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La Ciudad |El rol de la escuela en el centro del debate

Homeschooling: luces y sombras de una práctica que está creciendo

Se estima que en Argentina hay unas 5.000 familias que lo implementaron desde 2020, aunque no está regulado. El proyecto de Ley Ómnibus habilita una modalidad híbrida a partir de cuarto grado. Y, en la práctica, ya hay sistemas de educación a distancia por cuestiones particulares. Testimonios platenses

Homeschooling: luces y sombras de una práctica que está creciendo

Algunas de las actividades que proponen instituciones para los chicos en sus casas / Educación alternativa

Alejandra Castillo

Alejandra Castillo
acastillo@eldia.com

21 de Enero de 2024 | 02:49
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Hace pocos meses, el actor Facundo Arana sorprendió al contar en un programa de televisión que los tres hijos que tuvo con María Susini no van a la escuela presencial, sino que utilizan un sistema de enseñanza que les permite estar más tiempo juntos. Se trata del homeschooling o educación en familia, un tema que no es para nada nuevo pero volvió a estar en agenda a propósito de la Ley Ómnibus que presentó el Gobierno nacional, ya que habilita la posibilidad de que, a partir del cuarto grado (segundo ciclo del nivel primario), las familias puedan optar por “estudios a distancia híbridos como alternativa a la educación presencial”.

Hasta ahora, en su artículo 109 la Ley de Educación Nacional contempla esta modalidad sólo a partir de los 18 años, pero, en rigor, ni siquiera está regulada. Dicho de otro modo, no hay una ley que la ampare, pero tampoco una que la prohíba como sí pasa en países como Alemania, cuyo Estado considera que el colegio tiene una función indelegable como encargado de crear ciudadanos responsables para participar en los procesos democráticos.

Durante el debate en comisiones, el secretario de Educación Carlos Torrendel aclaró que no apuestan a eliminar la presencialidad en las escuelas, sino a habilitar un sistema híbrido: “Hemos propuesto algunos cambios al proyecto como llegó en primera instancia, que tienen que ver con precisar que la cuestión clave está en la hibridez. Sin duda la educación presencial es clave, quedó demostrado, pero también es cierto que debe estar progresivamente integrada con el entorno virtual y hay muchas experiencias positivas donde se complementa la educación presencial”, argumentó.

No son pocos los que vinculan al homeschooling con la aristocrática costumbre de contratar institutrices para formar a los niños de las clases altas y temen que la escuela pública termine relegada a ser un espacio de contención y no de instrucción para quienes no pueden pagar sus estudios.

“La institución de la Escuela se debe renovar y para eso debemos preguntarnos ¿para qué la escuela? La educación requiere la escolarización en grupo, con pares. Es conveniente educarse en un entorno en el que relacionarse con los demás alumnos y docentes, en donde haya una buena comunicación entre todos, pues también esto es materia de aprendizaje”, asegura Daniela Leiva Seisdedos, profesora de Historia y de Trabajo y Ciudadanía en La Plata. Desde su experiencia considera clave que las “escuelas públicas dejen de lado la teoría de contención y comiencen con la educación real, no con la idealizada en el papel. Recordemos que en la pandemia quedaron demostrados los resultados de ‘ir a la escuela desde casa’”.

Precisamente, desde Padres Organizados, una de las entidades que lideraron el reclamo por la vuelta a clases presenciales durante la pandemia, cuestionaron la medida “tal como está formulada, ya que no queda claro el propósito ni los requisitos. Entendemos que deberían ser situaciones excepcionales y adecuadamente definidas. Y, sobre todo, que prioricen el interés superior del niño. O sea, que quede claramente estipulado que es una opción que se toma en casos de que la presencialidad sea imposible o perjudicial”, planteó en declaraciones periodísticas María José Navajas, cofundadora de la organización.

Aunque no hay cifras oficiales de cuántas familias practican esta modalidad en el país, la organización Homeschooling Argentina estima que, desde 2020, son unas 5 mil que comenzaron a aplicarla, en parte impulsadas por la experiencia del Covid-19.

“EL ESFUERZO LO HACE EL CHICO”

El movimiento comenzó en la década del ‘70 en los Estados Unidos -donde tampoco está regulado- y lo popularizaron personalidades que cuestionaban las metodologías educativas tradicionales, en favor de un modelo controlado por los padres, que podrían ver así qué y cómo aprenden sus hijos. Defendían también la enseñanza de temáticas distintas, como trabajar con madera, aprender a hacer una huerta, estudiar música a la par de matemáticas, y un largo etcétera.

Lo cierto es que muchas familias se ven obligadas a tomar este camino por situaciones particulares.

Es el caso de Alejandra Azzato, cuyo hijo Francisco, de 15 años, se sumó a la modalidad de educación a distancia porque a mediados de 2023 ingresó en el seleccionado argentino juvenil de natación. “Es por un convenio que tiene el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) con el Instituto de Enseñanza Superior del Ejército”, explica Alejandra, hablando de este programa de estudios que fue originalmente diseñado para hijos de diplomáticos o de personas que estén en la fuerza y por eso mismo cambian frecuentemente de lugar de residencia.

Cuenta Alejandra que tomaron esa decisión después de conversarlo “en familia”, porque la demanda y los tiempos de entrenamiento son mucho más exigentes. “Ya lo veníamos viendo con el entrenamiento que hizo hasta ahora en Estudiantes de La Plata y la escuela tradicional, sobre todo en las competencias, que llevan muchos días (en general, viernes) y tenía que faltar a la escuela”. De hecho, Francisco deberá rendir en febrero una materia que tenía justamente ese día de la semana.

El adolescente ya participó meses atrás de su primer Campeonato Sudamericano Juvenil de Natación en Parque Roca (CABA). Luego de atravesar esa experiencia con “felicidad y orgullo familiar”, dice Alejandra, conversaron con su entrenador y, con la confirmación de que “podía crecer en el deporte, decidimos que comenzara cuarto año con el SEADEA (Sistema de Educación a Distancia del Ejército Argentino)”.

Los deportistas federados gozan de licencias especiales, pero “la realidad es que no están en clases y el desgaste sería demasiado, teniendo en cuenta que va a entrenar mañana y tarde y debería ir a una escuela tradicional después de salir del agua a las 7 de la mañana”.

El SEADEA “incorpora un cambio de paradigma pedagógico, que está centrado en el aprendizaje más que en la enseñanza. Por ello cuida de la organización y disposición de los contenidos, así como de la organización del aprendizaje mediante tareas individuales y en grupo, con permanente seguimiento por parte del docente”, explican desde el organismo.

Apunta Alejandra que “tienen una plataforma con los contenidos a disposición y los chicos pueden hacer consultas. Tienen que presentar trabajos y dos veces al año rendir presencial las materias que se les asignen”, que son seis por cada cuatrimestre. Por otro lado, tienen dos orientaciones: Ciencias Sociales o Economía y Administración, cuya asignación depende de la elección de cada alumno y de los cupos disponibles.

Azzato es consciente de que el esfuerzo, en cualquier caso, “lo hace el chico”, tratando de compatibilizar el entrenamiento deportivo con el estudio en la escuela tradicional, o debiendo adaptarse a una nueva modalidad que es tan nueva como desafiante. “Él tiene que tomar esta responsabilidad”, dice, porque no hay horarios fijos ni un docente que lo controle. Terminado el ciclo, recibe el título del ministerio de Educación, como en cualquier establecimiento. “La educación y la escuela son importantes, pero también darle la posibilidad de crecer a nivel deportivo”, reconoce Alejandra, que es profesora.

Entre defensores y detractores, la práctica de homeschooling o educación en familia creció en el último medio siglo a nivel mundial. De un lado celebran la libertad que les da a los chicos, la posibilidad de formarse con intereses propios y de hacerse responsables de ello, mientras que en la vereda de enfrente no son pocos los que alertan por posibles problemas de empatía, socialización y profundización de situaciones de vulnerabilidad.

“En nuestro caso particular el sistema de educación a distancia nos parece una buena opción”, admite Azzato, pero “la escuela tradicional, si bien hay que mejorarle un montón de cosas, garantiza lo vincular, que es muy importante en el desarrollo. Como familia, tratamos de que Francisco mantenga las juntadas con amigos y los cumpleaños de 15, muchos de los cuales se ha perdido por el deporte”.

“Somos contradictorios los argentinos”, cuestiona Leiva Seisdedos, “en la pandemia había campañas para que abrieran las escuelas y ahora pedimos la escuela en casa. Los chicos tienen que socializar entre sus pares y, además, los padres estamos al galope. ¿Cuántos pueden dedicar 6 horas de su día para enseñarles a los hijos?”

“DISPONIBILIDAD PERMANENTE DE LOS PADRES”

Más allá de los debates públicos, mediáticos o parlamentarios, en la práctica ya existen plataformas que orientan a las familias en esta práctica. Una de ellas, con sede en Córdoba, es Educación Alternativa en Casa, que brinda distintos servicios pedagógicos para países de habla hispana: asesoría pedagógica a padres y profesionales de la educación; acompañamiento homeschooling nivel inicial (Kinder) y Primario (Elementary School); y unschooling proyectos, nivel inicial (Kinder) y Primario (Elementary School).

El más disruptivo es el unschooling (no-escuela) que propone que el niño aprenda “naturalmente a leer, a escribir, y a calcular de acuerdo a sus propios horarios, en sus propias maneras, por sus propias razones”.

Por ejemplo, tienen un proyecto llamado “Somos exploradores”, que trabaja “diferentes competencias a través de diversas salidas recreativas y exploradoras en la naturaleza. Se relacionan las diferentes áreas (lengua, matemática, ciencia, música, arte y expresión corporal) para llevar a cabo un proyecto práctico y beneficioso para la salud.” Otro, denominado “Hoy soy médico”, engloba “el tema del cuerpo humano, reconociendo las nociones básicas, para luego profundizar en su estudio y conocimiento”. Y hay muchos más.

Aclaran desde la plataforma que este sistema demanda una “presencia activa y disponibilidad permanente de los padres”, para hacer diferentes actividades, responder las preguntas de sus hijos y buscar recursos necesarios para satisfacer sus intereses. Se puede certificar con una academia extranjera.

“Todas las innovaciones educativas hay que tomarlas con mucho cuidado”, recomienda Leiva Seisdedos, porque “la única institución que sigue en pie, a pesar de los avatares, es la escuela. Y se necesita como laboratorio social, porque los chicos de hoy son los que en el año 2040 van a tener en sus manos los destinos del país y no pueden vivir en un microclima”.

Existen diversas maneras de practicar el homeschooling o educación en familia. Hay quienes adquieren los libros que utilizan en las escuelas, otros compran programas de educación que ofrecen determinadas empresas y no faltan aquellos que contratan institutrices para que les enseñen a sus hijos o “les marquen la rutina”, hasta que ellos aprendan a manejar sus propios tiempos. Hay padres que siguen un calendario parecido al de las escuelas, de modo que el ritmo que siguen los chicos es casi igual al de los que asisten a las aulas.

El primer paso es la desescolarización. Al no estar regulado, se puede rendir libre, para lo cual es necesario certificar el lugar de residencia completando un formulario y dar un examen en el día, horario y escuela asignada. En CABA las evaluaciones son anuales, mientras que en el interior del país se hacen al terminar la primaria o la secundaria.

Los estudiantes también pueden anotarse en una academia extranjera (arancelada, claro) en donde no depende de las metodologías de la institución, aunque sí cursa y se le otorga un certificado común que debe validar en el país.

En el mundo
En Estados Unidos, el “homeschooling” no está regulado. En Francia es totalmente legal. En Panamá hay una ley que lo regula. En Argentina, más de 5.000 familias lo han adoptado y en Colombia y Chile está creciendo. En algunos países, como Alemania, esta práctica está prohibida.

 

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Daniela Leiva Seisdedos

Algunas de las actividades que proponen instituciones para los chicos en sus casas / Educación alternativa

Francisco, junto a sus padres. Entre todos optaron por la educación a distancia cuando ingresó al seleccionado nacional de natación

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