La crisis golpea también sobre el pan dulce y la rosca, íconos de las Fiestas

Para el Día de Reyes siempre fue tradicional festejar la fecha compartiendo una rosca, pero este año no fueron muchos los establecimientos que se arriesgaron a su elaboración a raíz de los altos costos y de la caída del consumo. La postal que se pelea con la tradición milenaria tiene un antecedente bien cercano: el pan dulce también se fabricó y vendió menos, al punto de que hasta llegó a hacerse sólo por pedido.

Según los datos obtenidos en un relevamiento de este diario, en las panaderías en las que sí apostaron por la fiesta de “Los Reyes Magos”, que tuvo su punto culminante ayer, tras la madrugada de la expectativa en los regalos, el valor de una rosca ronda entre los 1.200 pesos, para la pieza de 400 gramos. Si se pasa a una más de escala familiar, de 750 gramos, hay que pensar en unos 4.000 pesos.

Carlos Proia, al frente de una panadería de la zona de la Terminal fue uno de los comerciantes que no quiso renunciar a la tradición, pese a que sabe que la gente cada vez se achica más en sus gastos.

Hasta hace poco, elaboraba entre 80 y 100 roscas, pero este año hizo tres docenas. “Son grandes, de unos 750 gramos. Vamos a ver si se venden. El precio es de 4.000 pesos porque por menos no las puedo poner en el mostrador”, explicó el comerciante con amplia experiencia en el renglón de la producción de panificados.

Decorado austero

En ese local la docena de facturas está a 2.800 pesos, pero el costo de la rosca es mayor. Sin embargo, en esta oportunidad el pastelero renunció a decorarla con cerezas al marrasquino e higos por la disparada que tuvo el costo de esos productos.

Solo el papel celofán con el que se envuelve el producto cuesta 400 pesos, algo que años atrás no tenía incidencia en el costo final de la rosca.

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“En el proveedor donde compro los insumos no había nadie. Eso habla de la poca expectativa de venta de los panaderos, porque después de las Fiestas la gente ya está con muy poca plata”, resumió Proia sobre el panorama que veía en la víspera de la noche de Reyes, el viernes.

En otra confitería cercana a la Plaza Malvinas también se exhiben unas pequeñas roscas, allí el precio que tienen es de 3.500 pesos.

“Todos los años tenemos clientes que las piden, pero esta vez trajimos menos”, le dijo a este diario Carolina, empleada del comercio.

Hugo Natale, titular de la Asociación de Panaderos de La Plata, apuntó que este año las roscas pequeñas de algo menos de medio kilo arrancarán en un valor que irá entre los 1.200 y los 1.600 pesos.

“Algunas tendrán un precio mayor, pero eso dependerá de los insumos con las que las decoren”, dijo el dirigente.

En lo que coincidieron los panaderos consultados sobre el final de la semana es que hay una gran dispersión de precios en materia de insumos y eso repercute en el precio de los alimentos que elaboran. Por caso, la rosca depende del peso y los elementos de la decoración.

El capítulo de los Reyes sucedió a los de la Navidad y la noche del 31, que venían jaqueados por el achique de los bolsillos.

Uno de los alimentos estrella de esos días, el pan dulce quedó condicionado en las cuentas de la economía familiar.

En los supermercados de cadenas comerciales y locales de barrio el pan dulce de marcas populares (en su mayoría de 400 gramos) costaba entre 1.000 y 1.200 pesos; y los de firmas líderes llegaban a 2.800 pesos. También se presentan en las góndolas los del tipo madrileño, en una variación de entre 1.400 a 2.400 pesos, y los clásicos alemanes, de 850 gramos, que se consiguen por 11.400 pesos.

Los artesanales, de panadería, tienen su lugar en las preferencias de los consumidores en los últimos años. Para esta Navidad, los precios se duplicaron y hasta un poco más con respecto a 2022. En las panaderías de la Ciudad la típica masa con nueces, almendras y frutas abrillantadas o chips de chocolate estaba entre 2.500 y 8.000 pesos para los de medios kilo. Los de firmas de “alta gama” estaban a 7.500 pesos (medio kilo), 12.000 pesos (un kilo) y 14.000 pesos el que sólo tiene frutos secos.

Ante el cuadro, en las panadería también buscaban proteger la inversión en insumos y mano de obra. En varios casos, achicaron la producción y en algunos, armaron la lista previa. “Este año sólo fabricamos por pedido, porque los costos subieron mucho y no queremos resentir la calidad o el peso. Eso es parte de nuestra presentación”, le explicó a este diario la novedad de este tiempo la encargada de una panadería de la zona de 1 y 60, hacia El Mondongo.