retobado y ladrón no le queda otra que pedir un zaino prestado y salir a buscar algo, sin medir riesgos ni consecuencias, articulando a su modo la consigna de “vamos por todo”, que viene de lejos y se fue afianzando gracias a una vacuna que parece dar inmunidad e impunidad en una sola dosis.

A este pobre equino, un animal asociado al esfuerzo y la obediencia, no le habrá hecho ninguna gracia tener que dejar golpeado y a pie a ese vecino paseandero. Su asombro y bronca es otra imagen de esta época de despojos naturalizados y víctimas resignadas. Cualquier ciclista sabe que los que atropellan mejor vienen de lejos. Y que todo se hace cuesta arriba y no hay pedaleo que alcance.

El paisanaje bien inspirado teme que la aparición de estos caballos mal educados acabe poniendo a las tropillas en el casillero de vehículos sospechosos. Ahora, en Altos de San Lorenzo, los vecinos se ponen en guardia si escuchan cerca de casa una moto o algún relincho cercano. Los troperos, cuidadores y vareadores ven con algo de pena esta salida laboral que encontró el ejemplar de Altos de San Lorenzo. Temen que si el hipódromo sigue cerrado, algún potrillo sea tentado para hacer una changa fuera de pista.

Los ciclistas saben de atropellos y que todo se hace cuesta arriba y no hay pedaleo que alcance

Todos sienten que un animal tan noble no merece que se lo ensille para andar robando en su terruño, una faena que por supuesto deja a los jinetes del suburbio a la altura de los bandidos de poca monta. Pero, a falta de mejores medios, más de un poblador ya empezó a sacar las telarañas del viejo monopatín para salir a buscar algo en esas calles donde cada vez sobra menos.

El tradicionalismo habrá mirado acongojado las escaramuzas ladronas de este pingo obediente que se vio envuelto en un trámite atorrante por obedecer a ese patrón de rienda corta, que ahora asalta en solitario, pero que en cualquier momento, siguiendo la receta exitosa de los motochorros, compra un casco y pone un compadre en el anca para poder robar a dúo, que es lo que más se usa y más rinde en esta época de desmanes extendidos y parejas maliciosas.

Este regreso del caballo a los entreveros más porfiados va a hacer escuela, porque lo malo se imita mucho. Y además, abrirá las puertas a otros recuerdos. Más de un lugareño está poniendo a punto el sulky del bisabuelo para largarse por la 122 a puro látigo, cosa de darle un aire nostálgico a esa avenida que en épocas lejanas supo alojar potros y matreros y que hoy no sabe qué hacer para poder esquivar la indiada de estos días.

La situación está tan peliaguda, que hasta los caballos serviciales tienen que reciclarse

 

Lo de Altos de San Lorenzo, tuvo seguidores. Tres días después, apareció un video mostrando otro emprendedor bien montado robando cables en una calle de Claypole. Como el saqueo generó un apagón general en todo el barrio, ahora los detectives de Altos de San Lorenzo y de Claypole revisan monturas y potreros buscando pruebas pingos sospechosos.

Los caballos de esta época han perdido su sentido heroico. La necesidad los obligó muchas veces a ponerse en manos de explotadores y ladrones. El hombre siempre los usó para su provecho. Ahora, al caballo de Altos de San Lorenzo le dieron clases de atropello para poder salir de correrías por esas calles donde sólo galopa el miedo.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $1870

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2880

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $1870.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla