“Las retenciones y la tecnología marcan las diferencias con Brasil”

“En general, el agro tiene los riesgos climáticos y los de precios, y los productores hemos sido formados para convivir y gestionar esos riesgos. En la Argentina, además, están las políticas de retenciones que se incorporan de un momento a otro y cambian discrecionalmente, como un instrumento de recaudación”.

La definición de la situación fue brindada a un matutino porteño este fin de semana por el empresario Gustavo Grobocopatel, al advertir sobre las dificultades del sector para producir y crecer en el país.

Y en esa linea, compara la Argentina con Brasil, país que, afirma, “creció un 60 por ciento en su productividad al tiempo que el nuestro se estanca”.

El fundador de Los Grobo explicó que en los últimos 10 años la producción del agro argentino aumentó apenas 10 por ciento. Y que ese incremento está “muy por debajo del que ha tenido Brasil en el mismo tiempo”, porque “ha incorporado tecnología, mientras que en la Argentina esa incorporación ha sido baja, a causa de las retenciones”. Y remarcó: “Las retenciones son un instrumento ante la tecnología”.

Al opinar sobre el desaliento a la inversión en el agro que provocan las políticas implementadas a nivel nacional. El empresario señaló las retenciones pero también las restricciones a las exportaciones o a las importaciones, que hacen que aparezca o desaparezca el mercado. “Cuando se cortan las exportaciones, se generan incertidumbres, el cliente busca otras opciones y el productor se queda con un producto sin vender. Y ahora aparece el tema de las restricciones a las importaciones, que afectan la compra de insumos, otro factor de riesgo”, explicó.

Y en ese contexto, afirmó que la producción del agro en el país limítrofe creció “60 ó 70 por ciento”. Y abundó en que “la productividad se mide por kilos, por hectáreas. Y ese cálculo coloca a la de la Argentina muy por debajo de la de Brasil, que antes estaba siempre 10 por ciento debajo de la nuestra”.

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La explicación que Grobocopatel desarrolló sobre este fenómeno obedece a que las retenciones son “antitecnología”. Es decir, “deteriora la relación entre el insumo y el producto, entonces el productor aplica menos porque los kilos no valen tanto”.

En conclusión del empresario, la política brasileña aplicada al agro es “más pragmática”, porque “la discusión ideológica y las dudas que puede haber sobre el capitalismo y el desarrollo no detienen la economía. Y acá todas esas dudas nos hacen ir para atrás”. E insistió en que hoy Argentina produce unos 32 millones de hectáreas, y si bien no podría expandirse más de los 40, sí podría crecer en productividad”.