Le desvalijaron su chalet en Gonnet y ahora piensa mudarse por la inseguridad

Con una mujer de 52 años y, su madre de 81, fuera de la vivienda que habitan en Gonnet desde hace más de dos décadas, para la realización de diversos trámites, un grupo de delincuentes -al parecer a sabiendas de esos movimientos de las víctimas- se coló en su domicilio pasado el mediodía de ayer y lo dejó completamente desvalijado.

Este nuevo caso de inseguridad en la zona norte platense se produjo en un chalet situado en las calles 498 y 27.

De allí salió- a las 13- su propietaria, Liliana Vizcaíno, una docente jubilada, como previamente lo había hecho su madre para concurrir a un centro de rehabilitación médica.

Y como si alguien las estuviera controlando, minutos después de que la dueña del chalet se retirara del lugar, tras dejar todas las aberturas cerradas, llegaron los ladrones.

Precisamente, Vizcaíno lamentó que los autores del ataque le hayan roto los postigos de una ventana para entrar y además forzado un portón de madera.

“mE VACIARON LA HELADERA”

En medio de su profunda desazón por lo sucedido y, mientras aguardaba que apareciera personal de Policía Científica para la búsqueda de huellas, con la casa “patas para arriba”, la mujer le dijo a EL DIA que “el robo tiene que haberse dado en 45 minutos, de acuerdo a la hora en que me fui y a la que regresé”.

Así, al describir el panorama con el que se enfrentó a su regreso, ya consumado el robo, hizo saber que “me dañaron una ventana de madera y así ingresaron, tras violentar el portón del frente”.

Después, al momento de recorrer su domicilio, quedó azorada al comprobar que “los dormitorios estaban absolutamente revueltos, con un montón de ropa y otros elementos desparramados por las camas y el piso”.

Sobre los faltantes que constató, detalló que “me robaron dinero (no precisó el monto), un televisor Led de 32 pulgadas, una computadora, un celular nuevo que saqué a pagar en 18 cuotas y de las que aboné recién la primera, ropa, algunos elementos de bijouterie de poco valor y hasta remedios que toma mamá”.

Enseguida, la damnificada recordó que “también me vaciaron la heladera, de la que se llevaron comida y gaseosas para consumir en otro lado”.

Pero además la mujer reparó en que, quizá como un alarde de los delincuentes de su impunidad, “me dejaron en el parque de casa un melón, que marcaron con la letra z, como emulando al protagonista de la vieja serie El Zorro”.

Vizcaíno mencionó también que los delincuentes “tenían un bolso preparado con más bijouterie, pero que abandonaron de apuro para escapar de acá, muy probablemente porque hayan escuchado que llegaba en mi auto”.

“MAMá ESTá MUY MAL”

Vizcaíno, acongojada por la situación y a medida que avanzaba con su relato, contó que “cuando volvió mamá de una sus sesiones de rehabilitación en un centro médico, debido a que padece Parkinson, se encontró con un panorama que le causó un shock nervioso”.

“Todavía está muy mal, asustada y con una sensación de indefensión, como tengo yo, al haber entrado acá ladrones coincidiendo en que nos estábamos ninguna de las dos”, consignó después.

Seguidamente, la docente jubilada hizo referencia a que “hace 23 años que vivimos acá y es la primera vez que se meten en casa a robar”.

Al mismo tiempo, indicó que “hace unos meses le pasó lo mismo a otra familia de la zona”.

El caso de ayer, demás está decirlo, golpeó fuerte en el ánimo de ambas mujeres, lo cual impulsó inclusive a Vizcaíno a analizar seriamente la posibilidad de irse del barrio.

“Ya me voy a poner a buscar alguna vivienda en otro lugar, donde podamos vivir con la tranquilidad que ya no tenemos ahora”, reflejó.

PREOCUPACIÓN EN LA ZONA

De acuerdo a lo que pudo averiguar este diario por el barrio, conviven entre muchos de los vecinos dos preocupaciones centrales relacionadas con la inseguridad.

Por un lado, al margen de no querer dar a conocer su identidad por temor a sufrir represalias, hubo quejas por “la falta de patrullaje policial”.

Citaron al respecto que los móviles “pasan por calle 25, pero por las inmediaciones no vemos ninguno”.

Paralelamente, mencionaron que en una plaza ubicada frente a la vivienda donde robaron ayer, “se juntan de día y de noche varios jóvenes que pasan horas charlando y tomando cervezas”.

En tal sentido, hubo quienes volcaron sospechas de que “pueden estar marcando casas para robar”.