Se sostiene la recuperación de las consultas en las clínicas de la Ciudad

En forma paulatina, en las clínicas privadas observan el regreso de los pacientes de tratamientos crónicos, de quienes se hacen chequeos generales o tienen que someterse a alguna operación programada. Al irrumpir la pandemia de coronavirus, los primeros seis meses tuvo caídas abruptas en las consultas médicas, pero desde octubre en adelante comenzó a intensificarse el flujo de visitas a los consultorios, realización de estudios de distintas especialidades y los quirófanos comenzaron a poblarse, según distintas fuentes consultadas.

Aún no se igualan las cifras de la prepandemia, pero los diagnósticos más optimistas mencionan que están entre un 70 y 80 por ciento del ritmo que había en los sanatorios, institutos y clínicas del sector privado.

Pedro Belloni, director médico del Hospital Español de nuestra ciudad, contó a este diario que “en el último trimestre de 2020 comenzó a intensificarse la recuperación del ritmo de trabajo en distintas áreas del hospital. Tuvimos un enero atípico, con un ritmo mucho más activo que cualquier otro principio de año, y aunque en febrero bajó un poco la intensidad, en marzo se retomó el ritmo que venía de octubre pasado”.

En el hospital de 9 y 35 aseguran que están bien en el plano asistencialmente. Por ejemplo, en el rubro de las cirugías los quirófanos están a pleno, incluso llegaron a tener jornadas sin camas para cirugías. Y hay intervenciones programadas para los próximos dos meses. Los consultorios tienen están ocupados de acá a un mes por los turnos que se otorgaron, por ejemplo, en gastroenterología.

A su vez, se están preparando para lo que viene, ante la posibilidad de una nueva ola. “Ahora no hay un ritmo vertiginoso en casos de coronavirus, pero si en el resto de las enfermedades. Y en el caso de tratamientos por cuadros crónicos seguirá con este ritmo y quizás pronto habrá que contener la demanda por estos cuadros y por una posible nueva ola de COVID-19”, dijo el director del Hospital Español a este diario.

Roberto Martínez, director general del Hospital Italiano y miembro del comité de directores médicos de ADECRA sostuvo que en agosto del año pasado las consultas médicas habían descendido al 30 por ciento de las que se hacían en el 2019, ahora ya se encuentran en un 70 u 80 por ciento.

LE PUEDE INTERESAR

El Cartonazo no tuvo ganador y se formó un tentador pozo de 100.000 pesos

LE PUEDE INTERESAR

Se vienen las grúas que llevarán vehículos mal estacionados y habrá fuertes multas

“Hay una recuperación que se empezó a notar después del pico de casos que hubo en septiembre pasado”, sostuvo el médico.

Por estos meses se habla de aprovechar esta ventana de oportunidades que se abrió ante el descenso de los casos de coronavirus y se fomenta que la gente se haga chequeos y controles, antes de que se produzca un nuevo brote.

Además se remarcó que en el año que pasó se aprendieron formas de actuación y protocolos, también se compraron insumos y se prevé que toda esa capacitación, más las medidas de prevención sociales, redunden en que no se produzcan desbordes en el sistema de salud.

En clínicas y hospitales se habla de varias curvas de COVID y se apela a que la gente continúe con el uso de tapabocas, alcohol y distanciamiento social, para evitar los contagios y no llegar a necesitar los recursos complejos de los centros de salud.

“Ahora hay que aplanar las curvas de las patologías crónicas prevalentes porque en este tiempo se creyó que eran menos importantes que contraer COVID y eso puede haber llevado al agravamiento de cuadros de diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas e incluso oncológicas, hay pacientes que dejaron la quimioterapia”, agregó Martínez.

El médico aseguró que llevó todo el año pasado comprender que los centros de salud se fueron adaptando con protocolos para atender de la manera más segura posible. “Hasta octubre o noviembre los pacientes ni se asomaron, pero lo que es más curioso es que muchos médicos no volvieron a la actividad; recién sobre fin del año pasado hubo un repunte en las consultas ambulatorias, comenzaron a programarse intervenciones quirúrgicas y a hacerse chequeos”, apuntó el profesional.

El temor de muchos médicos es que se produzca un pico de enfermedades que se fueron complicando por no haberse realizado controles a tiempo e incluso prevén que eso podría causar más muertes que el propio COVID.

Ante el descenso de casos de coronavirus se fomentó la realización de chequeos y controles

En esa línea se destacó que los establecimientos sanitarios están separados por flujos, los pacientes con COVID o sospechosos de tenerlo acceden a espacios de pronta atención que, por lo general, están separados de las guardias.

Por su parte, Juan Riera, director Provincial de Hospitales, sostuvo que a partir de abril del año pasado se produjo una gran disminución en las consultas médicas a raíz del temor de los pacientes de contraer COVID-19. No obstante reconoció que los servicios se readecuaron y, tras el pico de casos que se registró entre los meses de julio, agosto y septiembre, se incrementaron las visitas a los hospitales, desde el último tramo de 2020.

Desde la asociación de clínicas de la Región, Acliba, indicaron que las consultas por enfermedades prevalentes ya están en un 80 por ciento en referencia a la prepandemia.

En tanto, autoridades de la Federación de Clínicas de la provincia de Buenos Aires (Fecliba), mencionaron que “en este periodo en el que la pandemia se estabilizó en un nivel alto, hubo mayor movimiento de consultas, por guardia o especialistas, pero no en la magnitud que se espera. Si bien la vía pública hay más gente y movimiento, en los sanatorios no ocurre lo mismo. Hubo una suba de algunas prácticas y cirugías, y algunas especialidades repuntaron más que otras. Aún persiste el temor y se nota aún más en las personas mayores, que tratan de evitar la visita a un hospital”.

Cuando arrancó la pandemia las enfermedades cardiovasculares, neurológicas y oncológicas siguieron su curso, pero bajaron abruptamente las consultas por esos cuadros de salud entre marzo, abril y mayo.

Hubo casos en los que disminuyeron un 90 por ciento las consultas, lo que prendió todas las luces de alarma.

A mediados de 2020 se remarcó que con respecto a los casos de ACV, no se notó un cambio sustancial en el número de pacientes con eventos severos pero sí, en forma preocupante, se comprobó un descenso importante de las consultas por episodios leves y especialmente por eventos transitorios (AIT) cuya consulta cayó entonces en un 70 por ciento”.

Distintos especialistas puntualizaron que desde el inicio de la pandemia las consultas y procedimientos necesarios por cuadros cardiovasculares descendieron de un 40 al 80 por ciento. Incluso en cuadros agudos como el infarto. Esto se replicó en diversos reportes internacionales coinciden en estas cifras”.

Desde las clínicas privadas se indicó en reiteradas oportunidades que los pacientes tienen que saber acerca de las medidas de seguridad que las instituciones implementaron. El compromiso, remarcaron, es poner siempre a disposición todas las herramientas para brindar las condiciones necesarias para que quienes deban iniciar o continuar sus tratamientos, puedan hacerlo, y quienes necesiten un estudio para alcanzar un diagnóstico oportuno, también puedan recibirlo.

Uno de los puntos más críticos fue la caída de la actividad en consultorios externos. En las guardias se llegaron a registrar caídas de la actividad cercanas al 50 por ciento, con impacto en el sistema de internación.

Todos los centros de salud aplicaron protocolos adheridos a las normas del Ministerio de Salud de la Nación, y el de cada provincia, evitando siempre las aglomeraciones y haciendo hincapié en las medidas de prevención básicas: distanciamiento social, uso de tapaboca nariz y mentón, y alcohol en gel.

Los servicios se readecuaron y eso permitió el regreso de los pacientes a los sanatorios

En este tiempo también hubo lugar para la telemedicina, o consultorios virtuales, a través de videollamadas, contactos vía WhatsApp y correos electrónicos.

ESTUDIOS BIOQUÍMICOS

Uno de los rubros que también resintió la actividad y pudo recuperarse progresivamente fue la de los laboratorios bioquímicos, donde los estudios llegaron a caer un 70 por ciento y desde mediados de 2020 comenzó a recuperar paulatinamente la asistencia de pacientes, según contaron en su momento desde la Federación Bioquímica de la provincia de Buenos Aires.

De todos modos, nunca se recuperó el ritmo habitual prepandemia, y muchas de las medidas que se adoptaron en los laboratorios en el primer tramo de la pandemia se sostienen como prevención para evitar la propagación del coronavirus.