Horas de espanto en la Ciudad: una nueva muerte por un incendio en Tolosa

La desazón y el espanto embargaban ayer a los vecinos de un sector de Tolosa por la muerte en circunstancias por demás trágicas de un jubilado muy querido en el barrio.

La situación fue descubierta en horas de la tarde luego de que la casa de la víctima, ubicada en la intersección de las calles 12 y 520 bis, quedara envuelta en llamas por causas que aún no se han podido establecer.

Promediando las 15 horas, un fuerte olor a humo puso en alerta a los propietarios de viviendas linderas.

Al salir de sus casas para ver qué sucedía, se encontraron con una espeluznante escena: un foco ígneo se había desatado en el interior de la vivienda de “Don Elio” (83) y todo apuntaba a que se encontraba allí adentro.

Es que, a decir de vecinos, en el último tiempo, “ya no se lo veía andar por el barrio a raíz de su edad y una serie de complicaciones propias de una persona entrada en años”.

Es por eso que todos sospechaban que podía encontrarse cercado por las llamas. En ese marco, más de un frentista intentó ingresar a la morada con el objetivo de poner a resguardo al hombre. Pero los desesperados intentos fueron en vano.

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Si bien se logró abrir la puerta, el sofocante calor y el humo negro que emanaba del interior de la casa producto de la combustión de materiales sintéticos generaron una infernal atmósfera que tornaron imposible siquiera poder acercarse a la puerta a inspeccionar u oír que estaba aconteciendo en ese lugar.

El cuadro de miedo y estupor se agravó aún más cuando los vecinos escucharon algunas explosiones menores que se sospecha que pudieron haber correspondido a algún desodorante de ambiente que terminó detonando ante las fuertes temperaturas que se levantaron en el domicilio.

Para cuando el fuego se había apoderado por completo de un sector de la casa, arribó al lugar un móvil policial ya que, en su desesperación, algunos vecinos también decidieron dar cuenta del hecho al 911.

Los efectivos que se hicieron presentes en el lugar fueron advertidos sobre la posibilidad de que en medio de las llamas se pudiera encontrar un hombre de avanzada edad.

Motivado por esta razón, uno de ellos decidió actuar. En un momento dado, cuando el fuego dio una ligera tregua, un policía de 33 años avanzó unos pasos por la casa y alcanzó a divisar que había un individuo tendido en el suelo.

Si bien el humo y el calor lo hicieron retroceder por unos segundos, convencido de que la persona aún podía encontrarse con vida volvió a introducirse y en un acto de valentía y arrojo logró arrebatarle a las llamas el cuerpo del jubilado.

En cuestión de segundos volvió a salir pero esta vez arrastrando a una persona. Los vecinos confirmaron así sus sospechas.

Rápidamente los policías comenzaron a realizar las maniobras de resucitación al hombre pero en ningún momento respondió a los estímulos. En medio del operativo que llevaban adelante los bomberos para sofocar las llamas, todo era lamento alrededor de la escena e incluso muchos se cuestionaban el hecho de no haber actuado antes.

“Elio era muy querido, en los últimos tiempos por su edad lo veíamos poco. No merecía irse así”, expresó un vecino a este diario.

Inmediatamente comenzaron a entretejerse las primeras hipótesis. Rápidamente se apuntó a que podía haber muerto carbonizado o por asfixia a raíz del humo inhalado.

Aunque los médicos del SAME que intentaron reanimarlo deslizaron a la Policía una tercera probabilidad.

Tras examinar el cuerpo ya sin vida, los especialistas hallaron signos que indican que el hombre pudo haber muerto tras sufrir un paro cardíaco.

Ante este escenario se plantean dos secuencias. Por un lado la que sugiere que pudo haber sufrido esta afección por un susto al ver cómo el fuego se apoderaba de su vivienda. Aquí se apunta a una muerte instantánea que ni tiempo le dio de pedir ayuda o, al menos, salir a la vereda.

Por otro, se plantea una sucesión de hechos en la que pudo haber sufrido la descompensación cuando manipulaba su cocina o algún calefactor. Luego, algún elemento continuó siendo sometido al calor y se terminó provocando el incendio.

Es por ello que ayer el doctor Juan Menucci, fiscal que instruye la causa caratulada como “incendio y averiguación de causales de muerte” ordenó la realización de la operación de autopsia. La policía identificó a la víctima como Elio Gnerre, un jubilado oriundo de Italia.

En tanto, se informó que el efectivo policial debió ser atendido a raíz de una quemadura que sufrió en la espalda cuando ingresó a la casa.

Con el deceso de Gnerre quedó configurada una triste estadística para la Región: entre crímenes y accidentes prácticamente se registró una muerte cada 24 horas en los últimos nueve días.