Cómo será el final de la ficción del año

El miércoles será el final (definitivo) de la tira Montecristo. Desde hace más de un mes se anuncian los últimos y dramáticos acontecimientos de la tira desde la pantalla de Telefé. Ya no hay más misterios sobre la fecha del Día D que el canal tanto se encargó de ocultar, ya sea para crear mayor expectativa como también para despistar a la competencia. La cita con el público será en el Luna Park con la intención de reeditar el fenómeno de Resistiré (2003).

Los últimos dos capítulos (mañana no sale por el feriado de Navidad) llevarán la historia a su clímax: reinará la venganza de Santiago Díaz Herrera (Pablo Echarri) contra la familia Lombardo, Alberto y Marcos (Oscar Ferreiro y Joaquín Furriel) tras el crimen de Sarita (Rita Cortese). La mujer que siempre estuvo al lado del padre de Santiago, un juez de prestigio que investiga a Alberto por la apropiación de bebés durante la última dictadura militar de nuestro país, cae en la trampa de Lombardo y es asesinada.

Santiago entra en un estado de desesperación y aumenta su pulsión de venganza mucho más que cuando le mataron al padre (al principio de la tira). Sarita (cuya muerte se sabrá con certeza en el capítulo del martes) fue el pilar de Santiago a su regreso de Marruecos, donde escapa de la trampa que le tendió Marcos. Durante diez años se lo dio por muerto a Santiago; en ese tiempo Sarita se escondió y siguió investigando a solas y en silencio.

LA EMBOSCADA

Serán dos capítulos a pura adrenalina, persecución y violencia extrema en el marco de un argumento que del romance giró hacia la política y la corrupción. Santiago ya no espera más el brazo de la ley para que de una vez por todas vayan presos los Lombardo. Para ello se las ingenia para que padre e hijo caigan en una emboscada y que cada uno crea que el otro lo traicionó.

Para ello antes Santiago, con la ayuda de Federico (Adrián Navarro), localizará a Lisandro (Roberto Carnaghi), quien siempre supo ser la mano derecha de Alberto y el encargado de llevar a cabo los trabajos sucios durante la dictadura y en la democracia). Lisandro, con una salud física y mental deteriorada y perseguido por el fantasma de su muerte, se siente abandonado por Alberto y "canta" el paradero de Marcos. Luego sufrirá un ataque al corazón irreversible.

Alberto se queda sin el sostén político para continuar con el secreto proyecto de eugenesia (una tenebrosa técnica médica de manipulación genética en mujeres embarazas para obtener un perfil de persona, idea que en la realidad intentó el doctor nazi Joseph Menguele durante la Segunda Guerra Mundial). Recibe el llamado de la jueza (Nora Cárpena), quien le comunica que el ministro que sostenía en la clandestinidad la experimentación genética con humanos: ¡cayó! Del laboratorio no quedan ni rastros, pero se supone que conseguirán otro padrino para volver a establecerse clandestinamente.

Lombardo padre entiende que ya está perdido y no le hace entrar en razón a su hijo de que él no lo traicionó. Marcos lo remata de un tiro. En el capítulo del martes pasado Milena (Celina Font), la mujer que le da un hijo a Marcos, le confiesa a la madre de él, Leticia (María Onetto) que "Marcos es un saco perdido". Ella sigue pensando que está influenciado por el cretino de su ex esposo.

EL ULTIMO DUELO

Mientras Alberto Lombardo se movió en función de la lógica de los negocios y de un proyecto personal sobre experimentación genética, su hijo Marcos se movilizó por el amor no correspondido de Laura (Paola Krum), mujer de Santiago y con quien tuvo un hijo, Matías (Milton De La Canal) que Marcos adoptó como propio en los diez años de destierro de Santiago. Marcos y Santiago fueron grandes amigos hasta la aparición de Laura y los intereses de Alberto Lombardo de matar a Santiago y a su padre cuando se entera que estos dos lo investigan por robos de bebés durante el último gobierno militar.

Marcos va a la cárcel tras el crimen de su padre y cuando parece que todas las aguas se aquietan porque, tarde pero seguro, la Justicia llega. Pasa algo inesperado, en el lenguaje de los guionistas se dice que sobre el final habrá un "rulito", una vuelta de tuerca.

El culebrón no podrá terminar si no hay un duelo entre Santiago y Marcos. La más sufrida de la historia será Leticia (la mamá de Marcos), quien pensaba que existía la posibilidad de rescatar a su hijo de su obsesión por Laura y Matías, que lo lleva a cometer las peores atrocidades. La esposa de Alberto, Lola (Mónica Scapparone) queda muy afectada anímicamente, Rocamora protagonizará la escena más romántica junto a Victoria (Viviana Saccone) y Ramón dejará su labor de policía de Interpol para volver a su viejo amor, la actuación.