El “Kiki”, el ladrón buscado en Uruguay por matar a una chica, se pegó un tiro en la cabeza

El peligroso asesino Christian Pastorino, apodado el “Kiki”, se disparó un tiro en la cabeza al verse rodeado por la Policía que lo buscaba intensamente luego de que el sábado, en el marco de un robo, baleara mortalmente por la espalda a Florencia Cabrera, una joven de 26 años que trabajaba como cajera en un supermercado de Montevideo.

El “Kiki” fue hallado por las autoridades en una casa en las afueras de Montevideo, en la que se escondía y donde al notar la presencia de los agentes se pegó un tiro en la cabeza. De inmediato fue trasladado a un centro médico. Anoche fuentes oficiales aseguraron que tenía “muerte cerebral”.

Entre las pertenencias incautadas a Pastorino se encontraron dos revólveres.

El sábado pasado, el “Kiki”, que tenía un frondoso historial delictivo que incluía el femicidio de su ex pareja, ingresó en el supermercado Vero de Montevideo, amenazó con un arma de fuego a los empleados del local y exigió el dinero de la recaudación.

Según el parte policial, antes de emprender la huida con un botín de 2.000 pesos uruguayos (unos 1.398 pesos argentinos), Pastorino efectuó dos disparos, uno de los cuales impactó en la cajera, quien murió una hora después, y otro en el tórax del guardia de seguridad, quien se encuentra hospitalizado. El accionar del delincuente en el supermercado asaltado quedó registrado por las cámaras de seguridad del comercio.

Cabe recordar que el “Kiki” estaba requerido por la Justicia desde el 9 de diciembre de 2017 por el femicidio de su ex pareja Alison Patricia Pachón Toranza (20) en el barrio Tres Ombúes. En aquella oportunidad, Pastorino fue visto por varios testigos cuando entró con un arma de fuego a la casa del abuelo de la joven, le disparó cuatro veces y se fugó en una moto.

LE PUEDE INTERESAR

La oposición se bajó de las elecciones y el chavismo va también por el Parlamento

LE PUEDE INTERESAR

Padres encadenados en un hospital de Caracas exigen remedios para sus hijos

La víctima estaba en el comedor de la casa junto a su bebé de seis meses, también hijo del “Kiki”, y a su otro hijo de tres años. De los cuatro disparos que recibió la joven, tres dieron en el pecho y el restante en el brazo derecho.

Además, el “Kiki” era sospechoso de haber participado en otros homicidios, rapiñas, hurtos y una violación. También contaba con un antecedente penal por un “delito de receptación (ocultamiento de objetos robados) en reiteración real con un delito de tenencia de arma de fuego”, según la información policial.

la advertencia de la MADRE

La madre del “Kiki” había hablado más temprano con una canal uruguayo de televisión sobre las amenazas, el miedo y la peligrosidad que representaba que su hijo estuviera libre.

La mujer, entre lágrimas y la voz entrecortada, dijo -sobre el crimen de la cajera- que lo que hizo fue horrible, además de por “la frialdad con la que actuó”. “Prefiere que lo maten a ir a la cárcel, él se va a enfrentar con la policía. Está armado, tiene chaleco antibalas”, subrayó.

“Él estando suelto es un peligro, va a seguir muriendo gente, es triste, pero va a ser así”, agregó.

No hubo enfrentamiento, pero “Kiki” no puso soportar la idea de que lo detuvieran y prefirió acabar con su vida aunque anoche aún tenía signos vitales aunque con “muerte cerebral”.