Una escena del filme
27 de Agosto de 2007 | 00:00
En la película "Identidad Desconocida" (2002), él trató de descubrir quién era. En "La Supremacía Bourne" (2004), se vengó por lo que le hicieron. Ahora, regresa a casa y tiene únicamente estas palabras para sus perseguidores: "Me acuerdo de todo". "Bourne: El ultimatum", tercer filme de la saga de acción y espionaje basada en las novelas de Robert Ludlum se estrena este jueves en los cines platenses.
Aquí Matt Damon vuelve a personificar al asesino entrenado Jason Bourne para el enfrentamiento final, en la película que contó con la dirección de Paul Greengrass ("Vuelo 93" y "La Supremacía Borne") y que tal como las anteriores es una vertiginosa realización que permite a los espectadores cruzar a través del globo terráqueo y seguir a un hombre mientras es perseguido por presuntos asesinos.
Acción coreografiada, escenas de persecución y tramas zigzagueantes e intrincadas, caracterizan a este filme que explota con giros inesperados y sorpresas.
Capitalizando el estrellato creciente de Damon y con un grupo de talentosos y premiados actores de reparto, el realizador brinda una historia de espionaje que incluye emociones desgarradoras y acción alucinante.
UN HOMBRE SIN PAIS NI PASADO
En el filme Bourne está viviendo como un hombre sin país ni pasado. Sujeto a un entrenamiento brutal, que no recuerda, por personas que no puede identificar, Bourne fue convertido en un arma humana sofisticada: el objetivo más difícil que la C.I.A. ha perseguido. Desde que lo encontraron flotando en el mar Mediterráneo cerca de la costa de Italia hace varios años, ha estado en una búsqueda desesperada para investigar quién es y descubrir quién le enseñó cómo matar.
Sin embargo, después que Marie, su amante, murió víctima de una bala asesina, todo lo que Bourne quiso fue vengarse. Una vez que lo consiguió, lo que ansía es desaparecer para siempre y olvidar la vida que le robaron. Pero una noticia de primera plana en un diario de Londres que especula sobre su existencia termina con esa esperanza y él nuevamente se convierte en un objetivo.
Treadstone, el programa secreto clandestino que creó a este experto asesino, ha sido cancelado. Pero lo han reinventado como el programa Blackbriar del Departamento de Defensa, con una nueva generación de asesinos entrenados - escondidos de fiscalización doméstica o internacional -a la disposición del gobierno. Para ellos, Bourne es una amenaza disfuncional de $30 millones que debe ser eliminada de una vez por todas. Para él, ellos son el único vínculo con una vida que ha tratado en vano de olvidar.
Bourne ha llegado al fin de la línea. En esta ocasión, no se detendrá antes las promesas vacías de sus antiguos jefes ni con la muerte de aquellos que lo persiguen implacablemente. Sin nada que perder, utilizará cada detalle de su entrenamiento y cada instinto aprendido para acechar a sus creadores y terminar definitivamente con ellos.
Su búsqueda lo llevará de Moscú, París y Madrid a Londres y Tánger, eludiendo, dominando con su inteligencia y sus estrategias a los operativos de Blackbriar, a los agentes federales y la policía local en cada recodo del camino, en una desesperada odisea para encontrar las respuestas a las preguntas que lo atormentan. Y la travesía de Bourne lo llevará finalmente donde todo comenzó y donde debe terminar, a las calles de Nueva York.
EL REPARTO
Acompañan nuevamente a Damon en el reparto, Julia Stiles, como la indecisa agente Nicky Parsons y Joan Allen como Pamela Landy, la investigadora interna de la C.I.A. Los novatos en la serie incluyen a David Strathairn como Noah Vosen, director del programa clandestino Blackbriar, Scott Glenn como Ezra Kramer, el director de la C.I.A., Paddy Considine como Simon Ross, un periodista británico a punto de desenmascarar la historia de Blackbriar, Edgar Ramírez como Paz, el mortal agente que sigue la pista de Bourne y Albert Finney como el Dr. Albert Hirsch.
"Las dos primeras películas fueron propulsadas por interrogantes. `¿Quién soy? `¿Quién mató a mi chica?' Y las respuestas que él obtuvo fueron satisfactorias pero no completas. Esta tercera película tiene que ser sobre respuestas. Al final de este filme, tienen que saber cómo Jason Bourne se convirtió en Jason Bourne", dice Paul Greengrass sobre el filme.
Cuando se estrenó "Identidad Desconocida" en 2002 los espectadores conocieron una visión diferente sobre filmes de espionaje y acción: "Lo que sorprendió a los espectadores fue lo original que era el filme" comentara el productor Frank Marshall. "No esperaban una película tan audaz en las decisiones que se tomaron: en la forma de relatar su historia, la manera en que se filmó y en lo estupenda que fue la interpretación de Matt Damon".
Para dirigir "La Supremacía Bourne", el segundo filme de la serie, los productores escogieron a Paul Greengrass, un director inglés que había ganado aclamaciones de los críticos y el público por sus documentales y películas. A pesar de que estaba en un punto de transición hacia producciones de gran presupuesto, Greengrass retuvo su estilo de cámaras portátiles que siguen la acción y la edición vertiginosa mientras continuaba con el tema de la serie de la lucha de un hombre contra un programa clandestino del gobierno. El filme fue un éxito de taquilla y de crítica.
Ahora, Greengrass trae al aguerrido héroe de regreso para buscar las respuestas sobre quién y qué es Bourne, y quién lo hizo como es en "Bourne: El ultimatum". Esta necesidad de cerrar el caso es lo que atrajo a Greengrass nuevamente a la serie. "Bourne es un hombre real en un mundo verdadero que vive una búsqueda mística," reflexiona el realizador y agrega: "Lo maravilloso es que es una historia de adversarios. ¿Es un asesino o fue convertido en un asesino? Hay una sensación esencial que Bourne es uno de nosotros y que está huyendo de `ellos.' El está intentando obtener respuestas y no confía en ellos. Todos ellos son malos y el sistema es corrupto. Transmitir eso con emoción en un medioambiente contemporáneo es muy divertido".
Una nueva película de la serie de Bourne no estaría completa sin Matt Damon, quien regresa en el papel principal para colaborar con Greengrass. "Paul es uno de los mejores directores activos en la actualidad," dice Damon. "Es un estupendo narrador cuyo estilo es perfecto para estos filmes porque no es teatral. Tiene una forma de filmar que es muy realista y franca".
Damon nuevamente trae a la tercera producción la intensidad silenciosa y la búsqueda de la verdad que inicialmente le dio a Bourne hace varios años. "Matt es infalible en su precisión," dice Greengrass. "Hay algo en él que hace que los espectadores sepan que es bueno. Es un intérprete maravilloso de roles en que el personaje es realmente siniestro. Ese personaje posee un ansia de ser bueno con la que el público se identifica, en especial los jóvenes"
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