La ola de violencia se instaló en las aulas, con más vandalismo y un alumno armado

La ola de violencia urbana que tiene a las escuelas de la Región como uno de sus blancos predilectos, también traspasa los muros y se espeja dentro de las aulas, con gravísimos episodios de inseguridad, que ponen en riesgo a todos.

Pintadas, destrozos, incendios, robos y hasta alumnos armados, forman parte de un complejo entramado delictual, al que nadie le puede poner freno.

Prueba de ello, las autoridades de la escuela comercial ubicada en 46 entre 2 y 3 admiten sin tapujos que, desde hace un mes, un nene de 12 años suele ir a robar y amenaza al personal de un anexo administrativo, que está en la misma cuadra.

“Trabajamos con miedo, en estado casi permanente de tensión”

Débora Brusilovsky
Directora del Comercial

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“Trabajamos con miedo, en un estado casi permanente de tensión”, expresó Débora Brusilovsky (59), la directora de la entidad.

Tal es la preocupación que tienen por lo sucedido, que se presentaron notas en la Secretaría de Seguridad de la Municipalidad de La Plata y, ante la Policía Local, para reclamar más seguridad.

“Hace 15 días ya elevamos nuestra inquietud a los responsables de la comisaría primera, para que se destine alguna vigilancia en los horarios de entrada y salida de los alumnos”, expresó Brusilovsky.

“ESTÁ CÓMODO CON LO QUE HACE”

La directora del Comercial comentó que “en el último mes” el mismo menor participó de los varios episodios contra esa institución, que en algunos casos terminaron en robos, en otros con amenazas y en todos con una demostración de fuerza para intimidar.

Consultada para que de más detalles de lo sucedido, reveló que “hace dos viernes recibí un mensaje telefónico avisándome que este mismo chico se había metido en la Secretaría con una cuchilla, aprovechando que la secretaria estaba sola, y le robó la billetera”.

Brusilovsky también responsabilizó a otros adolescentes, que tienen entre 12 y 14 años, que formarían parte de “una misma bandita”.

En tal sentido, mencionó que “a una docente auxiliar le robaron dinero, luego de hacerle una maniobra de distracción. Y a mí también me sacaron plata y mi celular, luego de abrirme el armario, sin que tampoco me diera cuenta”.

Con todo, consideró que “lo de este miércoles fue el colmo, porque una auxiliar del Inspector de la Secundaria se negó a darle el dinero, la atacaron a piedrazos”, lastimándola al menos en una de sus piernas, de acuerdo a lo que trascendió en esferas policiales.

Una vez que el menor escapó, al parecer con los cómplices que lo esperaban afuera, “llamamos al 911 y la Policía vino rápido. Le explicamos lo que viene ocurriendo con estos menores y nos dijeron que están al tanto de sus andanzas en la zona céntrica”.

La directiva sostuvo que en el caso puntual del menor que intervino en los distintos hechos en ese establecimiento “es evidente que está cómodo con lo que hace. No sé si detrás de todo esto hay también algún mayor de edad, pero tanto este pibe como otros que han venido acá a robar o a molestar, juegan a asustar. Y demostraron que conocen todos los movimientos del colegio, quiénes atienden en los distintos horarios y en qué sectores del edificio pueden actuar tranquilos, porque no van a donde están los alumnos”.

Brusilovsky señaló que las primeras veces “venían con la excusa de pedir un poco de agua. Es más, cuando en una ocasión se le negó ese pedido, porque se sabía que detrás podía venir un robo, el chico que viene siempre reprochó que veía un dispenser con agua”. Y puntualizó que “normalmente vienen después de las 4 de la tarde y a la noche. Por eso nos sorprendió el ataque a la auxiliar de este miércoles, porque fue por la mañana”.

Y no obvió aludir a que “si bien hubo algunos robos aislados a alumnos, no son el blanco al que buscan”.

“HAY QUE BUSCAR UNA SOLUCIÓN”

Seguidamente, creyó conveniente enfocar la problemática en una acción conjunta de reparticiones oficiales para abordar la situación de esos menores de edad. “Hay que buscar una solución, conocer qué pasa con las familias de estos chicos, dónde viven y si, repito, no hay algún adulto que maneja a esta bandita”, enfatizó.

Por su parte, ayer, en la escuela especial 529 de Melchor Romero, situada en las calles 173 y 521, un menor de 14 años, con retraso madurativo, se presentó en el establecimiento con una pistola calibre 22 y diez proyectiles intactos.

“Hay que buscar una solución, conocer qué pasa con las familias de estos chicos, dónde viven y si, repito, no los maneja algún adulto”

De acuerdo al reporte oficial, Raúl Russiti, secretario de la institución, contó que, al percatarse de la situación, por un extraño estado de nerviosismo, logró contener al adolescente hasta la llegada de la Policía.

Ahí fue cuando le pidieron la entrega de una mochila, donde llevaba una Mahgely .22 con el cargador y la recámara completa.

En el caso, tomó intervención el fiscal Juan Benavides.