La repatriación por "goteo" que sufren los varados en el exterior

Todavía hoy, entre 10.000 y 15.000 argentinos están varados en el exterior. Y la única perspectiva que tienen de regresar al país es que el Gobierno defina, tras el feriado de Semana Santa, una salida paulatina de la cuarentena. "Estamos esperando una señal de apertura", deslizaron a EL DIA fuentes de la Cancillería, el organismo gubernamental encargado de las repatriaciones.

El decreto presidencial que dispuso el cierre de las fronteras aéreas y terrestres, en el marco de la emergencia sanitaria por el coronavirus, sólo autoriza la llegada de hasta 700 personas por día al aeropuerto de Ezeiza. El último vuelo procedente de Europa trajo al país 334 argentinos desde Frankfurt, que estaban en Alemania, el Reino Unido, España, Países Bajos y Suecia, entre otros.

La logística para coordinar estos regresos no es sencilla. De hecho, Aerolíneas Argentinas anunció 17 vuelos y hasta el momento pudo concretar uno solo. La compañía aérea de bandera se topó de frente con el "candado" que le puso el Ministerio de Salud al aeropuerto de Ezeiza. Sólo algunas  gestiones del canciller Felipe Solá logran ablandar la rigurosidad de las autoridades sanitarias.

Así, tocaron suelo argentino un vuelo de Cubana de Aviación, pese a lo cual en la isla caribeña permanecen 600 compatriotas sin poder usar tarjeta de crédito; y otro de Latam proveniente de Lima. Justamente en ese país se montó un operativo para los varados en Cusco, donde hubo tensión con el Ejército. Hasta allí llegaron dos aviones Hércules de la Fuerza Aérea Argentina.

En el caso de los Estados Unidos, la Cancillería coordinó un vuelo de Eastern Airlines desde Miami. "La prioridad para embarcar la tienen aquellos que consideramos en estado de vulnerabilidad", remarcaron los voceros consultados por este diario. Esa calificación la realizan los cónsules argentinos que están en contacto con las personas varadas en los distintos países.

Pero el problema, para las autoridades, tiende a agrandarse en lugar de resolverse. Es que hay miles de argentinos que residen en el exterior –por motivos de trabajo o estudio- que en medio del freno de la actividad a escala global, deciden volver al país. Esas personas también empiezan a buscar vuelos junto a las que habían viajado por turismo y quedaron varadas por la pandemia.

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"Si en una ciudad teníamos 300 personas que se quedaron con el pasaje en la mano, ahora tenemos 600", afirmaron en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería argentina. Así, se van sumando potenciales repatriados en sitios tan diversos como Andorra, México, Estados Unidos, Australia, Brasil y Ecuador. En este último país, el coronavirus tuvo una expansión dramática.

Pero la suerte de estos viajeros está ahora atada a lo que pueda suceder desde el 13 de abril, el lunes posterior al feriado de Semana Santa, cuando el Gobierno podría disponer el final de la cuarentena, al menos en su fase más estricta. Eso implicaría la reapertura paulatina de la operación en Ezeiza, donde por el momento las repatriaciones se producen por "goteo".