Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar

Hubo un crimen por semana en 2015: en casi la mitad de los casos, por peleas

48 personas fueron asesinadas en la Región, 24 de ellas con un arma de fuego

12 de Marzo de 2016 | 02:39

La violencia no cede. Y los números lo reflejan. Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2015, 48 personas fueron asesinadas en la Región (La Plata, Berisso y Ensenada). De ese total de víctimas, 36 fueron hombres; 7, mujeres, y cinco menores de edad (dos chicas y tres varones), de acuerdo al relevamiento que realizó EL DIA con los hechos publicados el año pasado, debido a la falta de estadísticas oficiales. De estos números se desprende que hubo, en promedio, un homicidio cada siete días.

De las mujeres asesinadas, una murió en un enfrentamiento, dos son jubiladas asesinadas en un robo, tres por femicidio y otra por una bala perdida en un enfrentamiento vecinal. De las menores, una estaba en una esquina cuando la balearon desde una moto y otra es una nena de 10 años que habría sido asesinada por su madre, en Los Hornos. Hubo tres homicidios múltiples: el de dos hermanos en un enfrentamiento, en febrero; el de una pareja de jubilados degollados por su dinero en Tolosa, y el de tres quinteros masacrados a tiros en Abasto.

En cuanto a los chicos, uno murió tras, presuntamente, matar a un hombre en un asalto en Tolosa y otro por salir en defensa de sus amigos, a quienes les habían robado los celulares. El tercero, de 7 años, fue violado y muerto a golpes en Villa Elvira, caso por el que fueron detenidos su madre y el padrastro.

Respecto de las motivaciones, 20 de los casos fueron en el marco de un asalto, 7 en peleas, 5 en conflictos familiares, 3 por femicidio y 9 en circunstancias poco claras.

Si de mecánica de crímenes hablamos, en 24 se usaron armas de fuego; 11 fueron con un arma blanca (cuchillo o machete, por ejemplo), 7, mediante golpes y 2 por asfixia. En cuanto a los victimarios identificados, solamente cuatro son mujeres. El resto, hombres, cuatro de ellos menores.

1 inseguridad que mata

La inseguridad pegó muy fuerte de arranque, con el asesinato de Alfredo Alberto Copari (55), el 25 de enero. Fue a las 4 de la mañana, cuando a su hijo Martín (26) lo abordaron 3 ladrones en el momento en que ingresaba su coche Ford Ka en su casa de 1 entre 521 y 522. Su padre, que vio la escena desde adentro de la casa, buscó un arma que guardaba en el ropero y efectuó por la ventana cuatro tiros intimidatorios. Los asaltantes respondieron y un balazo impactó en el pómulo de Alfredo. Murió camino al hospital de Gonnet. En la escena encontraron, entre otras cosas, la partida de nacimiento de Pablo Lorea, un menor de 16 años que, en la madrugada del 27 de enero fue hallado muerto en 522 y 118. Tenía un tiro en el corazón. Y, al lado, una 9 milímetros que –según confirmó el peritaje posterior- se usó para matar a Copari. Por el crimen de Lorea fue detenido meses después un joven, con el que habría mantenido un enfrentamiento.

En marzo ocurrió otro crimen atroz. Alejo Fabian Vargas Vegas, de 16 años, increpó a un chico de 14, para que devolviera los celulares que le había robado a sus amigos en una fiesta. Esto fue el 1 de marzo en 441 y 133. Cuentan dos testigos presenciales que el menor acusado no dijo una sola palabra. Sacó un arma blanca y apuñaló a Alejo en el pecho, matándolo prácticamente en el acto. Pese a su edad, el imputado quedó alojado en un instituto.

Abril fue el mes de otro caso conmovedor. El médico Francisco Guerrero caminaba con su novia por 116 y 66, cuando los interceptaron dos motochorros. “Pancho”, como lo conocían todos, se resistió y recibió un tiro en el pecho. El día anterior, Francisco había cumplido 28 años. Hacía la residencia de traumatología en el Gutiérrez. La bala no le dio ninguna chance. Por el caso hay dos sospechosos detenidos.

María Ester Paz (71) y Aldo Teodoro Zárate (76) vivían en su casa de la calle 2 entre 521 y 522, en Tolosa. El 4 de junio, allegados fueron a visitarlos, preocupados porque el día anterior no los habían visto en la iglesia evangelista a la que iban dos veces por semana.

Se alarmaron al ver que las luces estaban prendidas y llamaron al 911. Los policías que entraron por los fondos encontraron los cuerpos: el de Aldo estaba en el garaje, tirado al lado del auto. El de su mujer en la pieza, ambos degollados. Ella tenía, además, tres puñaladas en el pecho. En la cocina quedaron los 130 mil pesos que, se supone, buscaban los criminales. Unos días después detuvieron en Mendoza a sus dos sobrinos, aunque uno recuperó la libertad. Gustavo Germán Ludueña (36) sigue preso: encontraron sus huellas en la escena.

2 ni una menos

También se registraron dos femicidios estremecedores. Uno tuvo como víctima a Claudia Elizabeth Salgán (40), en 493 entre 132 y 133, por el que fue detenido su marido Marcelo Raúl Núñez (44).

Por lo que contaron las hermanas de la mujer, ella les había hablado de las agresiones verbales y las veces que “él la echó de la casa”. Un mes antes del crimen, Claudia le dijo a Marcelo que se quería separar, pero entonces él se infartó en el trabajo, estuvo internado varios días y como su recuperación requirió de mucha atención, Salgán postergó sus planes. Hasta el 6 de julio, cuando la encontraron con un golpe en la cabeza y dos heridas cortantes. El acusado les dijo a los policías que fueron a demorarlo: “Se me fue la mano, me mandé un cagadón, la agarré mandando un mensaje y era con un flaco. Se me pasó la mano y la pinché con un destornillador”. Dos de los tres hijos de la pareja, de 8 y 12 años, estaban en la casa.

También en la zona norte, pero en Villa Elisa, otra vivienda familiar fue el escenario de una historia macabra. En agosto, Oscar Daniel Raúl Abramo (39) montó un pelotero improvisado en su casa de 18 entre 424 y 425, para que jugaran los cuatro hijos de su pareja, Sonia Mabel Morel Escurra (25). Lo curioso fue que a partir de ese mismo día, nadie más volvió a verla.

Abramo les dijo a sus conocidos que Escurra se había ido a Paraguay, de donde era oriunda, aunque la Dirección Nacional de Migraciones no registró movimientos de la mujer. Una pelea familiar, los dichos del propio Abramo y la certeza de varios de sus allegados que lo vieron castigar duramente a Escurra, condujeron a la policía hasta ese terreno, el 21 de octubre pasado. Buscaron donde vieron tierra removida. Y a unos 30 centímetros de la superficie encontraron el cuerpo de la chica. La autopsia determinó que había sido golpeada, pero no lo suficientemente fuerte como para matarla. Fue enterrada viva, debajo del pelotero sobre el que jugaban sus hijos.

3 Enemigos intimos

El 6 de enero, el 911 recibió dos llamados pidiendo ayuda en 131 bis entre 517 y 518. El primero lo hizo María Belén Di Benedetto (22), diciendo que su casa se prendía fuego y que su pareja, Luis Barría (59) estaba adentro. La segunda vez se comunicó una vecina, que reprodujo lo que le contó la chica: que dos ladrones la habían reducido mientras sacaba la basura. Los policías encontraron a Barría acostado en la cama, con la cabeza destrozada a golpes y tapado con una frazada.

Dos semanas después la joven confesó que mató a su pareja, pero habló de violencia física, psicológica y hasta de abusos sexuales.

El subcomisario Carlos Lara se topó con la escena más terrible cuando el 22 de mayo llegó a su casa de 65, 136 y 137 y encontró a su hijita María Guadalupe, de 10 años, asesinada de varias puñaladas, sobre su cama. Las hornallas del gas estaban abiertas y su esposa Inés María González tenía un corte en el cuello. Llorando, ella misma le contó a su esposo que había matado a la pequeña, quien padecía el síndrome de Coffin-Siris, después de una discusión. González, con problemas psiquiátricos, sobrevivió y quedó detenida.

El 16 de noviembre, el cuerpo del abogado Miguel Angel Gómez fue hallado calcinado, apuñalado y con una bolsa en su cabeza, dentro de un Volkswagen Gol Trend, en un descampado de 143 y 511. Un mes después detenían en El Jagüel a Marina Paola Irala (39), pareja de Gómez y madre de su hija más pequeña. En la casa que convivían, en 464 entre 15 y 16, los peritos encontraron rastros de sangre en las fundas de las almohadas y un palo de madera largo con manchas pardo rojizas. Creen que no actuó sola.

4 Violencia extrema

El 23 de mayo, Pablo Gustavo Duarte (30) fue al bar Hispano, en 51 entre 3 y 4, con su mujer y otros familiares. Al abrir una botella de champan salpicó a dos jóvenes que estaban allí junto a un par de chicas, lo que desató una discusión que tuvo un desenlace trágico. Los guardias de seguridad retiraron a todos a la calle, donde la disputa continuó hasta que uno de los sujetos sacó de su auto una pistola calibre 9 milímetros, con la que hizo un disparo que mató a Duarte en instantes. Los asesinos huyeron. El caso estuvo en la nebulosa durante casi dos meses. En julio, por fin, detuvieron a dos policías de City Bell, uno de los cuales prestaba servicios en Lanús y otro en Quilmes. Se trata de Rodrigo Ariel Molina (27), presunto autor material del delito de homicidio agravado, y Juan Ignacio Forni (21), por encubrimiento agravado.

Otro caso igual de violento e inexplicable fue el que tuvo como víctima a Miguel Angel Miguela (55), un vigilador del Club de Pesca Río de la Plata, en Costanera y 18 C de Punta Lara (Ensenada), que fue atacado “repetida y salvajemente, con piedras, patadas y golpes de puño en todo su cuerpo y en el cráneo hasta causar su deceso”. El agresor, Rubén Oscar Del Fabro (20), actuó frente a varios testigos y fue detenido cerca de la escena. El fiscal del caso, Marcelo Romero, calificó al accionar como “sádico” y sin motivo alguno.

5 Misterios

En la mañana del 26 de agosto Juan Martín Yalet (35) fue detenido después de una entradera en 2, 66 y 67. Esposado y en el patrullero, no llegó a la comisaría Novena. Allí dentro y en esas circunstancias, recibió un tiro que lo mató antes de que pudieran asistirlo los médicos del Policlínico. Los policías argumentaron que pudo tratarse de un suicidio. Para la fiscal Betina Lacki, se trató de un homicidio, por el que 8 efectivos estuvieron presos. Luego fueron excarcelados.

A las 4 de la mañana del 18 de diciembre hubo una masacre en el complejo hortícola Quinta Víctor, en 206 y 440, donde unos 400 trabajadores (en su mayoría ciudadanos paraguayos y bolivianos) se alojan en monoambientes de construcción precaria. Dos sujetos irrumpieron a patadas en la casita en la que vivían Joel López (51); su mujer, Carmen Beatriz Morel Sotelo y la hija de ambos, de 12 años. Hicieron entre 5 y 6 disparos. Asesinaron a López y lastimaron a las mujeres. Uno de los proyectiles perforó la pared del fondo y mató a Silvio Chávez Galeano (37). Cuando escapaban corriendo, los criminales se cruzaron con Artemio del Valle, un sereno de 44 años que hacía un rondín y se acercó al lugar al escuchar los disparos. Recibió uno a quemarropa y murió. Todavía no se sabe el móvil del triple crimen, ni se identificó a sus autores.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
Multimedia
+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$650/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$500/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$500.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $3950.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla