Colorida procesión peruana en la Región

De Berisso a Ensenada. La comunidad católica y en particular la colectividad peruana recorrió con una colorida y emotiva procesión todo un tramo que une a ambos municipios de la Región.

Se celebró durante el lunes santo el Día del Señor de los Temblores y el ritual religoso convocó a una gran cantidad de vecinos que partieron de la avenida 122 y 65 y caminaron, junto a la imagen, hasta la sede de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, situada en el barrio ensenadense de El Dique (124 y 49).

El Señor de los Temblores es una efigie que simboliza a Jesús de Nazaret enclavado en tres puntos de una cruz.

Suele venerarse en Perú -puntualmente en Cusco- en el inicio de la Semana Santa y es célebre en ese país y fuera de él porque se cree que amortiguó los estragos de un gran terremoto que destrozó la urbe andina en el 1600.

Es el “Patrón Jurado del Cusco” y una de las imágenes del Peru con mayor predicamento de credo.

En nuestra región, la comunidad peruana, devota del Señor de los Temblores, le rinde culto cada Lunes Santo. Y como lo hace respetando los trajes típicos de los pueblos originarios, se trata de una ceremonia por demás colorida y llamativa.

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La historia de la creencia

A finales de marzo de 1650 un terremoto asoló la ciudad de Cusco. El pueblo sacó en procesión al Cristo negro, que hasta entonces estaba olvidado en su altar, y el movimiento telúrico fue detenido coincidentemente.

Entonces, la imagen fue colocada en la puerta de la Catedral mirando a la ciudad, con la creencia de que de ese modo se aplacaban las constantes replicas del sismo. Justamente por esa circunstancia fue bautizado como Señor de los Temblores.

En 1720, la ciudad del Cusco fue asolada por una peste que solo se detuvo después de sacar en procesión al Santo Cristo y es así como, por decisión del pueblo,fue proclamado Patrón Jurado del Cusco, desplazando al Patrón Santiago que había sido nominado como tal por los españoles en 1646.

La procesión fue instituida el 31 de marzo de 1650, en recuerdo al terremoto, y en 1741 fue cambiada al Lunes Santo, marcando el inicio de la Semana Santa.