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Policiales |No intentaron lincharlos

Hartos de vivir con miedo, vecinos salen a la caza de los ladrones

Hubo dos casos. En La Cumbre, persiguieron a dos motochorros. En Villa Castells demoraron a un menor que intentó un asalto

1 de Diciembre de 2019 | 02:57
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El hartazgo de ser víctimas del delito o de convivir con el miedo de convertirse en una de un momento a otra, impulsa cada vez a más personas a no resignarse a ese designio. Muchas se reúnen, organizan, reclaman. Otras se resisten, aún a riesgo de su propia vida. Y se han vuelto recurrentes los casos de “aprehensiones civiles”, término legal que alude a las capturas que realizan las víctimas o testigos solidarios de lo que les pasó a otros.

En las últimas horas hubo dos historias así. Una fue en Villa Castells, un barrio de la zona norte particularmente golpeado por el delito desde hace meses, y la otra en La Cumbre, que incluyó una persecución y choque previos a una interceptación que tuvo ribetes de película, sobre todo porque las cámaras de monitoreo municipal registraron el último tramo de la secuencia.

Un dato a destacar en ambos casos es que no hubo intentos de linchamiento, más allá de algún golpe en el fragor del forcejeo.

máxima velocidad

Los operadores que el viernes visualizaban las imágenes de las cámaras municipales en el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) se sorprendieron al ver el alocado avance de una moto en la que viajaban dos hombres y era notoriamente perseguida por un par de autos.

Todavía fe día y con el tránsito a pleno la moto no pudo evitar chocar con otro vehículo en el cruce de 32 y 134, a consecuencia de lo cual rodó por el pavimento, y, con ella, los dos ocupantes. Ajeno al incidente original, el automovilista avanzó unos pocos metros por la avenida antes de detener su marcha, mientras a los “accidentados” se los veía más preocupados por volver a treparse a la moto que por las heridas que pudieron haber sufrido. Se quedaron en el intento.

Según se observa en el video, en ese instante entraron en escena un automóvil de color oscuro que les cerró el paso -del que bajaron un par de personas- y un utilitario blanco que ayudó en la maniobra. El conductor de este vehículo también impidió que avancen.

En definitiva, en cuestión de segundos se acercaron varios hombres corriendo en medio de los autos que no paraban de pasar, y mientras un par se trenzaron a golpes con uno de los motoqueros, al que redujeron, el otro aprovechó la confusión para subirse a la moto de nuevo.

La intervención de alguien que lo bajó de una patada lo obligó a dejar el rodado allí para procurar ponerse a resguardo con una fuga a pie. Se alejó brevemente de la escena por 134 hacia la calle 33, hasta que policías de la Local que acudieron por el llamado de los operadores del COM al 911 lo atraparon en las inmediaciones, dijeron fuentes oficiales.

“Los ocupantes de la moto acababan de cometer un robo en la vía pública y comenzaron a ser perseguidos por los frentistas, que lograron retener a uno de ellos”, apuntaron los mismos voceros.

A través de los dispositivos de seguridad de la Comuna se ve la llegada de personal policial, que identificó al retenido antes de subirlo al patrullero en el que lo llevaron a la subcomisaría La Unión.

La misma suerte corrió la moto en la que andaban, que los policías subieron a otra patrulla, y los vecinos que participaron del procedimiento, ya que todos debieron concurrir a la dependencia para dar testimonio del incidente, se informó.

Además de determinaron que los dos acusados son mayores de edad, en la seccional clarificaron la secuencia que originó la persecución.

“Habían robado la cartera de una mujer con la modalidad arrebato”, explicó un jefe policial, dando cuenta de que la víctima recuperó todas las pertenencias. De hecho, en el video se la ve apurada en sujetar su bolso.

Con respecto a los imputados, uno de ellos había salido en libertad tres días antes “tras cumplir condena por mismo delito”. Por eso quedó detenido. El otro ya fue excarcelado, se informó.

Intervino la UFI 8.

“Manden un patrullero urgente”

El otro caso también se generó después de un intento de arrebato callejero, aunque su responsable es menor de edad y sucedió en Villa Castells.

Fueron los vecinos quienes salieron en auxilio de la víctima y retuvieron al adolescente hasta que llegaron los policías. Tiene 16 años y la moto en la que se movilizaba presenta la numeración adulterada, según la versión oficial. Cuentan en el barrio que “no andaba solo”, pero que su cómplice “pudo escapar en medio de la confusión”.

En La Cumbre varios autos le cerraron el paso a la moto de los ladrones

 

El hecho ocurrió en las primeras horas de la tarde de ayer en 494 entre 12 y 13, cuando una mujer de 46 años fue abordada por un delincuente en el preciso momento en que se disponía a entrar en su casa.

Aparentemente la intención del ladrón era cometer un arrebato rápido, para lo cual amenazó de muerte a la mujer a efectos de convencerla de entregar sus pertenencias, sin contar con que vecinos que observaron la escena iban a decidir no quedarse con los brazos cruzados.

Mientras algunos llamaban al 911 otros se lanzaron a demorar al ladrón que intentaba alejarse con la moto. Lograron interceptarlo e inmovilizarlo, aunque otro habría podido escapar, según la versión de los vecinos.

Es que el reporte oficial no menciona la participación de otro sujeto.

Mientras todo esto pasaba y los minutos corrían, los llamados al 911 se tornaban insistentes. “Manden un patrullero urgente a 494 entre 12 y 13”, se escuchó gritar a alguien.

El menor que fue demorado en V. Castells andaba en una moto con el número adulterado

Finalmente un móvil que arribó a la escena se ocupó de trasladar al menor hasta la comisaría Decimotercera, igual que a la moto en la que se movía. “Tiene la numeración adulterada”, confirmó la Policía, razón por la cual se sumó el delito de infracción al artículo 289 a la carátula de “robo en grado de tentativa”.

una zona al rojo vivo

Los vecinos de Villa Castells no ocultaron su fastidio aún después de terminado el incidente, en parte porque este tipo de casos son recurrentes, pero sobre todo, porque hay un destacamento policial en 13 y 493, a menos de 200 metros del lugar del hecho.

El menor acusado de cometerlo es de la misma zona.

En el barrio denunciaron también que en las últimas horas ocurrieron varios delitos, sobre todo bajo la modalidad escruches, como se conoce en la jerga a los robos en ausencia de los dueños.

Según dijeron, los hechos sucedieron entre el jueves y el viernes en un taller mecánico de 8 y 502C; y en dos viviendas de 11 y 500; y 9 y 499.

“Nos hemos reunido en asambleas, hemos presentado petitorios y mantuvimos entrevistas con jefes policiales, pero la solución no aparece”, se quejaron.

 

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