La nada misma

Estudiantes se fue con las manos vacías del Tomás Ducó producto de dos penales que lo dejaron sin nada. Lleva 11 sin ganar fuera de casa y se complica en su objetivo copero. Perdió 3-1 en su visita a Huracán y otra vez retrocedió varios escalones en un torneo cuyo final se está haciendo insoportable.

Luego de haber cortado la racha de cuatro caídas con la última victoria ante Lanús, Estudiantes visitaba a Huracán con el objetivo de sumar tres puntos que le permitieran asegurarse un lugar en la próxima Copa Sudamericana y además seguir con vida en el sueño de jugar la Libertadores del año entrante, algo más complejo. Y si bien a los de Pablo Quatrocchi les costó en los primeros minutos en el Ducó, poco a poco el Pincha se fue acomodando con el correr del juego.

El Globo fue quien se hizo dueño de la pelota tras el pitazo inicial de Yael Falcón Pérez, es cierto, pero no es menos cierto que el León necesitó de poco para inquietar el arco defendido por Lucas Chaves.

Para clasificar a la Sudamericana le falta un punto o que San Lorenzo no gane los dos juegos

Gracias a la movilidad de Rodrigo Cabral, un problema para la defensa visitantes por el sector derecho de su ataque, los dirigidos por Diego Dabove escalaron en varias oportunidades por allí, ante un Leonardo Godoy que no estuvo firme para la contención y que poco pudo pesar en ofensiva, siempre importante con el tándem que ha sabido formar junto con el uruguayo Manuel Castro.

Con un Huracán yendo casi de manera constante pero imprecisa, y un Estudiantes algo replegado, esperando para una contra certera, lo tuvo Leandro Díaz, siempre peligroso para sus exequipos. Tras ganarle muy bien la posición a su defensor, el tucumano, uno de los apuntados por la parcialidad quemera, no logró cumplir con una vez más con la Ley del Ex, como ante Lanús. Su remate, franco ante Chaves, se fue bastante alto.

LE PUEDE INTERESAR

La ambición por regresar a la Libertadores le quedó grande

LE PUEDE INTERESAR

Un partido de casi 4 millones de dólares: los cambios de Pipo

Tras ese descalabro, el Globo comenzó a profundizar a las espaldas de Emmanuel Mas, uno de los puntos flacos del Pinhca, y a partir de allí tuvo recompensa, más por impericia visitante que por puntería local.

A los 30m y tras un centro que partió precisamente desde esa zona, el pique sorprendió a Godoy, quien no pudo sacar la mano. Falcón Pérez cobró penal y Franco Cristaldo cambió por gol.

Ese cimbronazo potenció al Globo, que instantes después lo tuvo a partir de un cabezazo de Nicolás Cordero en complicidad con una floja salida de Mariano Andújar, quien pese a ese fallo fue de lo mejor del León en la etapa inicial.

Lo cierto es que cuando todo parecía indicar que Huracán podría llegar al segundo, Estudiantes logró facturar gracias al hecho de adelantarse en bloque y a un Díaz que parece volver a ser aquel que cerró de enorme manera el 2021.

Instantes antes del epílogo del primer tiempo, el Loco ganó nuevamente la posición dentro del área contraria, bajó de gran manera un buen centro de Mas y ensayó una pirueta con su pierna izquierda que se perdió en el fondo de la red de Chaves. Golazo y premio para una etapa inicial en la que, con poco, el tucumano hizo mucho.

Otra desconcentración, otro penal y otro gol

Luego de algunos minutos de una segunda etapa muy disputada, Quatrocchi apostó por piernas más frescas y antes de los 15m. mandó a la cancha a Mauro Méndez y Franco Zapiola por Mauro Boselli y Benjamín Rollheiser. Y si bien el Pincha creció un poco en la movilidad y en la intensidad, nunca encontró los caminos para acercarse a Chaves de otra forma que no fuera un pelotazo largo hacia Díaz.

El increíble penal de Lollo tiró por la borda cualquier posibilidad de ganar el partido

Como contrapartida, el local se hizo ancho para atacar por ambos costados y con más gente, y encontró en Cordero un faro que complicó mucho más que en la etapa inicial. Así, con uno buscando y el otro esperando, la recompensa llegó para el primer de ellos, pero nuevamente a través de una desatención que costó caro.

A los 20m. Matías Cóccaro fue más rápido y astuto que toda la defensa Pincha. El Zorro le ganó la posición a Luciano Lollo y en un pase profundo que tenía buen destino, el central no encontró otro remedio que cometerle penal. Otra pena máxima en contra, nuevamente por un desajuste. Y otro gol de Franco Cristaldo, el cual dejó en evidencia algo que no necesitaba de ello: en un fútbol tan parejo como el argentino, un segundo de distracción puede condenarte. Y el Pincha tuvo dos, uno en cada tiempo.

A partir del 1-2, Leonardo Heredia ocupó el lugar de Gonzalo Piñeiro en la mitad de la cancha y Pablo Piatti hizo lo propio por Manu Castro. Así, los de Quatrocchi se volcaron decididamente a buscar un empate clave en su objetivo, aunque eso llegó con más intenciones que ideas. Al igual que durante gran parte del último semestre, el Pincha careció de asociaciones por el eje y optó, en reiteradas oportunidades, por centros directos que murieron casi siempre en las manos de un seguro Chaves.

Sin tiempo para mucho más que un cabezazo de Méndez tras un córner, y el tercero de Huracán que le puso cifras definitivas al cruce, Falcón Pérez decretó el final del partido, el cual acrecentó una racha que habla de lo que ha sido el torneo de Estudiantes. El León cayó en el Ducó ante un rival directo y estiró a 11 los cruces sin ganar lejos de La Plata.

La última y única vez que el Pincha se llevó los tres puntos de un estadio que no sea el Jorge Luis Hirschi fue en la segunda fecha, ante el ya descendido Aldosivi por 2 a 1 en el José María Minella de Mar del Plata. Demasiado poco para un equipo que tenía otras aspiraciones en la previa