Terminó el primer round, pero sigue abierta la pelea entre Macri y Moyano

Por MARIANO SPEZZAPRIA
@mnspezzapria

Con la marcha del 21F, Hugo Moyano desplegó el manual de acción que aplica desde hace 25 años cuando empezó a ganar posiciones en la interna sindical: golpeó duro a su rival para llevarlo a negociar en condiciones ventajosas. La historia reciente indica que esos adversarios fueron varios presidentes de la Nación: Carlos Menem, Fernando de la Rúa y también Cristina Kirchner.

Todos ellos padecieron, con mayor o menor intensidad, los problemas que acarrea tener a Moyano en la vereda de enfrente. Ahora le toca transitar esa experiencia a Mauricio Macri, quien parece decidido a afrontar el desafío del jerarca sindical. Tanto, que ayer no dio ninguna señal de que esté pensando en levantar la bandera blanca, pese a los riesgos políticos que se asoman.

MACRI NO, TRIACA, TAL VEZ

De hecho, Macri mandó a su jefe de Gabinete, Marcos Peña, a advertir que no habrá ninguna reunión con Moyano, luego de que el jefe camionero afirmara que no tendría inconvenientes en sentarse a dialogar con el mandatario. Y luego dejó trascender que si el jefe camionero en verdad quiere romper el hielo, primero debería encontrarse con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

El titular de la cartera laboral, que viene levantando el perfil tras la reclusión forzosa por el affaire de su empleada doméstica, adjudicó en la intimidad precisamente a Moyano la difusión del audio que desató el escándalo. Así que para el histórico sindicalista no será nada fácil recomponer la relación con el Gobierno de Cambiemos. El propio Macri destila un fuerte enojo con Moyano.

LA CAJA DE LAS OBRAS SOCIALES

En ese marco, en la Casa Rosada dieron ayer su aval político a la presentación de un proyecto de ley que firmó una veintena de diputados oficialistas, que propone castigar con las figuras de cohecho y enriquecimiento ilícito a quienes mal administren las obras sociales. Justamente Moyano y su familia están siendo investigados por desviar fondos del gremio de Camioneros.

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Breve

Pero en la sede gubernamental no parecen haber dimensionado el efecto catalizador que encarna Moyano en el agrupamiento de diversos sectores de oposición, que naturalmente no confluirían en una protesta. Uno de los dirigentes que estuvieron en el palco montado en la 9 de Julio, Hugo Yasky, dijo en ese sentido que “la figura de Moyano es indispensable para un armado de unidad”.

Si bien esa confluencia es incipiente y está lejos de impulsar la reunificación peronista, como ya publicó EL DIA, lo cierto es que puede ser el germen de un frente antimacrista en el campo sindical y social, a juzgar por la presencia de los movimientos en la marcha moyanista. En su reacción tras el acto, el Gobierno prefirió insistir en que detrás de todo se encuentra la senadora Kirchner.

CRISTINA, LA AUSENTE

Con esa estrategia, la administración de Cambiemos sorteó con éxito las últimas elecciones legislativas, por lo que se comprende que Marcos Peña haya afirmado que “sólo faltó que Cristina Kirchner estuviera en el palco” junto a Moyano. Pero debería atender que no tiene el mismo impacto una protesta de las CTA, o de la izquierda, que una convocada y organizada por Moyano.

El día después de la multitudinaria marcha del 21F dejó, de todos modos, dos señales de concordia en medio de la pelea entre Macri y Moyano. La primera es que tanto el Gobierno como el gremio de Camioneros manifestaron su alivio porque no se registraron incidentes ni aparecieron los siempre sospechosos “infiltrados” que suelen empañar el final de este tipo de concentraciones.

DIÁLOGO SOCIAL

La segunda señal en son de paz partió de un sindicalista que no adhirió a la marcha. “El diálogo social es la mejor herramienta para crecer con equidad, que permite a los gobiernos y a los actores sociales elaborar una estrategia común, tendiente a promover el trabajo decente y como consecuencia la inclusión y la justicia social”, afirmó Gerardo Martínez, el jefe de la Uocra.

El mensaje del sindicalista cobró relevancia porque lo emitió en un encuentro del G20 en Buenos Aires, con el ministro Triaca sentado a su lado.

Justamente el funcionario partirá la semana próxima a Europa encabezando una delegación a la que fueron invitados varios jefes gremiales que tienen sintonía con el Gobierno. Moyano estaba en esa nómina, pero ahora ya no lo está.