Corridas y tiros en una revuelta de presos de Olmos durante la visita de familiares

La tarde del viernes, cuando los presos en la Unidad Nº 1 de Olmos se disponían a disfrutar del encuentro con sus familiares, se transformó en una jornada de violencia, con una pelea entre internos que derivó en un operativo con armas, escudos y hasta una negociación a cargo de las máximas autoridades de la cárcel.

Según informó anoche el Servicio Penitenciario Bonaerense la tensión se generó en el primer piso de la penitenciaria.

En horas de la tarde, cuando los detenidos tenían previsto el encuentro con familiares en la jornada de visitas, se generó un enfrentamiento entre internos de dos pabellones. En rigor, el conflicto tenía a todo un pabellón de un lado y a solo un interno de otro pabellón del otro.

La violencia estalló cuando el grupo logró forzar la puerta del pabellón y se dirigió hacia “la redonda”, una especie de palier al que desembocan los pasillos de todas los celdas colectivas, al parecer, en búsqueda del apuntado.

Ante el cuadro, los guardias del piso pidieron la intervención del cuerpo de penitenciarios especializados en controlar motines.

La intervención, con penitenciarios que portaban escopetas anti tumultos y escudos, generó corridas.

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En medio del pasillo se registraron detonaciones de armas de fuego. La escena quedó grabada en un video al que accedió este diario.

En esos momentos, un allegado a un detenido denunciaba un cuadro caótico con “unos 500 internos rompiendo paredes y tomando rehenes sin que nadie haga nada”. También se mencionó que “hay detonaciones y no dejan ingresar al director del penal”.

El Servicio Penitenciario negó que hubiera rehenes, pero reconoció que se realizaron disparos. Aunque se aclaró que “se emplearon balas de estruendo”, dijo un vocero oficial. Eso es, sin proyectiles, con explosiones que se usan como ardid para disuadir la reacción.

Siempre según el informe oficial, una vez que los efectivos tomaron el control del área de uso común, los internos volvieron al pabellón y se atrincheraron, colocando en la puerta elementos que impedían el paso de los guardias.

Ante el cuadro, “el director y el sub director de la Unidad” decidieron llevar adelante el diálogo con los presos para retomar el control del área.

Las charlas, según se indicó, condujeron a un acuerdo con los detenidos y la normalización de la situación en los pabellones del primer piso.

Un primer informe indicó que en la revuelta estuvieron involucrados los 34 internos de uno de los 12 pabellones del piso.

El vocero consultado por este diario aseguró que ninguno terminó con heridas. Lo mismo, el personal del Servicio y el preso a quien buscaban agredir.

No obstante eso, el enfrentamiento dejará huellas: 9 internos serán trasladados a otras cárceles de la Provincia.

“Como suelen pasar en estas situaciones, queda alterado el clima. Es por eso, que se dispuso el traslado de detenidos, para evitar rebrotes de tensión”, indicó la fuente y aclaró que para las autoridades del penal, se trató de “un problema del momento”, una categoría alejada del motín, se indicó.

Según datos del Servicio Penitenciario, la cárcel de Olmos es la más grande del país, con un total de 3 mil internos en sus 4 unidades.

La Nº 1, con 60 pabellones repartidos en cinco pisos, es la que mayor cantidad de internos reúne. Las unidades Nº 25 y 26, solo reciben presos de más de 60 años y la Unidad Nº 22, está constituida por un hospital.

El conflicto tenía a todo un pabellón de un lado y a un interno de otra celda del otro