“Memoria fotográfica”: recuerdos y olvidos de Oscar Pintor

Oscar Pintor es uno de los máximos referentes en el universo de la fotografía nacional. Pablo Pintor es su hijo, y director de “Memoria fotográfica”, un documental sobre Oscar que puede verse a través de la plataforma Comunidad Cinéfila. Pero no estamos ante un documental biográfico clásico: la película comienza con Oscar habiendo perdido el entusiasmo por su profesión, afirmando haber olvidado la capacidad de “ver”. Alarmado, Pablo intentará devolverle a su padre la pasión, probando desde soluciones esotéricas, un viaje a los lugares donde su padre tomó sus fotos más emblemáticas, hasta la reconstrucción del recuerdo familiar más pregnante, el terremoto de la provincia de San Juan en 1944.

Es una película que en su eje, en su corazón, habla de la memoria: la importancia de la memoria, el problema del “olvido”, y, en medio, la fotografía, como un medio capaz de atrapar momentos para siempre, aunque, a la vez, de distorsionar esos recuerdos bajo su aparente objetividad. “Era una de las grandes obsesiones: el tema de la memoria y la fotografía fue central”, comenta al respecto Pablo Pintor en diálogo con EL DIA.

El cineasta, director de documentales como “NOA, un viaje al subdesarrollo” y “El hombre que baila”, basó su construcción en “La cámara lúcida”, de Roland Barthes, “que plantea este tema del recuerdo y la fotografía, casi como un duelo: uno no sabe si apoyarse en el documento fotográfico o en la memoria, se genera esa intriga que pone todo en duda. El lenguaje fotográfico puede ser algo que, más que aclarar o dar fe de algo, genera más dudas”.

Pintor brinda un ejemplo: “En mitad de la película descubrí que hay toda una serie de fotos de mi viejo luego de que se le inundó la casa: trabajó con los negativos que se habían arruinado, y todas esas imágenes, que él trabajó de manera muy plástica, las encontré de repente. Plasmaban por un lado el concepto de familia, de una familia desdibujada, pero por otro lado planteaban cómo uno recuerdo ciertos momentos familiares: se pierde la forma, el color ocupa lugares que, en definitiva, son mentales…”

Ahora, no se trata “Memoria fotográfica” de un ensayo documental construido de reflexiones, sino, más bien al contrario, de una película realizada a partir de un frondoso archivo y de las imágenes de ese viaje entre padre e hijo hacia la memoria. De hecho, explica Pintor, la película lleva 30 años gestándose: comenzó, afirma, cuando le regalaron una cámara y empezó a filmar a Oscar. Desde entonces, varias veces intentó convertir ese archivo en película: “Si empiezo a contar la cantidad de intentos que tuve en mi vida de tratar de cerrar esto, que es una película que yo traía conmigo desde chico…”, dice.

Finalmente, hace cuatro años “se conjugaron varios planetas. Toda la película tuvo momentos casi mágicos: en el filme hablamos mucho de las coincidencias, y yo creo que las cosas por algo se dan”. Pintor relata cómo, a raíz de una muestra en la Fototeca Latinoamericana (FOLA) de fotos inéditas de su padre, filmó un corto documental que fue la semilla de “Memoria fotográfica”, un trabajo que ya incluía la forma y los temas del largometraje estrenado este mes de forma digital. Cuatro años más tarde, el círculo se cierra y la película se estrena en paralelo a una retrospectiva que el mismo FOLA organiza en torno a la obra de Oscar, donde también mostrará algunas fotos Pablo. Ambas muestras son curadas por el ilustre fotógrafo platense Ataúlfo Perez Aznar.

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