Asoma la escena postelectoral

Con más del 48 por ciento de los votos, el gobierno municipal se prepara para una nueva etapa en la que cuenta con un apoyo de siete puntos porcentuales más que en las generales de 2015. La propuesta programática de Julio Garro para los próximos dos años girará en torno a regular la rutina urbana y las normas de convivencia. La medida fue anunciada un día después de los comicios y como respuesta a un sondeo encargado por el Intendente que redundó en que los platenses reprochan a la Comuna el caos de tránsito, la proliferación indiscriminada de basura y la venta ambulante que se adueñó de las calles de la Ciudad. Y en estos puntos enfatiza el jefe comunal el plan 2018, con la presunción, además, de que no tendrá el mismo volumen de fondos para invertir en nuevas obras públicas.

El desarrollo de una mayor presencia del Estado en la vía pública –con más tecnología y recursos humanos- implicará igualmente una mayor erogación, que se verá reflejada en el Presupuesto municipal 2018. Retrasado en su envío al Concejo, se espera que el expediente que ingrese a mediados de noviembre contemple un importante incremento de fondos para las secretaría de Seguridad y Control Ciudadano y, ya anticipado, un aumento de tasas que se estimará en función de la inflación esperada para el año que viene. Esta norma, base de la gestión del año que viene, y el pliego de licitación para el nuevo convenio de recolección de residuos son las dos cuestiones importantes que se darán previas al recambio legislativo.

El aluvión amarillo que se dará el 10 de diciembre en el Concejo Deliberante, cuando asuman seis nuevos ediles de Cambiemos a un bloque que tendrá la mayoría propia, afectará visiblemente la relación de fuerzas del deliberativo y el reordenamiento interno del peronismo pero antes, también, la reorganización del Ejecutivo. En este tema la gran pregunta es qué decisión adoptará el Intendente en relación a la Secretaría General, que deja vacante el concejal electo Javier Mor Roig, y la jefatura de Gabinete. Hay quienes sostienen que su sillón será para el coordinador Oscar Negrelli con funciones ampliadas. Otros arriesgan que al dirigente de la Coalición Cívica le queda mejor el sillón de Natalia Vallejos y un tercer grupo habla de que tal vez la jefatura de Gabinete se disuelva como tal.

Con todo, Vallejos y Garro ya mantuvieron varias reuniones privadas de resultados desconocidos y la inquietud toma volumen.

Otro frente en el que el jefe comunal tomará dará la última palabra es el de las autoridades del Concejo. Fernando Ponce viene siendo un alfil que supo ganar la confianza de Garro y uno de los protagonistas de la campaña que concluyó con los deseables resultados del domingo. Pero Mor Roig, que fue la cabeza de lista, no se resignará a ser un concejal raso y reclama una posición de autoridad, concretamente, el sillón de presidente. Abriendo líneas internas en un oficialismo con mucho para resolver. La repartición de los cargos será conforme a quien se los merezca, dicen que piensa el Intendente.

En tanto, pasado el domingo, la oposición enfrenta la misión del reordenamiento. Será clave para el peronismo las alianzas que en el PJ provincial se produzcan de cara a las elección de autoridades del 17 de diciembre. Mientras esperan este proceso, en el Concejo local ya arman planes posibles. Uno de ellos exhibe la idea de que los próximamente solitarios Fabián Lugli (PJ), Luciano Sanguinetti (Frente Renovador) y Miguel Forte (moyanista) tal vez -y sólo tal vez- coincidan en una misma bancada. Al menos, ninguno de los tres por ahora lo descarta.