Tras el caos en la Autopista, se renueva la controversia por la tracción a sangre

Detrás del sorpresivo piquete que ayer a la mañana le causó dolores de cabeza a miles de automovilistas que a diario utilizan la traza de la Autopista La Plata asomó una vieja controversia: la del uso de la tracción a sangre en las calles platenses.

Defendida por los carreros, que salieron a denunciar una “persecución” y rechazaron que les quiten los animales, para el ejecutivo municipal su presencia en la Ciudad “es innegociable”, por lo que reiteraron que no la permitirán.

No fue, claro está, lo único que plantearon los cartoneros que protagonizaron, desde la mañana, el piquete en la rotonda que conduce a la Autopista, pero sí uno de los aspectos más controvertidos.

El corte obstaculizó tanto la subida como la bajada, aunque a la traza se podía acceder a través de la avenida 122. Sin embargo, quienes venían desde la Ciudad de Buenos Aires eran desviados en el kilómetro 31,5 hacia el Ramal Gutiérrez, de modo que no se pudo bajar tampoco en Villa Elisa.

El bloqueo se tradujo en que las vías alternativas, como el Camino Centenario, se vieran colapsadas, con una inusual presencia de micros y camiones. A su vez, los colectivos que a diario unen la traza entre nuestra ciudad y la capital federal experimentaron serias demoras, lo que les complicó la vida a miles de usuarios de dichos transportes.

En rigor, la medida de fuerza de los cartoneros tuvo distintas motivaciones. Por un lado, fue para reclamar por un convenio que otorgaba al sector 50 cupos laborales, además de la actualización de los montos que se abonaban y la incorporación de un mayor número de cartoneros y carreros al sistema de reciclado, para de esa manera dejar de utilizar los caballos.

LE PUEDE INTERESAR

Fuerte inquietud entre jóvenes médicos por la demora en la entrega de títulos

LE PUEDE INTERESAR

Los pasajeros del tren Roca están cansados del “embudo” que se forma en los molinetes de 1 y 44

Sin embargo, también expresaron su preocupación y rechazo por la quita de los animales, algo que calificaron como una “persecución” por parte de las autoridades comunales.

Se referían al denominado programa de recuperación de caballos utilizados para tracción a sangre, que, según la comuna, permitió recuperar y sacar de la calle 73 caballos a lo largo del 2018 y estos primeros 40 días del 2019.

“Necesitamos una alternativa para seguir trabajando”, señaló, al respecto, el comunicado difundido por la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores-CTEP.

“El 17 de octubre del 2018 el intendente Julio Garro se comprometió a dar respuestas a nuestro reclamo y una alternativa para trabajar. No sólo no nos atendieron más, sino que tampoco existió dicha alternativa. Exigimos que el intendente nos atienda y escuche nuestros pedidos, estamos dispuestos a buscar alternativas de trabajo en conjunto”, completa el texto difundido.

En cambio, el secretario de Espacios Públicos y Gestión Ambiental, Marcelo Leguizamón, explicó que “es la primera gestión que reconocimos el trabajo que realizan los recicladores urbanos. Pero no estamos dispuestos a negociar el uso de la tracción a sangre”.

“Actualmente, la Municipalidad de La Plata mantiene un acuerdo sin precedentes con el sector de recicladores urbanos, siendo la primera gestión en la historia de la Ciudad que los reconoce como trabajadores del reciclado, escuchando un reclamo histórico y resignificando el trabajo que durante mucho tiempo fue ignorado por parte de las autoridades de turno”, expresó el funcionario.

Según se informó, el convenio actual es por un monto total de $320 mil. El mismo destina $250 mil a la contratación de 50 cupos ($5.000 cada uno); en tanto que los restantes $70 mil se destinan al alquiler del galpón donde se almacena lo recolectado.

En ese marco, se ratificó de cara al 2019 un incremento salarial del 20% dividido en dos etapas: una suba del 10% de enero a abril y el 10% restante a partir de mayo.

A su vez, se expresó que los trabajadores del sector “no cumplieron con algunos puntos del acuerdo” como la limpieza del predio de la bajada de la Autopista; en tanto que el Municipio dejó en claro, desde el inicio del diálogo, que no permitiría la tracción a sangre e iba a proceder al secuestro de caballos que se encuentren en malas condiciones.

HISTÓRICA DISCUSIÓN

La de los carros tirados por caballos es una modalidad de transporte que, pese a los controles, persiste en las calles platenses. Y la discusión se renueva cada año. A mediados de 2018 fue el propio intendente Julio Garro quien dejó en claro la postura comunal: “Estamos a favor de los recicladores urbanos, de hecho les hemos ofrecido diferentes soluciones para que puedan seguir ejerciendo el oficio. Pero la tracción a sangre no es una opción”.

En otras ocasiones cartoneros han defendido el uso de los caballos como herramienta de trabajo porque es “un método histórico y con cuidado no pasa nada malo con el animal”. Y sostuvieron que “trabajamos con veterinarias de la ciudad y se hace un control del casco y herradura de los caballos”.

No obstante, esta actividad es cuestionada tanto por las organizaciones de defensa de los animales como por algunos actores del escenario vial local, por los riesgos que representa al tránsito.

Hace una década llegaron a circular unos 3.000 carros tirados a caballo, pero su número a disminuido sensiblemente ante los controles. De hecho, según cuentan en la actividad, en los barrios donde más trabajan los cartoneros son Altos de San Lorenzo, Los Hornos, Villa Montoro, Villa Elvira y el Palihue. Y si bien también lo hacen en el centro, pero corren riesgo de que le secuestren el caballo y la mercadería.

La tracción a sangre, se sabe, es una modalidad de tránsito prohibida desde hace décadas, tanto que se mantiene vigente el decreto municipal del año 1969, que no permite la circulación de caballos en las calles platenses.