La ola de robos sin freno: le vaciaron la casa a un trabajador del Senado

Los robos con la modalidad escruche continúan a la orden del día en varios sectores de la Región. En la última semana se concretaron al menos cinco asaltos en ausencia de los propietarios, que dejaron sustanciosas ganancias para los delincuentes.

City Bell fue el epicentro de tres de estos episodios. Los propietarios de una panadería, una veterinaria y una vivienda terminaron lamentando fuertes pérdidas, cuyo valor se calcula por encima de los 20 mil dólares.

A estos episodios se suman el millonario asalto cometido en las últimas horas en una vivienda de La Loma (ver aparte) y la incursión de ladrones en una vivienda ubicada a metros de plaza Italia.

Estos hechos se caracterizan por ser cometidos de día, cuando las víctimas se encuentran abocadas a sus ocupaciones diarias. El trabajo, el club, la escuela, la facultad o, la realización de algún trámite, son actividades en las que cualquier vecino insume al menos dos horas de su tiempo. Ese lapso es más que suficiente para que los astutos ladrones ingresen y causen estragos a una familia.

La mecánica es simple: los ladrones ingresan por la fuerza en las propiedades en ausencia de sus dueños con el objetivo de apoderarse de lo ajeno.

Este fue el escenario que se le presentó ayer a un trabajador de la Cámara de Senadores bonaerense, que pasó a engrosar la larga lista de víctimas de hechos delictivos de este tipo que vienen aconteciendo en la Región.

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Según indicaron fuentes policiales, a plena luz del día un grupo de delincuentes ingresó a una vivienda ubicada en 6 entre 42 y 43 tras forzar una ventana.

Una vez que tuvieron acceso a las habitaciones, comenzaron a hurgar entre las pertenencias del damnificado. Todo sucedió mientras el propietario, un hombre de 40 años, se encontraba trabajando en horario nocturno.

En el registro minucioso que realizaron en la casa, los malvivientes lograron dar con sus ahorros. No conformes con el dinero varias de las prendas de vestir de la víctima también pasaron a formar parte del botín con el que terminaron escapando.

Alrededor de las 8 de la mañana, cuando el propietario regresó a su domicilio se encontró con el desastre.

En medio del desorden, como pudo avanzó hasta el lugar en el que tenía guardado su dinero. Grande fue la frustración de este hombre cuando confirmó que sus 100 mil pesos ya no estaban allí.

Si bien el caso se encuentra en plena fase de investigación, una de las hipótesis que se baraja apunta a posibilidad de que él o los ladrones hayan estado haciendo tareas de inteligencia por el barrio.