El Muñeco Gallardo hizo historia grande

MORA, EN EL AIRE, ALCANZÓ A ROZAR LA PELOTA Y FUNES MORI PUSO LA CABEZA PARA TRATAR DE DESVIAR EL BALÓN

Por EDUARDO TUCCI

Un título tan ansiado por los riverplatenses como el obtenido anoche ha dejado una larga lista de protagonistas que pasarán a engrosar la vitrina de los mejores recuerdos. Jugadores que estaban en un nivel muy pobre que se recuperaron hasta alcanzar notables actuaciones, una comisión directiva que a poco de asumir ya saborea las mieles de una vuelta olímpica internacional e individualidades -caso Barovero, el uruguayo Sánchez o Teo Gutiérrez, por mencionar algunos-, que han hecho méritos suficientes como para aspirar al rótulo de ídolos.

Pero hay alguien que tiene un plus sobre el resto a partir de la conquista sellada frente a los colombianos, en un Monumental que explotó de alegría. Es el Muñeco Marcelo Gallardo, que con su arribo revolucionó el “Mundo-River” aplicando el estilo futbolístico más cercano al paladar millonario. El DT impuso desde el vamos la idea de jugar al fútbol y reinstaló una identidad que durante mucho tiempo en Núñez aparecía ausente.

Pero hay más. Gallardo coronó la obtención de un campeonato internacional después de 17 años -el último grito había sido en diciembre del ‘97 con la obtención de la Supercopa-, y puede ser el primero en la rica historia del club en ganar un certamen de esta magnitud como jugador y como director técnico.

Porque si bien el Muñeco es el cuarto DT de la historia en conquistar un certamen internacional con la banda roja -antes lo habían logrado Héctor Veira, Carlos Griguol y Ramón Díaz-, es el primero en dar la vuelta olímpica en un certamen de esta magnitud en ambos roles, como equipista y como adiestrador.

De allí la trascendencia que alcanza para el novel entrenador el flamante título millonario. Significa concretar una marca inédita, que viene a sumarse a todos los buenos momentos que el Muñeco atravesó vistiendo la camiseta millonaria.

Y ya que hablamos del último alegrón copero que vivió River, vale recordar que aquella noche de diciembre de 1997, después de la victoria sobre San Pablo en la final de la Supercopa, junto a Gallardo levantaron el trofeo otras figuras relevantes como el Jefe Astrada y el chileno Marcelo Salas, autor de los dos goles del triunfo definitivo sobre los brasileños.

En medio de la alegría riverplatense y más allá de todas las connotaciones, la obtención de la Copa Sudamericana le significó al actual DT concretar una marca inédita en la historia millonaria.