Trastornos del sueño: cada vez se hacen más consultas en la Ciudad

Pantallas, celulares, estrés, longevidad, cambios de hábito. Todo conspira para que conciliar el sueño se haya convertido en una verdadera pesadilla. En La Plata, de hecho, se estima que las consultas por problemas para dormir se incrementaron cerca de un 30% en los últimos cinco años. Y todos los especialistas trazan el mismo diagnóstico: no sólo dormimos menos sino también cada vez peor.

“En esta última década dormimos dos horas menos de lo que dormíamos hace 20 años”, asegura Facundo Nogueira, jefe del Laboratorio del Sueño del Hospital de Clínicas y para quien se trata de un fenómeno cultural de la modernidad. “Nos acostamos cada vez más tarde y tenemos que levantarnos temprano para viajar hasta el trabajo. La expansión de las ciudades nos quita tiempo de descanso y lo convierte en tiempo de viaje. Además, con la llegada del celular, las computadoras, la televisión e Internet, estimulamos más nuestro cerebro, exponiéndolo a la luz artificial hasta la madrugada, lo que impide que el organismo entre en la fase de reposo”.

No muy distinto es lo que aporta el doctor Arturo Garay, referente del Centro de Estudios del Sueño de La Plata. En su caso, además de la tecnología, agrega otro aspecto a tener en cuenta y que incide en el fenómeno: la longevidad.

“Que vivamos más años tiene consecuencias en nuestro modo de dormir y en los trastornos del sueño que vienen apareciendo en los últimos años”, dice, y detalla que, si bien se trata de un fenómeno global, en el último lustro sólo en nuestra ciudad hubo un incremento de consultas por este tema de casi el 30%. “El cincuenta por ciento de esas consultas son por insomnio -detalla Garay- y el resto está relacionado a somnolencias diurnas. Pero el incremento de consultas es notable. Las apneas de sueño, por ejemplo, afectaban hace unos años a menos del nueve por ciento de la población, mientras que hoy ese porcentaje llega a casi el veinte. Es más: hoy por hoy podemos decir que ya el diez por ciento de la población adulta padece insomnio crónico”.

Lo que dice el especialista platense entra en sintonía con los números que se tienen a nivel nacional: seis de cada diez argentinos, de hecho, tienen problemas para dormir, según una encuesta realizada por una empresa internacional de salud en 13 países, que reveló además que los principales trastornos son insomnio, apnea, ronquidos, síndrome de piernas inquietas y narcolepsia (ver aparte).

Y por si hicieran falta más pruebas, un estudio realizado por científicos del laboratorio de Cronobiología de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ)-Conicet determinó que los argentinos duermen dos horas menos que hace 50 años. “Evolucionamos como bichos diurnos, pero vamos bastante en contra de ese mandato”, dice Diego Golombek, quien lleva adelante la investigación junto a las doctoras María Juliana Leone y Marina Giménez.

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“Las deficiencias del sueño tienen una relación directa con alguno de los fantasmas contemporáneos, como la obesidad, la diabetes e incluso el tabaquismo”, explica Golombek. Y completa: “Pensamos que dormir es una comodidad que uno puede descartar, y lo cierto es que no dormir a tiempo no implica solamente estar cansado, sino que cambia el estado de ánimo y uno se enferma más”.

En sintonía con esta advertencia, Nogueira explica que “el cerebro necesita descansar por lo menos 8 horas diarias. Si pasadas las once de la noche estamos aún recibiendo altas dosis de luz artificial y recibimos información a través del celular y otros dispositivos, a nuestro cuerpo le cuesta mucho más entrar en la fase de reposo”.

La calidad del sueño, señaló, se mide por el cansancio que una persona padece durante el día, en tanto otros indicadores tienen que ver con lo que sucede durante la noche, principalmente con la respiración. “Se estima que a nivel mundial entre el 50 y el 70% de los hombres roncan. En cuanto a mujeres, la cifra se reduce a la mitad”, dijo el especialista.

“Hoy por hoy el diez por ciento de la población adulta padece insomnio crónico”