Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Espectáculos |NOVEDADES EN LA PANTALLA GRANDE

Roly Serrano: “Quiero dejar de quejarme y ver qué puedo hacer para mejorar”

El actor de “El Marginal” estrena en cines “El Kiosco”, argentinísima comedia que toca la crisis económica, mientras anuncia que se prepara para la política

Roly Serrano: “Quiero dejar de quejarme y ver qué puedo hacer para mejorar”

Pablo Echarri junto a Roly Serrano en una escena de “El kiosco”, una de las películas que llegan esta semana

24 de Marzo de 2019 | 03:51
Edición impresa

Roly Serrano es uno de los actores más magnéticos del ambiente: esa sonrisa enorme, sincera y con algo de desfachatez barrial invita a encariñarse, a hinchar por él, incluso cuando encarna personajes absolutamente diferentes a su persona pública, como El Sapo, el rey de la prisión de la segunda temporada de “El Marginal”. Seguramente por eso el cineasta Pablo Gonzalo Pérez pensó en él mientras escribía “El Kiosco”, cinta que se estrena el jueves en las salas nacionales y que versa sobre Mariano, un hombre que harto del trabajo, renuncia y apuesta todo para tener su propio localcito, y, como no puede ser de otra manera en este país, queda atrapado entre problemas económicos y estafas.

Mariano es Pablo Echarri, quien al borde de la quiebra acude hacia los consejos, el apoyo moral y los abrazos de su nuevo amigo, el pizzero y curandero de la vuelta de la esquina: ese es Roly.

Serrano ya había trabajado con el director en “Te llevo en la sangre”, premiado corto que fue parte de “Historias breves”. Y “siempre pensamos en trabajar juntos de nuevo: cuando se imagino esta película, ya se la imagino conmigo. Bah: eso dijo él, no se si estará mintiendo”, se ríe el actor, que confiesa que tras leer el libro “me enamore. Y dije si con los ojos cerrados”.

Guiarse por la intuición, el sentimiento, “es algo que manejo bastante”, confiesa Roly en diálogo con EL DIA. “Muchas veces desestimo proyectos que me podrían haber traído más dinero porque no me interesaban. Es que ya estoy grande, amo tanto lo que hago que no acepto nada que vaya en contra de lo que amo. No se si esta bien: es lo que me pasa”.

Efectivamente, Serrano parece encajar perfecto en su papel, afable como él, aunque eso no significa que simplemente actuó de sí mismo, una tendencia de nuestros tiempos, según comenta: Roly tuvo que aprender a curar, y su maestro fue el dueño de la pizzería donde se filmó la cinta. “Tenía un altarcito, no fue creado para la película”, cuenta Serrano.

“Me enseñó a curar con la cinta, fue una experiencia extraordinaria, como cada experiencia de aprendizaje para un roles”, agrega el actor que se transformó recientemente en mujer en “Casa Valentina”, en despótico rey carcelario para “El Marginal” y en amante cruzado en la temporada teatral de verano, en “Se infiel y no mires con quién”.

“Me encanta cuando en un rol me toca transformarme. Soy de la vieja escuela, donde aprendimos a interpretar, que hoy quizás no se busca tanto, te llaman por el physique du rol, los jóvenes actúan de lo que son… Pero yo soy de otra generación, donde interpretábamos para salir de uno y transformarse en otro”, analiza, y agrega: “A veces está bueno dejar de ser uno… Bueno, eso ya es para terapia”.

Su transformación en Charly la completa el personaje de Pablo Echarri, con quien comparte todas sus escenas. “Cuando tenés una confianza con alguien, es mucho más fácil. Pero a veces no se da la química: en este caso, con Pablo nunca habíamos trabajado juntos, aunque nos conocíamos mucho. Y desde el primer momento, sentimos que habíamos hecho muchas cosas juntos. Eso te lo da la generosidad del compañero con el que te toca trabajar, y Pablo es tremendamente generoso, te deja hacer”, ofrece como halago el actor.

Entre ambos introducen un sentimiento marcadamente criollo a una película que, entre kioscos, pizzerías, corruptelas, crisis económicas y curanderos, ya era bien argentina: la amistad, o esa forma particular de vivir las amistades de los argentinos.

“Por los amigos, los argentinos damos la vida, así somos”, dice Roly, que recuerda un relato de Fontanarrosa donde un grupo de amigos elige, para su picado en la vereda, a través del tradicional método del pan y queso. Y tras elegir a los mejores, escribe el autor rosarino y recuerda Serrano, se elige a los amigos porque “los amigos iban a poner un esfuerzo mayor para ayudar al amigo. Y si ganábamos, era un triunfo de los amigos, y si perdíamos entre amigos, la derrota no era tan dura”.

Charly ofrece soporte emocional para Mariano, que entre malas decisiones y estafas pone en jaque incluso su matrimonio. Pero, como no podía ser de otra manera, la película relata las desventuras de este inversor desafortunado, aplastado por el sistema, en clave de comedia. Costumbres argentinas: nos reímos para no llorar, acepta Serrano.

“A veces la sensación es que estamos viviendo en una sociedad donde todo es en contra, nada es posible. Nos han acostumbrado a eso”, lanza Serrano sobre ese sentimiento totalmente identificable para el público que atraviesa Echarri en el filme: la frustración, el sentir que “acá no se puede hacer nada”.

Pero las comedias tienen final feliz y, dice Serrano, la cinta “te lleva a reflexionar: esto puede modificarse, puede y tiene que cambiar”.

“No hay que caer”, advierte, sin embargo, “en la cosa liviana de los sueños si no los soñás no se cumple, vamos para adelante… No. Sabemos que tenemos que remar en un frasco de dulce de leche con dos palillos. Pero si nos acostumbramos a decir ‘no es posible, dejémoslo como está’, nada cambia. Siento que esta bueno que pensemos y soñemos en un mundo distinto. Y constantemente, porque siempre hay algo para mejorar”.

Y no solo mejorar, afirma, lo que funciona mal, sino también mejorar lo que anda bien, aludiendo a otra costumbre nacional: destruir todo lo que se hizo en el pasado. “Todos los hermosos logros que se habían realizado fueron destruidos, para empezar todo de cero. Rompen y vuelven a hacer todo distinto. ¿Por qué no mejorar lo mejorable de lo que está bueno? No hay que destruir lo que se construyó”, lanza.

Su discurso se politiza, y si parece que Roly habla de repente como un político que se entusiasma con cambiar la realidad… es porque es así. : el actor revela que tras girar con “Sé infiel...” hasta mediados de año, “me voy a tomar licencia del actor, porque es muy posible que me presente como candidato a diputado por Salta”.

“Hace rato que lo vengo pensando, y hay muchísima gente que lo desea, en Salta ya se corrió la bola y todo el mundo en la calle me saluda y me alienta”, cuenta. “En un momento donde los políticos, la gran mayoría, no están muy vistos. Llegó el momento de mi vida donde quiero dejar de quejarme sobre un montón de cosas, y ver qué puedo hacer para mejorarlas”.

Y, en medio de los proyectos políticos, las grabaciones de “El Marginal 3” y el teatro, trabaja en la que considera su gran deuda: su salud. “Esa deuda ya la empecé a trabajar, y ahora con lo que se viene tengo que estar mucho mejor, así que es un incentivo maravilloso”.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla