Messi frotó la lámpara para meter un golazo y abrir un partido muy chivo

Del gesto adusto en el himno en la previa, a las sonrisas de felicidad y de alivio en el final, una vez consumada la victoria 2-0 frente a México. Dos imágenes que sirven para explicar y graficar lo que fue el partido de Lionel Messi, quien lo vivió con la responsabilidad y la obligación que la cinta de capitán y su impecable trayectoria requerían.

No fue su mejor presentación con la camiseta de la Selección Argentina, eso está fuera de discusión. Pero resultó vital. Fue de menos a más. Pasó de una primera mitad muy compleja, encerrado en el planteo de Gerardo Martino y los suyos, a encontrar espacios en el complemento para habilitar a sus compañeros y también para probar al arco, lo que terminó abriendo el cruce y liberándolo por completo.

Su gol, ese gol que los de Lionel Scaloni tanto necesitaban, le sacó el peso que traía encima el rosarino tras la histórica y sorpresiva derrota a manos de Arabia Saudita en el estreno en Qatar.

A partir de ese impecable zurdazo cruzado, que se hizo imposible pese a la buena estirada de Guillermo Ochoa, Messi fue el de siempre. Y junto con él, y con los muy buenos ingresos de Enzo Fernández y de Julián Álvarez, Argentina recuperó las bases, eso que tanto se pedía en la previa.

Le costó y mucho en el primer tiempo, donde no solo no pudo pesar si no que también estuvo impreciso, algo llamativo en él.

Como si fuera poco, la ejecución desde la pelota quieta tampoco lo acompañó. Los envíos desde el córner se quedaron cortos en su mayoría y en el complemento, incluso antes de su grito, tampoco pudo aprovechar un tiro libre en la puerta del área. Ese envío, premonitorio del zurdazo que abriría el partido, se fue bastante por encima del horizontal de Ochoa.

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La sensaciones no era buenas. Con un Messi apagado y Di María como el más incisivo por el costado derecho, los minutos pasaban y la ilusión de continuar con vida en el Mundial se apagaban.

Sin embargo, minutos después de ese intento fallido, los protagonistas se combinaron nuevamente.

El ex Central encontró al ex Barcelona solo en zona de disparo y el “10” frotó la lámpara para un grito atragantado, que resultó un momento de quiebre.

Consumado el 1 a 0, a México se le quemaron los papeles y Argentina pudo soltarse por completo. Ese contrapunto, ya con más espacios, permitió otra versión de Messi y otra versión de la Albiceleste, dueña absoluta del trámite.

Desde los pies del jugador del Paris Saint Germain, los de Scaloni pudieron circular mejor la pelota y manejar los tiempos.

Ya con Enzo Fernández en el mediocampo en lugar de Guido Rodríguez, el propio Messi no se vio en la obligación de tener que bajar tanto para hacerse del balón. Además, la inclusión de Julián Álvarez por Martínez le dio al equipo otra fisionomía para el ataque, sin posición fija del delantero del Manchester City y sin referencia para una defensa azteca acostumbrada a lo que venía haciendo el del Inter.

Liberado de la presión, cómodo con la diferencia y con un abanico distinto de posibilidades, con más opciones para lastimar, Messi levantó mucho su nivel. Hasta pareció dejar de lado el cansancio y el desgaste físico, incluso para colaborar en la recuperación de la pelota en su campo.

La frutilla del postre llegó tras un córner desde la izquierda. De Paul sirvió para el rosarino y el zurdo hizo lo propio para Fernández. El ex River ingresó al área a puro amague y abrió su pie derecho para colocar la pelota lejos de Ochoa, en el segundo palo, y así ponerle cifras definitivas al cruce.

“era un partido límite porque si no lo ganábamos, ya estaba...”

Messi fue elegido el Jugador del partido por la organización. Y tras la victoria sobre México en el Estado Lusail, el “10” habló con la prensa tanto en el campo de juego como en conferencia de prensa.

En primera instancia, el capitán asumió que el compromiso ganado por 2 a 0 con un tanto personal se presentaba en la previa como “un partido límite” para el futuro en el Mundial de Qatar, porque de no ganarlo marcaría la suerte del equipo.

“Lo vivimos con mucha bronca por la derrota en el debut con Arabia Saudita. Sabíamos que era un partido límite porque si no lo ganábamos, ya estaba”, se sinceró. “Por suerte pudimos conseguir la victoria y la descarga. Es una alegría porque da tranquilidad”, remarcó el zurdo.

En cuanto al análisis del partido frente a los dirigidos por Gerardo Martino, indicó: “El primer tiempo fue difícil por la situación y la necesidad. Nos aceleramos mucho. En el segundo tiempo empezamos a ser lo que somos hace mucho tiempo y pudimos sacar el partido adelante”, valoró. “Ahora volvemos a empezar y podemos afrontar el partido ante Polonia de otra manera”, rescató quien destrabó el cruce a los 19 minutos del segundo tiempo con un gran zurdazo desde afuera del área.

Messi explicó además que el encuentro ante México “era un partido muy complicado. Ellos juegan bien, te manejan la pelota...el primer tiempo lo jugamos como mucha intensidad y tuvimos oportunidades”, destacó. “Cuando nos calmamos y empezamos a jugar la pelota en el segundo tiempo, llegó el gol y volvimos a ser nosotros. Había que ganar para acomodarnos”, agregó el rosarino, quien llegó a su octavo grito en el marco de una cita ecuménica.

“Cuando nos calmamos y empezamos a jugar a la pelota en el ST, llegó el gol y volvimos a ser nosotros”

Lionel Messi,
tras el triunfo sobre México.

Luego, el astro del PSG se refirió al público albiceleste presente en Qatar y afirmó: “No podemos bajar los brazos ahora. Nosotros los pusimos así y hay que seguir. Ahora tenemos todas finales, no podemos errar”, manifestó. “Sabíamos cuál debía ser nuestra respuesta. Sabíamos cómo iba a responder nuestra gente, nuestras familias que tanto sufrieron y todos los argentinos que están en Qatar y los que alientan en casa. Sabíamos que íbamos a responder así”, acotó el jugador del Paris Saint Germain.

Por último, el ex Barcelona de España se refirió a la derrota del estreno ante los árabes. Al respecto, Messi señaló que “nos costó mucho el primer partido. Hubo que remar porque hubo muchos condicionantes. Muchos chicos que jugaban su primer partido en un Mundial. No salimos como debíamos haber salido. Tuvimos oportunidades. Estuvo el tema del VAR. Y ellos nos hicieron dos goles en dos jugadas aisladas”, puntualizó el rosarino en su análisis.

Lo cierto es que esa historia ya quedó atrás. Argentina se recuperó con el triunfo de ayer ante México por 2 a 0, el cual llegó en primera instancia desde sus pies y luego por el golazo de Fernández.

Ahora Scaloni y los suyos pueden enfocarse con tranquilidad en Polonia, equipo con el que se jugarán otro mano a mano pensando en los octavos de final.

Todavía falta para el cruce con Lewandowski y compañía, pero Argentina llega el mismo con la gran oportunidad de ser primero del grupo, algo que parecía lejano.