Fuerte polémica por la internación del odontólogo Ricardo Barreda

Ricardo Barreda, el múltiple femicida, vuelve a ser noticia. Esta vez, porque hay empleados del Hospital Magdalena Villegas de Pacheco que quieren que se vaya de ahí, donde está internado hace al menos ocho meses.

Aparentemente, “Barreda estaba desnutrido cuando llegó” a ese centro médico del norte del Conurbano. “Lo encontraron en situación de calle y lo trajeron. Pero no sabemos ahora dónde mandarlo”, explicó el director del establecimiento, Pedro Ávila.

Desde entonces, ocupa una cama permanentemente, porque Barreda no tendría adónde ir a vivir. La situación ya generó resquemores y molestias a los trabajadores de ese hospital, que lo quieren fuera de ahí.

“Ocupa una cama y en el distrito faltan cerca de 600 plazas”, aseguran en el centro de salud, donde protestan porque el odontólogo “usa el lugar como un hotel”.

Según el diagnóstico médico, no padece ninguna patología mental, y que por eso debería ser derivado. Sin embargo, continúa ahí.

Las denuncias contra él incluyen amenazas y comentarios fuera de lugar. Inclusive, a una mujer le habría dicho que le iba a pegar un escopetazo.

“Cruzarme con él en el pasillo de mi querido hospital me resultó muy chocante. La sensación que tuve fue que me topé con un asesino”, expresó Martín García, empleado del lugar.

Otro testimonio es el de Roxana Silvero, una enfermera: “Se burla, se ríe y pasea como si fuera el dueño”. Sus presuntas salidas por el barrio a comprar whisky completan un panorama que para esos trabajadores es una afrenta.

El director del establecimiento expresó que, sin el aval del PAMI y de la Justicia, no pueden derivarlo. “Hasta no encontrar un resguardo, tengo que asegurar un resguardo dentro de la institución. Sino, sería abandono de persona”, se excusó Ávila.

El derrotero que siguió Barreda, una vez que la Justicia lo castigó con prisión por haber matado a su mujer, a su suegra y a sus dos hijas en 1992, incluyó la libertad condicional en 2011. Vivió con su pareja unos años pero en 2014 volvió a la cárcel, porque él era un peligro para ella.

Finalmente, en 2015 se le dio por cumplida su condena, aunque sólo la que prevé la Justicia. El cuestionamiento social sigue vigente.