El último detenido estaba con libertad asistida por “robo”

Raúl Ignacio Basualdo, el joven de 25 años que el viernes había sido aprehendido por su supuesta vinculación con uno de los dos crímenes en el barrio Savoia, quedó ayer formalmente detenido por “homicidio agravado por la alevosía”, después de que el juez Pablo Raele avaló el pedido del fiscal Marcelo Romero.

Horas más tarde, ya sentado en la indagatoria frente al fiscal, Basualdo repitió la fórmula usada días antes por su hermano Nicolás, quien pasó 48 horas demorado por el mismo delito: admitió haber estado en la fiesta que se hizo hace 8 días en una casa de 7 entre 475 y 476 y en la pelea que se desencadenó en la calle, a metros de esa vivienda, pero negó ser el “joven de la remera amarilla o dorada” que todos sindican como asesino de Maximiliano Mengarelli, informaron fuentes judiciales.

Más allá de compartir estrategia, la situación de Raúl no es igual a la de su hermano Nicolás, ya que éste recuperó la libertad después de que ninguno de los tres testigos lo reconoció en una rueda y él llegó libre a la diligencia, y quedó esposado con dos identificaciones positivas. Según los mismos voceros, un testigo lo marcó como ejecutor de la puñalada mortal por la espalda, otro lo ubicó en la escena y un tercero no logró reconocerlo.

Basualdo está con libertad asistida por una causa de robo calificado, puntualizó una fuente con acceso a la causa, y seguirá detenido.

En la misma situación está Laura Sosa, pero imputada por el asesinato de Rubén Octavo, con la misma mecánica: una puñalada por la espalda.

Ayer a la mañana se hizo un allanamiento en la casa de Raúl Basualdo, en Tolosa, que, en rigor, ya había sido registrada porque allí vive también Nicolás. Según los voceros consultados por este diario, no encontraron elementos de interés para la causa.

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Los investigadores están convencidos de que los cuchillos usados en el ataque “quedaron en la casa de la fiesta”, de donde se llevaron secuestrados, el mismo día, seis para ser peritados. El resultado de esos análisis se conocerá en unos días.

Como se ha venido informando, la tragedia ocurrió hace ocho días, cuando ya estaba terminando una fiesta organizada por Sosa y su familia. Los investigadores aclararon que no fue un evento para recaudar plata, sino que se convocó de boca en boca entre los jóvenes del barrio y a través de las redes, con la única condición de que los asistentes llevaran “una botella de alcohol cada dos”. La madre de Sosa, Margarita Carrillo, dice que las dos víctimas estuvieron en la fiesta, pero los investigadores y allegados a los jóvenes la desmienten. Como sea, cerca de las 6.30 de la mañana se desató la pelea generalizada que terminó con dos muertos.

Allanaron la casa de Basualdo, en Tolosa, pero no había elementos de interés