“Vientos de agua”: el clásico de Campanella vuelve a la pantalla

Después de filmar “El hijo de la novia” y “Luna de Avellaneda”, pero antes de “El secreto de sus ojos”, Juan José Campanella probó suerte en la tevé argentina: el director había trabajado en la pantalla chica en Estados Unidos, pero nunca en nuestro país, y hace ya 20 años decidió dar ese paso con la miniserie española-argentina “Vientos de agua”.

Una verdadera superproducción, recordada por muchos y que ahora podrán volver a ver: Netflix acaba de poner los 13 capítulso de la serie en su plataforma, a días del fallecimiento de Héctor Alterio, protagonista de una historia de inmigración: la serie es la historia de cualquier argentino que llegó al país con la inmigración europea en el siglo XX, y en el camino de contar la historia de José Olaya y su hijo Ernesto cuenta también la de los conflictos que aquejaron a sus dos países, España y Argentina, a lo largo del siglo XX. Un relato melancólico, que contrasta el pasado de un minero español que arribó a Buenos Aires en 1934, escapando de la situación económica y del contexto previo a la Guerra Civil, en comparación con el presente de su hijo, que viaja a Madrid debido a la crisis del 2001.

Con un elenco formado también por padre e hijo, Héctor y Ernesto Alterio, acompañados por Eduardo Blanco, un clásico de Campanella, Pablo Rago, Angie Cepeda, Marta Etura, Valeria Bertuccelli y otros, la serie, que contó con la dirección de Bruno Stagnaro y Paula Hernández en varios episodios, fue la primera incursión en la pantalla chica para Campanella, que para entonces tenía abundante currículum en la televisión estadounidense, donde había rodado capítulos de las series “Law & Order: Special Victims Unit”, “Dragnet”, “Law & Order: Criminal Intent”, “House” y otras.

“Me considero una persona de televisión desde la realización, pero no en cuanto a lo que es el rating, el share y todo esa locura”, decía por entonces el cineasta.

CÓMO SE HIZO

Producida por Telecinco, de España, y Pol-ka, en Argentina, “Vientos de agua” “es una muestra muy grande de lo que es nuestra historia y nuestro presente, habla de nuestros abuelos y de nuestros hermanos y sirve para cuestionarnos cuál es nuestro lugar en el mundo”, comentaba Campanella. “En la parte histórica no se habla de un hecho saliente sino que los trece capítulos muestran distintos hechos: la Guerra Civil española, los inmigrantes, la Segunda Guerra Mundial, el peronismo, la revolución cubana; todos a través de lo ojos de una familia”.

Fue un proyecto sumamente personal para Campanella: el director argentino intentó homenajear a su abuelo, oriundo de Asturias, aunque solo se inspiró, pero no replicó tal cual los hechos ocurridos en la ficción. Es un guiño a muchas familias argentinas que surgieron de sus parientes inmigrantes: una historia de desarraigos y exilios en el seno de una misma familia, atravesando dos generaciones cuyas historias de vida son contadas en paralelo, con la que en el momento de su estreno en 2006 se sintió identificada buena parte del país.

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Campanella decía que “Vientos de agua” no tenía que ser un producto “masivo”, que no quería enloquecer por el rating, y ciertamente no le fue bien en España, pero sí en Argentina, donde consiguió 11 puntos de media en el ratgin y ganó numerosos premios. Con el tiempo, y a través de varias repeticiones en diversos canales, se convirtió en una especie de serie de culto.