

archivo
Uno por uno, cómo votaron los diputados el rechazo al veto al Garrahan y universidades
VIDEO. Trágica caída de un caballo en La Plata: murió el jinete de 18 años
De Riquelme a Toviggino, los dirigentes que estuvieron en La Plata junto a Tapia en el estadio Único
"Se va a meter": se supo para que se usará el pene gigante que apareció en La Plata
VIDEO. Robo, tiros y muerte en La Plata: "un barrio con miedo", el día después en Tolosa
Así atraparon en pleno Centro un ladrón tras el robo a un comercio de celulares
En vivo, Andy Kusnetzoff quebró en llanto por el ajuste de Javier Milei
¡Bombazo! Evangelina Anderson sorprendió en su viaje a Europa: “Tengo novio”
Causa Vialidad: Cristina Kirchner y los demás condenados deberán pagar $685.000 millones
La Reserva Federal bajó la tasa de interés y abre expectativas para la economía argentina
Caso $LIBRA: Lijo declaró la incompetencia de la jueza Servini y la causa pasará a otro magistrado
Finalizó el escrutinio definitivo de las elecciones bonaerenses: cuándo se conocerán los resultados
Celular 5G, TV Led y un metegol: EL DIA premia a sus suscriptores con sorteos imperdibles
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
archivo
Por JUAN J. TERRY (*)
Cualquiera sean las facetas en que contemplemos la figura de Belgrano, en su empresa gigantesca al servicio de la Patria, siempre nos llenarán de orgullo por la profundidad de su pensamiento y acción. Ello lo comprobamos en el campo de la educación -que fue su primera y principal preocupación a lo largo de toda su vida- como en la economía, la abogacía, el comercio, la industria y los diversos campos de las ciencias y las artes, en una palabra el desarrollo, que perfilaron en él a un gran estadista, a quien se debe el impulso ideológico inicial de la Revolución de Mayo, luchando siempre con desinterés personal para el mejoramiento de la sociedad.
A él, que en medio de los días de batalla en el norte argentino, casi sin dormir para superar las grandes vicisitudes a las que debía hacer frente, más los padecimientos de su enfermedad, se daba tiempo para traducir la Despedida de Washington al pueblo norteamericano para que sirviera de paradigma a sus compatriotas, le cabe con justicia como a ningún otro de los próceres de Mayo, los tres calificativos que según el gran estudioso del pasado argentino el padre Guillermo Furlong S.J., le asignaba en EE UU, a George Washington: “El primero en la paz, el primero en la guerra y el primero en el corazón de sus conciudadanos”. (The first in peace, the first in war, the first in the hearts of his countrymen). Y este sentimiento sobre Manuel Belgrano se afirmó entre nosotros con el paso del tiempo -a casi dos siglos de su muerte- porque hemos reconocido en él un temperamento varonil de grave y serena fortaleza, suavizado por una delicada sencillez y una auténtica humildad, valores que reunía su recia y completa personalidad y que junto a su nobleza y generosidad adquirían la magnitud de lo heroico.
Le animaba un fuego que no apuntaba al amor propio o la conveniencia personal, sino que todo estaba guiado por el patriotismo y el bien común. Los sueños y luchas del creador de la Bandera siguen incumplidos, porque no hemos encontrado el camino para continuar el progreso económico y social que él preconizaba, enfrentándonos en facciones que parecen irreductibles y que amenazan todavía más la triste realidad presente con un tercio de la población empobrecida desde hace tiempo y una corrupción populista que nos agobia.
Nada más que inspirarse en el ideal belgraniano y de los demás padres de la Patria para retomar el rumbo. Ya lo alertaba el creador de la Bandera al recibir el premio de 40.000 pesos con que lo honró la Asamblea Constituyente por la batalla de Salta y que destinó a la fundación de cuatro escuelas: “Nada hay más despreciable en el hombre de bien, para el verdadero patriota que goza de la confianza de sus conciudadanos, que las riquezas. Estas son el escollo de la virtud y no sólo son capaces de excitar la avaricia de los demás, sino que parecen dirigidas a lisonjear una pasión abominable en el agraciado”.
Al asumir en el Consulado e imponerse de la situación real en el Virreinato, la primera gran preocupación de Belgrano fue la educación, impulsando la idea de una enseñanza pública y gratuita en igualdad de condiciones para ambos sexos.
En este sentido fue el primero en América latina. Al respecto le preocupó sobremanera la situación de la mujer, relegada al hogar y a las tareas preferentemente domésticas. Estaba excluida de los acontecimientos públicos y debía aceptar la subordinación a una sociedad jerarquizada por la conducción masculina. promovió que se les enseñara a leer y escribir junto con el aprendizaje de diferentes oficios para inspirarles el amor al trabajo como ayuda para los padres y para formar su propio peculio, distinguiéndolas con premios a quienes se destacaran en sus tareas.
Es decir, propició la imagen de una mujer instruida como agente de producción y como medio de enseñanza moral, además de mejorar la enseñanza de sus hijos. Por eso fustigó que “el bello sexo no tuviera sino una sola escuela gratuita, la de niñas del Colegio San Miguel, y sólo para las huérfanas. Las demás eran pagas, pero sin que nadie supiera qué se les enseñaba o aprendían. Pero llegó más lejos: propició el ingreso a las universidades para lograr la integración de la mujer en el seno de la Patria.
En este Día de la Bandera sentimos que estamos viviendo el fin de un ciclo en el que todavía no contamos con los elementos para configurar el nuevo, y en el que nos vemos obligados a vivir sin igualdad de oportunidades para muchos, con una cruda realidad que golpea las puertas de vastos sectores, enmarcando su vida con la angustia de la pobreza, la frustración, el desempleo, la inseguridad y la manipulación de la justicia.
Por eso en esta hora es necesario nutrirse nuevamente del ejemplo y el espíritu de Belgrano, que no necesita ser enaltecido con adjetivos, sino que todo el país debe vivirlo y fortalecerse en su ideario.
Hago mías palabras de Belgrano, el presidente Nicolás Avellaneda y Ricardo Rojas. Dijo el prócer: “Siempre he clamado por la educación. Sin educación en balde es cansarse, nunca seremos más de lo que desgraciadamente somos”. Y Nicolás Avellaneda: “Un país que olvida sus tradiciones pierde la conciencia de su destino”. Y finalmente Ricardo Rojas: “Demoledores nos sobraron, fue arquitecto de la nueva morada que nos faltó. Con diez hombres como Belgrano, la democracia argentina aparecería en su génesis menos envuelta en las sombras del caos y la sangre de las tragedias”.
(*) Presidente del Instituto Belgraniano de la Provincia de Buenos Aires
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$690/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6470
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$530/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4190
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí