La Loma: las pericias psiquiátricas a Nacho Bertolotti empiezan a jugar un rol central

La tarea de los psiquiatras forenses empieza a jugar un rol fundamental en el desarrollo de la investigación por el crimen del arquitecto Guillermo Bertolotti (60) y las heridas sufridas por su esposa, Nancy Santoro (62) el último domingo en su casa de La Loma, en un hecho en el que está imputado el hijo de la pareja, Ignacio (28).

El estudio forense de la personalidad del hasta ahora principal sospechoso y detenido aun no fue pedido ni por la Fiscalía ni por la defensa, pero en fuentes de la investigación se asegura que sería "el próximo paso" en la búsqueda del elemento que por ahora intriga y confunde: el móvil, las razones por las que, habida cuenta de las pruebas reunidas por el fiscal Menucci, Ignacio Bertolotti habría abierto fuego contra sus padres en la noche del último domingo y luego intentado fingir un asalto.

El valor de esas pericias, explicó un allegado a la causa, radica en que de su resultado podría depender la estrategia defensista que podría orientarse hacia la presunta inimputabilidad del sospechoso, explicando su accionar en una suerte de "brote" psicótico.

Para la fiscalía, según pudo establecer este diario, el caso estaría lejos de la figura de la inimputabilidad. "El fiscal está convencido que Bertolotti actuó de manera premeditada, por esa razón llegó a la casa de sus padres con el arma".

La otra punta filosa que por estas horas tiene el caso es Nancy Santoro (62), la madre del imputado que se recupera de las graves heridas de bala sufridas y que por esa razón aún no pudo declarar ante el fiscal Juan Martín Menucci.

El testimonio de la mujer es otra pieza clave y permitirá desentrañar otra supuesta contradicción. Es que trascurridas unas horas después del hecho se echó a correr la versión de que Santoro habría desvinculado a su hijo del episodio diciendo que él no habría disparado. Esos dichos entran en franca contradicción con las últimas palabras de su marido antes de morir: "fue mi hijo".

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La diferencia entre un testimonio y otro es que el de la madre no forma parte del expediente, al menos por ahora hasta que la mujer declare. El del arquitecto Bertolotti en cambio fue referido a dos personas antes de morir. Primero a una mujer policía que intentó asistirlo en el lugar del hecho y luego dentro de la ambulancia que lo trasladaba al Policlínico donde murió.

Lo cierto es que por ahora el caso está caratulado homicidio calificado por el vínculo y tentativa de homicidio agravada.

Como se ha informado, las últimas horas han sido adversas para el imputado: se hallaron rastros de pólvora, tanto en las manos como en la ropa que llevaba puesta al momento de ser detenido y se estableció que las balas que mataron a Guillermo Bertolotti e hirieron a Santoro salieron del arma Taurus 9 milímetros que tenía Ignacio.

Para los investigadores el hecho está esclarecido desde el punto de vista técnico. La sombra que no se corre está sobre la razón por la que Ignacio habría vaciado  el cargador de su arma sobre los cuerpos de sus padres.