Jonathan Majors: quién es el nuevo peso pesado del cine, villano en “Ant-Man” y “Creed”

Jonathan Majors era un nombre relativamente desconocido en Hollywood. Su debut en la pantalla con “When We Rise” había despertado algo de atención, pero en los siguientes años no aparecieron papeles que lo destacaran. Era un hombre más en una industria llena de actores intentando escapar de la medianía y establecerse.

Pero en el curso de dos años, desde el estreno de “Lovecraft Country”, todo cambió: la serie de hBO que batió el récord digital de la cadena, y que cuenta la historia del personaje de Majors, Atticus Finch, quien hace un viaje por carretera en Estados Unidos en la década de 1950, cuando imperaban las leyes Jim Crow, fue aplaudida y galardonada, y abrió las puertas para el ascenso meteórico del actor que, hoy, es el gran villano de la meca del cine, gracias a sus roles como Kang en “Ant-Man & The Wasp: Quantumania” y “Creed III”, ambas recientes estrenos en la pantalla grande.

El primero, además, es un rol de gran relieve para el futuro del Universo Cinematográfico de Marvel, la principal franquicia del cine a nivel global: Kang, El Conquistador, el villano de la cinta, es también el villano de la próxima fase del UCM, por lo que Majors será furioso protagonista de las próximas entregas de la comiquiera.

“Ant-Man”, sin embargo, no es su primera encarnación del personaje: ya vimos un anticipo de Kang en “Loki”, la serie de Disney+, donde Majors encarnaba una variante, una versión de otro universo, de Kang, llamado El Que Permanece. “Él muere, ¿verdad?”, cuenta Majors al respecto, espoileando un poco. “Pero en la secuencia final de ‘Loki’, él habla de científicos y de todas estas otras versiones de Kang. Una versión de Kang es la que encontramos en el Reino Cuántico. Es un científico y un hombre brillante que fue desterrado a este lugar cuando se convirtió en Kang, el Conquistador”.

¿Quién es Kang? “Kang, en general, es un regalo”, dice sobre el papel que cambiará su vida para siempre.

“La parte más compleja, más difícil e interesante es determinar cómo se muestra y cómo se comporta en cada variante, lo cual es una colaboración entre el actor y el MCU. Por ejemplo, El Que Permanece está basado en su héroe, Loki. Está dentro de la AVT, esas son sus circunstancias entonces uno se ajusta a eso. Kang, el Conquistador está con Scott Lang, Janet y Hank en el Reino Cuántico, lo que él busca es diferente. Lo que quiere es salir”. Al final de la película, se deja ver que existen infinitos “Kangs”, que seguramente protagonizarán las próximas entregas de la saga de Marvel, por lo que Majors tendrá que redoblar el desafío al encarnar distintas versiones del mismo personaje.

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“El Que Permanece usaba esencialmente pijamas y chancletas, así que yo estaba bastante cómodo”, se ríe Majors. Ahora, en “Ant-Man”, sin embargo, tiene que pasar toda la película dispuesto al combate.

“Kang el Conquistador está siempre vestido para el combate, eso es muy diferente físicamente. No sé cuánto pesa el traje pero cuando lo tienes puesto, se siente. Lo hermoso es que todo está hecho al cuerpo. Yo entrené muchísimo a lo largo del proceso para sentirme como Kang y para cumplir con todo lo esperado por los fans, sabes, tratando de tener una presencia formidable. Corría todos los días con el traje puesto por todo el plató, con la música a todo volumen. Saltaba la soga constantemente. Todo el sudor que se ve en la película es mío. Fue extremadamente físico y extremadamente agotador, pero de la mejor manera”, cuenta Majors.

Y resalta que “ aprovechamos la oportunidad de mostrar al personaje de carne y hueso, después de que se ve lo inteligente que es. Hay un momento en el que es un enfrentamiento directo. El traje de Ant-Man se destruyó y es Scott Lang versus Kang. Dos humanos peleando y usando la energía de sus propios traumas, amores y dolores para tratar de ganar”.

“Probablemente rodamos esa escena de pelea durante dos semanas y media. Yo quería hacer toda la pelea porque Kang tenía que ser Kang”, revela. “Yo quería sentir toda la fatiga y recibir los golpes y caerme y todo eso. Se sintió como otro nivel de narrativa, y el equipo de escenas de riesgo nos ayudó muchísimo”.

Para interpretar las escenas de pelea de Kang, agrega además Majors, “estudié la obra ‘Revelations’, de Alvin Ailey, para entender cómo se mueven los bailarines. Teníamos claro que queríamos crear economía y belleza en la manera en la que Kang se mueve, en la forma en la que pelea, y en la manera en la que existe”.

Pero no fue el único esfuerzo físico para Majors en los últimos meses: para encarnar al villano de “Creed III”, Damien Anderson, el actor se sometió a un tremendo entrenamiento que incluyó comer siete veces al día y tomar malteadas para ganar peso, pero también un trabajo físico que define como “una tortura”.

“Transformar un cuerpo así, es una transformación física, espiritual y emocional. Hubo sesiones donde me la pasaba llorando en el piso porque mis abdominales simplemente no querían seguir trabajando. Había días donde no sentía los brazos. Fue intenso, pero también fue una forma de estudiar al personaje. Y es hermoso hacer un filme físico, porque todo lo que hacés como actor, lo hace tu personaje en la película”, dice Majors.

En la tercera entrega de las desventuras de Adonis Creed, el hijo de Apollo Creed entrenado (hasta la segunda entrega) por Rocky Balboa, Majors encarna a Anderson, el primer personaje de la saga sin conexión a las películas de Sylvester Stallone: llega del pasado de Adonis, un viejo amigo que pasó la vida en la cárcel y que tiene sed de venganza. Se quiere comer a su amigo, quiere todo lo que él, ya un boxeador exitoso y consumado, tiene.

“Crecí rodeado de personajes así, chicos con mucho potencial que tomaban el camino equivocado y perdían todo. Rara vez tenían una chance de salir, y cuando lo hacían volvían al crimen”, comenta Majors sobre su personaje. Él mismo, dice, solía pelearse todo el tiempo en la escuela, “no me enorgullezco”.

Para Majors, el personaje ofrecía una oportunidad para hacer algo más: “El personaje es una carta de amor a aquellos que han sido marginados o que tomaron una mala decisión. Quizás pueden redimirse, ser exonerados. Es una historia sobre lo que ocurre cuando una mente está encarcelada y sobre lo que se necesita para uno volver a liberarse. Eso me interesó mucho, sumado, claro, a que es una película de boxeo y hay que pelear y hacer todas estas cosas divertidas”.

Damien es el segundo villano en su corta carrera cinematográfico, uno más emblemático que el siguiente. “Creo que es una exploración de las sombras”, dice sobre encarnar a los malos de la película. “Hay un héroe dentro tuyo, genial, pero todos tenemos otro lado, y esa es la parte en la sombra. Esa parte tiene nuestras ambiciones más profundas, nuestros deseos más profundos. Ahí vive la codicia, el deseo, el odio. Así que interpretar personajes que cargan con etiquetas tan peyorativas, y mostrar a la vez la luz que tienen, creo que suma complejidad a nuestra experiencia humana”.