Esteban Meloni: “Siempre mi objetivo fue crecer, aprender y poder decir cosas”

Esteban Meloni (46) venía de ganar el Cóndor de Plata por su elogiada interpretación en “La chancha” (2020) de Franco Verdoia cuando el recuerdo de una frase (“cuando hagas alguna buena película, avísame”) le ayudó a entrar a un mundo todavía desconocido.

Aunque trabaja en teatro, cine y tevé desde sus 19 años, cuando llegó a Buenos Aires desde su Bahía Blanca natal, nunca había trabajado en España y tampoco en una superproducción al mejor estilo Hollywood.

Tampoco había vivido en carne propia una pandemia.

Por eso, él no duda en calificar como “surreal” ese inicio de 2021 en el que llegó a una embarbijada Madrid en medio de una ola polar para comenzar a rodar “Express”, la exitosa serie de Iván Escobar que acaba de estrenar su segunda temporada de Lionsgate+ y en la que tiene un rol central.

En esta producción protagonizada por Maggie Civantos, y que gira en torno a los secuestros al voleo para permitirse reflexionar sobre los vínculos y el miedo reinante en una distópica y acelerada sociedad, Meloni es “Santa”, policía y padre, que lidia con una separación y con una ex mujer con la que compite, y que le permitió explorar las “contradicciones” humanas porque, ya lo sabemos muy bien, nadie es tan malo malo ni tan bueno bueno como nos han querido hacer creer toda la vida.

Convencido de que ningún personaje llega por azar, y que cada uno tiene un sentido, Meloni advierte que hay que estar alerta y vibrando alto para que aparezcan esos papeles con los que poder decir lo que tiene ganas de decir en ese momento.

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Al fin y al cabo, confiesa, el cuerpo del actor es “un canal para que eso se comunique pero, por supuesto, con una opinión y transformando eso y mejorándolo”.

Por su belleza simple y su sonrisa seductora, Esteban se ganó hace años el corazón de las plateas juveniles, primero, perfilándose como un galancito de tevé. Sin embargo, con el pasar de los años logró convertirse en uno de los intérpretes más respetados de su generación con elogiadas participaciones en cine (lo dirigieron Mignogna, Giralt y Montiel, entre otros), teatro (bajo la mirada de Demaria, Pashkus, Tritek, Tolcachir, Loza, Daulte, Veronese, Fiorillo, etc.) y tevé (“90-60-90”, “Verano del 98”, “Floricienta”, “Vidas robadas”, “Lo que el tiempo nos dejó”, “Para vestir santos”, “Historia Clínica”, “Esa Mujer” e “Isabel”, entre más).

Formado con Helena Tritek, Raúl Serrano y Julio Chávez, dice que la parte que más le gusta de su oficio es poder entrar y salir de diferentes mundos, jugar a ser otros.

De hecho, ahora, mientras en la pantalla on demand saca a relucir una faceta más dramática, entre la acción y el thriller como “Santa”, en el teatro es parte de la multipremiada obra de Andrés Lima (“Shock, el cóndor y el puma) que, en clave de farsa, está ambientada en el golpe de estado de Augusto Pinochet; allí da vida a varios personajes pero hay dos que resaltan: Videla y Kempes. Y hay más: semanas atrás se internó en el norte argentino para rodar “Puna de Pandora – Historias que trae el viento”, una serie que llegará este año a la TV Pública y que explora la historia del hallazgo de los cuerpos de tres niños incas congelados y los sucesos que se desencadenaron desde aquel momento hasta el presente.

Momentáneamente en Buenos Aires, esperando para retomar las funciones de “Shock” en España, antes de salir en una gira internacional con la que ofrecerán funciones en América latina, Meloni dialogó con EL DIA.

-¿Cómo se abrió tu camino profesional en España?

-Tuve mucha suerte, o no sé cómo llamarlo. En realidad, mucho laburo, porque no sé si es suerte. Mi historia con España comienza hace mucho. Hago el primer viaje en 2006, que acababa de estrenar una coproducción con España. Era una peli de Eduardo Mignona, protagonizada por Federico Lupi, “El viento”, y viajé cuando estaba en cartel porque le estaba yendo muy bien. Y ahí me enamoré de Madrid, también conocí Barcelona. Después volví en 2014, tuve una entrevista con un representante español, y él me propuso trabajar juntos y me presentó a un montón de gente. Y entre esos, conocí a uno de los directores de casting más importantes de España, y en ese momento él fue muy generoso conmigo y me dijo “cuando hagas alguna buena película, avisame”.

-Y esa peli fue “La chancha”, ¿no?

-Sí, habían pasado seis años de esto. Estábamos en plena pandemia, y se estrenó “La chancha”, de Franco Verdoia, por la que me gané el Cóndor de Plata. Y fue un estreno raro porque no estrenó en cines, que estaban cerrados y se estrenó en plataforma. Era todo medio angustiante. Y no sé por qué me acordé de él y de esa frase y se la mandé. Y a partir de ahí se activó lo de “Express”, porque él estaba en ese proyecto. Y viajé y se fue dando todo.

-Y te recibió Madrid con una ola polar...

-Sí, de hecho casi se suspende el vuelo por eso. Y yo pensaba que fue como una aventura. Primero estaba todo cerrado, viajar era imposible, no te dejaban subirte al avión si no tenías todo en orden, no había vacunas, España estaba explotado de casos, acá también. Y con todas esas dificultades llegué, tormenta de nieve, todo bloqueado Madrid. Lo cuento y parece exagerado pero llegué y no se podía entrar al centro de Madrid. El taxi me dejó como a 20 cuadras de donde yo paraba y tuve que llevar la valija grande arriba del hombro porque no corrían las ruedas. Fue como una llegada muy épica (risas). Pero fue muy lindo por todo lo que terminó pasando después.

-Sos nieto de inmigrantes españoles. ¿Tu historia familiar hizo que estar trabajando en tu segunda casa sea especial?

-Ni hablar, sí. Soy nieto de españoles por parte de mi madre, son de Asturias y de León, y hace 15 años que mi mamá hizo su primer viaje a España y conoció a sus familiares. A partir de ahí, yo al poco tiempo viajé y conocí a mis tíos y a mis primos, y fue como un amor a primera vista. Conectamos mucho. Ahora, cada vez que voy, voy a visitarlos al pueblo, y ellos vinieron a Argentina. Es familia, familia. Para mí también era muy emocionante trabajar en España (...). Y además la admiración, también de toda la vida, desde chico, por el cine y la tevé española. En casa éramos chicos y veía todas las series españolas, películas de Sacristán, Imanol Arias, Charo López. Ni hablar de Almodóvar.

-Y en “Express” te tocó trabajar con una chica Almodóvar, Kiti Mánver, que es la villana, la Señora Ortega…

-Claro, Kiti es una genia, una actriz enorme pero también una compañera divina. No compartí tantas escenas con ella pero los días que compartimos fueron muy divertidos y ella es muy amorosa. Y quiere mucho a nuestro país, por su historia, y nos quiere mucho. Y nos entiende muy bien.

-En “Expréss” te toca interpretar a Santa, un personaje que, a medida que avanzan los capítulos, se convierte en una cajita de sorpresas.

-Me fui sorprendiendo junto con el personaje. El planteo de la primera temporada fue uno, que lo trabajamos muchísimo, porque hubo un mes de ensayo antes de empezar a rodar. Y el personaje, un padre de familia, cuarentón, con una crisis profesional y personal, con esta mujer, con la que están separados pero con la que siguen estando juntos, como una cosa de competencia, fue muy interesante.

Hay muchas cosas de este personaje que se desarrollan en la nueva temporada, y conocemos un costado de Santa bastante oscuro y humano que me parece mucho más interesante para cualquier personaje porque aparecen las contradicciones. Porque si bien es buena persona, buen padre, no quita que eso tenga que pelearlo, como una lucha consigo mismo y con el sistema para lograr proteger a su familia, a su ex mujer. Para sostener su dignidad. Se le pone muy difícil en la segunda temporada a Santa. Muy difícil.

-¿Qué, de todo ese oscuro e intrincado mundo que cuenta “Express”, es lo que más te preocupa?

-El tema de la inseguridad, por ejemplo, que es un tema que en Argentina lo vemos de otra manera y estamos atravesados desde otro lugar. La serie es ficción y es una ficción que pretende identificar a públicos de manera universal, global. Que se identifique alguien de Europa y alguien de América, alguien de Asia. Hay algo bastante universal en el planteo. A mí no me gusta cuando se estigmatiza la inseguridad en un lugar, un país, o una región en particular. Me preocupaba un poco eso, como que el mal venga siempre de afuera. El miedo a lo extranjero. Son temas que hablamos mucho con los directores y los compañeros y eso me parecía que era importante que quede claro. Siempre sabiendo que es una ficción, y que la ficción justamente permite que podamos imaginar e irnos por caminos que no tienen que ver con la realidad.

El tema del miedo también es interesante. Somos una sociedad que vivimos bastante asustados gracias a los medios de comunicación que se ocupan de meternos miedo por todos lados. Es todo como una matrix.

Y después todo lo personal de Santa con su mujer, con sus hijas, la mentira, la verdad, hay momentos donde los personajes quedan atrapados y no pueden decidir con las mejores armas. Y de golpe sacrifican a su familia, o a ellos mismos. Son temas muy fuertes.

-“Express” es tu primera producción audiovisual en España y es una superproducción con un montón de efectos y recursos. ¿Cómo viviste esa experiencia?

-La verdad es que fue espectacular. Es Hollywood (risas). Por supuesto que eso te da mucha adrenalina porque, además, la serie es de acción y hay muchas explosiones, persecuciones. En esta segunda temporada tuve que moverme muchísimo, hubo mucha acción, y la verdad es que me encanta poner el cuerpo, no hay dobles, salvo escenas muy riesgosas. Me gusta mucho. Y eso acompañado por una técnica para rodar, grúas y cosas que son alucinantes, que nunca había visto. Son como robots que te están filmando por todos lados. Hay muchas cámaras. Es maravilloso. Pasar de un cine independiente, chiquito, de autor, a filmar en una gran plataforma con esta tecnología y este nivel de presupuesto, y cambiar de género, de un intimista a uno más espectacular como es “Express”, como actor es muy lindo. Terminé la primera temporada a fines de julio de 2021, me vine a Argentina, a hacer una road movie en la puna salteña, y era otro mundo, otro paisaje, otro tema, otro presupuesto. Fue un salto muy espectacular. Y eso es lo que más disfruto de mi trabajo. Poder adaptarme a cualquier sistema. Es una aventura constante el laburo este.

-En tus inicios parecía que tu carrera se perfilaba para el lado del galán pero te desmarcaste de ese rol y pudiste ir saltando por diferentes registros. ¿Qué balance hacés de tu carrera? ¿Qué proyectos te motivan hoy?

-Trabajo desde los 19 años, y en realidad lo del galán era un trabajo más. Era lo que había en ese momento. Nunca me cerré a nada y para mí es un rol como cualquier otro y era laburo, obviamente. Yo tuve una pasadita mínima por ahí pero porque era la tele de esa época, también, algo que ya no existe más. Para mí era un laburo como cualquier otro. Siempre mi objetivo fue crecer, aprender, vivir experiencias, conocer gente y poder decir cosas, que es lo más importante para mí de mi oficio. En cada momento de la vida uno va entendiendo diferentes cosas, y vas eligiendo los proyectos, o los proyectos te van eligiendo según lo que vas vibrando en ese momento y lo que tenés para decir. Y uno tiene que estar atento a esas señales y a las vibraciones para decir “bueno, ahora quiero hablar de esto” o no quiero hablar de esto. Es ese el camino que se me fue aclarando con los años. Cada personaje, cada proyecto, tiene un sentido, un por qué y obviamente, desde mi lado, soy un canal para que eso se comunique. Pero, por supuesto, con una opinión y transformando eso y mejorándolo.

-Empezaste con teatro, hiciste tele, también cine. De hecho ahora estás entre la escena y la pantalla. ¿En qué formato te sentís más cómodo?

-Estoy muy conforme con todo lo que vengo haciendo. El teatro es mi casa, mi lugar de pertenencia, siempre va estar el teatro conmigo y yo con el teatro. Y el cine y el audiovisual siempre fue como un amor a conquistar. Y la verdad es que los últimos años se dio mucho más y siento que estoy haciendo un oficio y que lo voy fortaleciendo con las experiencias. Cada vez voy comprendiendo más cómo funciona.

-¿Dónde te gustaría seguir incursionando?

-Me parece que el cine de autor es algo que, de a poco, se está perdiendo y hay que fortalecerlo más. Me gustaría ser parte de ese fortalecimiento. Me parece que las plataformas, las series, han hecho que se debilite un poco y es algo que no puede pasar. Me gustaría aportar para que eso se mantenga y crezca.

“Me gustaría ser parte del fortalecimiento del cine de autor, que es algo que de a poco se va perdiendo”

Meloni se repartirá este 2023 entre “Express”, “Shock” y “Puna”, una serie que rodó en el Norte

“Cada personaje tiene un sentido y yo soy un canal para comunicarlo. Pero, por supuesto, con una opinión y transformándolo y mejorándolo”