Suegros contra nueras explosivas: padres que sacaron las garras por sus nenes, ya bastante creciditos...

Explosivo romance contaron en la tevé esta semana dos de los mejores amigos de una de las implicadas, Luciana Salazar. Según Marcelo Polino y Flavio Mendoza, la bomba rubia enloqueció durante meses, temporadas atrás, al ídolo máximo del fútbol argentino, Lio Messi.

El rumor, vale aclarar, siempre estuvo aunque nunca nadie lo había confirmado. “No te enojes, Luly”, le mandó a decir el platinado coreógrafo y desembuchó todo lo que sabía que era mucho.

Según ellos, Luli y Lío se encontraron en medio de un impasse en la relación entre el rosarino y Antonela Roccuzzo, hoy su esposa, y madre de sus tres hijos. Y habrían mantenido un apasionado affaire, que los habría llevado a encontrarse en diferentes hoteles e, incluso, en el teatro: algunos dicen que el futbolista llegó a esconderse en la platea esperando por su pulposa compañía.

De todos modos, lo que más llamó la atención de esta increíble historia no fueron los detalles sobre el romance en sí sino cómo se terminó.

Al parecer, el que habría intercedido para separar a los tórtolos habría sido don Messi, Jorge, quien, pensando en el futuro del nene, le habría agarrado el celular y le habría cambiado el número de teléfono para que el pibe no pueda comunicarse con su amor.

Messi, por ese entonces, ya superaba los 25 y no era un chico, precisamente. Aunque el padre, que es también su representante, analizó los pro y contra que el blanqueo de esa explosiva relación podrían traer y optó por accionar en contra del placer de su propio hijo.

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Pero el de Messi no es el único padre que ha tenido que tomar medidas excesivas por el bienestar de sus criaturas.

PADRE DE DELPO

En abril de este año, en medio de un impasse en relación entre Jimena Barón y Juan Martín Del Potro, surgió una versión que enloqueció a los consumidores de chimentos.

Todavía no habían contando cuáles habían sido las causas de la ruptura cuando los medios y portales del mundo del espectáculo empezaron a contar que el padre del tenista, radicado en Tandil, disgustado con la elección de su hijo, no tuvo mejor idea que mandarla a seguir con un detective privado, convencido de que la actriz y cantante le era infiel a su bebé que, por esa época, se la pasaba de rotation con la raqueta.

El resultado que el profesional en engaños consiguió, habría sido el esperado para Daniel, padre del deportista, quien, desde Tandil, se encargó de juntar las pruebas y mandárselas a su hijo, que no habría dudado en ponerse del lado del papi.

Para desgracia del tenista, no habría sido una sino varias las masas en las que Jime habría puesto sus manos, decantando en su separación.

HAY MÁS “CUIDAS”

Semanas atrás, Ángel de Brito contó en su programa que el también tandilense Héctor Mónaco, padre del tenista, tampoco está contento con Pampita, su ¿ex? nuera.

“No la odia, pero no la quiere. No le gusta para su hijo”, aseguró el conductor de “Los Ángeles de la Mañana”.

Sobre esa versión fueron a consultar al ex deportista ahora devenido en conductor de televisión y experto en presencias. Y, como era de esperar, se molestó.

“¿Vos te imaginás a mi padre hablando con un medio? Tiene setenta años y vive en Tandil. ¡Por favor! A veces tengo que escuchar cosas que no las puedo creer. Pero bueno…”, tiró Pico, enojado, cuando le consultaron por este temita.

Cuando el notero le explicó que por eso iban en busca de su palabra, Pico cerró ofuscado: “No, no, no hay que creer…. Es la verdad, setenta años tiene mi viejo”.

UN CASO HISTÓRICO

Corría el 2010, en plena previa del Mundial de Sudáfrica, cuando Juan Carlos Demichelis, padre de Martín, salió a crucificar a su nuera en la televisión, demostrando que no le tenía mucha simpatía a la exuberante vedette. “(Evangelina) Es una picaseso. Lo llama todo el tiempo. Yo no quería que viaje a Sudáfrica para que no lo desconcentrara”, dijo en una entrevista respecto de su nuera, y agregó: “Hay mujeres que todavía no entienden que lo que hace él es un trabajo, y que no podés estar llamándolo cada cinco minutos para saber qué está haciendo”.

Pero eso no fue todo porque continuó, dejándola muy mal parada a la blonda que, en ese momento, estaba en Argentina, mientras su marido y padre de sus hijos, estaba en Sudáfrica: “Mientras estés solo, las mujeres te van a complicar la cabeza preguntando a cada rato con quién estás, dónde estás, qué estás haciendo. Son picasesos. Si tienen tanta desconfianza... lo mejor es que estén al lado de su marido”.

Anderson, que finalmente después viajó a Sudáfrica, negó en aquel entonces “internas familiares” con su suegro que, lamentablemente, dos años después, murió en un accidente de tránsito.

El padre de Messi no es el único que tomó medidas excesivas por el bien de su bebé